Griezmann se aferra a la Liga

Hay cinco cosas seguras en la vida: el agua moja, la cerveza tibia no es cerveza, los beb¨¦s son armas de destrucci¨®n masiva, tu chica es m¨¢s inteligente que t¨² y el Atleti no falla fichando delanteros. Se fue Diego Costa y la afici¨®n rojiblanca entr¨® en razonable depresi¨®n. Ya se le ha pasado. A estas alturas de su portentosa temporada pasada, Costa llevaba 25 goles en todas las competiciones. Una barbaridad y un list¨®n alt¨ªsimo. Pero, tras una nueva exhibici¨®n de ambos ante el Almer¨ªa, Mandzukic y Griezmann aceptaron el reto y est¨¢n dando batalla: el croata lleva ya 20 goles (12 en Liga) y el franc¨¦s, con otro doblete, suma 14 en Liga y 17 en total. Probablemente ninguno alcance los 36 con los que cerr¨® el curso Costa, pero la pareja que forman es un ca?¨®n. Y galopando a su espalda, el Atleti sigue enganchado a la Liga.

El partido dur¨® media hora. El Atleti entr¨® al campo con la urgencia con la que se duchan los asesinos y los amantes en las pel¨ªculas, para quitarse de encima la sangre, el perfume o la humillaci¨®n de Bala¨ªdos. La presencia de Arda sobre el campo devolvi¨® el sentido al Atleti, que record¨® que la pelota se puede tener, cuidar e, incluso, pasar a un compa?ero. Tras s¨®lo dos minutos, encerrado en su ¨¢rea y con Griezmann rozando la escuadra con una rosca a la que le faltaron grados, el Almer¨ªa ya era consciente de que hab¨ªa viajado a Invernalia en plena ola de fr¨ªo. No hab¨ªa manera de salir vivo de all¨ª.

Y por si a los de Jos¨¦ Ignacio Mart¨ªnez les faltaban problemas, a los 12 minutos Mateu hizo una de esas cosas que le hacen tan impredecible como una guapa con ojos de loca. El ¨¢rbitro que en mediocampo no pita si no hay heridos, se?al¨® un penalti a favor del Atleti por dos faltitas entre leves e inapreciables. God¨ªn acudi¨® a rematar una falta lateral de Gabi y Mauro le meti¨® un pelo la cadera a la vez que Hemed le rozaba la m¨¢scara con la mano. Poca cosa, que acab¨® siendo mucho. Pit¨® Mateu y no fall¨® Mandzukic.

Para evitar que el Almer¨ªa tuviera la tentaci¨®n de lamentarse o de levantarse, Griezmann decidi¨® zanjar el asunto en diez minutos. En enero, el franc¨¦s es una exposici¨®n permanente. A los 20¡¯, Mandzukic, que ha enviado la etiqueta de ¡®mero rematador¡¯ a la Cochinchina por correo urgente, meti¨® un pase sutil y medido al fen¨®meno de la discutible cresta platino, que resolvi¨® con su eficiencia habitual: amag¨® ligeramente a la derecha y remat¨® ajustado a la izquierda. Juli¨¢n s¨®lo pudo mirar con la indefensi¨®n de un cervatillo ante un lobo.

El 3-0 lleg¨® a los 29 minutos. Arda centr¨® al segundo palo, d¨®nde Mandzukic cabece¨® de vuelta hacia el medio. All¨ª, Griezmann agradeci¨® la segunda asistencia del croata controlando con el pecho y marcando con una veloz media vuelta. En el ping-pong de la piscina municipal, se habr¨ªa dado por acabada la partida, el Almer¨ªa habr¨ªa pasado por debajo de la mesa y todos se habr¨ªan ido a beber al bar, fuese para celebrar o para olvidar. Pero quedaba una hora y el Almer¨ªa respondi¨® con orgullo, evitando da?os mayores y manteniendo el optimismo con el que lleg¨® al Calder¨®n.

JIM meti¨® en el campo a Soriano y dio a Corona el mando de las operaciones. El partido fue otro, con el Almer¨ªa dominando (levemente) mientras el Atleti dejaba pasar el tiempo sin gastar nada, pensando en la etapa reina que afronta ahora: Leverkusen, Sevilla y Valencia. Simeone dio descanso a Mandzukic y Griezmann, mientras God¨ªn y Miranda se encargaban de evitar cualquier susto y Mateu echaba a Siqueira por una mano que no pareci¨®. Victoria pl¨¢cida y el campe¨®n no se rinde. Nunca.