ESPANYOL
El derbi que no existi¨®, salvo por las secuelas que puede acarrear
Si en lo deportivo Europa es una utop¨ªa para el Espanyol, m¨¢s grave es la fractura social. El club se reunir¨¢ con Curva y Juvenil, y se expone a una dura sanci¨®n de Antiviolencia.
Lleg¨® sigiloso, sin el alboroto de anta?o, y pas¨® casi inadvertido, como si no hubiera existido, igual que la vida y los r¨ªos que dan al mar que dir¨ªa el poeta Jorge Manrique. El Espanyol-Barcelona fue un derbi ¡®fantasma¡¯, apenas sin esp¨ªritu dentro y fuera del c¨¦sped, al que se podr¨ªa dar un carpetazo definitivo de no ser por las consecuencias que puede acarrear.
Poco se puede entretener el Espanyol en valorar el derbi desde el punto de vista deportivo, pues lo arras¨® un Barcelona imponente en un primer tiempo en el que los pericos se dejaron tantas ilusiones como en aquella semifinal de Copa contra el Athletic: id¨¦ntica actitud e id¨¦ntico resultado, pr¨¢cticamente derrota por incomparecencia, salvo el maquillaje bald¨ªo de la segunda parte. No se le puede reprochar al equipo que sufra terror psicol¨®gico en las grandes citas, pues dio talla gigante ante Valencia o Sevilla en el torneo copero, pero ciertamente s¨ª ha fallado en los dos partidos m¨¢s importantes de la temporada: uno, por cercan¨ªa de un t¨ªtulo, el otro por sentimentalismo. Y por clasificaci¨®n, ya que Europa pasa de ser un sue?o a una utop¨ªa, al situarse a cinco puntos a falta de 15 en juego y, sobre todo, con un Athletic lanzado y ya cuatro por delante.
Pero las grandes secuelas que deja el derbi no son futbol¨ªsticas (al fin y al cabo, hasta en los planes del m¨¢s optimista entra una probable derrota ante el Bar?a), sino sociales. Las protestas de la Juvenil en menor instancia, pero sobre todo de la Curva, han evidenciado una fractura social dif¨ªcil de tratar. El club lo intentar¨¢, reuni¨¦ndose a partir de este lunes con esos agentes sociales a fin de acercar posturas. La afici¨®n se divide entre quienes apoyan al colectivo que se ubica en el Gol de Cornell¨¤ ¡ªque precisamente ni ocup¨® sus asientos ni anim¨® hasta bien entrada la segunda mitad¡ª y los que no comparten que su queja estuviera por encima de lo que supone alentar al equipo en un derbi. ¡°Los hemos echado de menos¡±, lleg¨® a admitir Sergio Gonz¨¢lez.
Piden dimisiones. La Curva protestaba por la actuaci¨®n de los Mossos d¡¯Esquadra, a su juicio amparada por el Espanyol ¡ªaunque el club se desmarca y tambi¨¦n considera desproporcionado el dispositivo policial¡ª, al no permitirles entrar en el cuarto del estadio donde guardaban el tifo gigante preparado para el partido por el mero hecho de que se hab¨ªan encontrado all¨ª cinco c¨²teres. El grupo, en un comunicado, insiste en pedir la dimisi¨®n del coordinador de seguridad de Mossos, pero tambi¨¦n la de ?lvar Mallafr¨¦, responsable de esta misma parcela en el Espanyol.
Las actuaciones deber¨¢n producirse a contrarreloj, pues el equipo vuelve a jugar en casa este domingo y deben evitarse escenas desagradables o actuaciones como las del curso pasado, igualmente tras el derbi y precisamente (como ahora) contra el Rayo, cuando los Mossos realizaron dentro del estadio registros indiscriminados.
Tambi¨¦n la Juvenil emiti¨® un manifiesto, en su caso por sentirse ¡°ninguneados¡± y ¡°dejados de la mano de dios¡± por parte de la entidad, un extremo que la propia directiva asegura recibir con sorpresa. Este grupo est¨¢ situado en la segunda grada del Gol de El Prat, en un c¨®rner.
El derbi supuso el detonante a guerras internas que a¨²n pueden ir a m¨¢s. La LFP trasladar¨¢ este martes su informe a la comisi¨®n Antiviolencia, en el que puede incluir los c¨¢nticos que se profirieron (como el ¡°Puta Bar?a¡±) y el lanzamiento al c¨¦sped de un palo, que no era de aluminio como redact¨® Mateu Lahoz, sino de PVC. Este organismo puede actuar con dureza ejemplar contra el Espanyol. El jueves podr¨ªa decidir ya o trasladarlo a la Federaci¨®n, en el caso de que no se logre identificar a los autores de los hechos.