BETIS 2 - RACING 0
Merino se despide inmaculado
Cuatro de cuatro en Liga tras ganar al Racing. El linense fue ovacionado. Pepe Mel, su sustituto, lo vio desde el palco. El Racing acusa su falta de remate.
Cuatro victorias seguidas, ning¨²n gol en contra y el Betis enganchado a los puestos de ascenso directo a Primera. Tercero con 33 puntos, a tres del?Sporting,?en segunda posici¨®n. Son los n¨²meros en el banquillo verdiblanco de Juan Merino, que volver¨¢ al filial, posiblemente, por la falta de brillantez con la que por ejemplo hoy ha derrotado a un Racing bien parado, pero con poca fluidez y menos remate (sin Kon¨¦, peor a¨²n). La derrota que condena a los c¨¢ntabros, hoy un poco m¨¢s, a los puestos de descenso. Durante la ¨²ltima estaci¨®n de su racha victoriosa, Merino fue vitoreado por la grada de Heli¨®polis, que ya espera al que durante este a?o nunca ha dejado de ser un ¨ªdolo, Pepe Mel. El madrile?o lo vio desde el palco.
El partido vivi¨® ese efecto Mel, el efecto Merino, el efecto de tres, ya cuatro victorias consecutivas. Contagiado por el ambiente m¨¢s c¨¢lido en lo que va de temporada, el Betis sali¨® revolucionado y dominador, con una presi¨®n asfixiante que tuvo premio muy pronto. En el 3', N'Diaye rob¨® en la derecha y su centro fue rematado por el canterano Dani Ceballos, el mejor verdiblanco en la soleada ma?ana de Sevilla. Curiosamente, el Racing jugaba con 10 porque I?aki estaba siendo atendido de un golpe en la banda. Rennella y Rub¨¦n intentaron ampliar el marcador en los minutos posteriores pero, bien dirigido, el Racing fue capaz de sacudirse el agobio poco a poco e incluso de tener alguna ocasi¨®n, clar¨ªsima la de Mariano cuando se llegaba al descanso. El delantero alicantino madrug¨® a Bruno y se adelant¨® a Ad¨¢n, pero su remate sali¨® alto.
Con el mismo ¨ªmpetu que hab¨ªa iniciado el partido regres¨® el Betis en la reanudaci¨®n, pero la efervescencia le dur¨® poco. El tiempo de que Rennella y Rub¨¦n demostraran que no ten¨ªan el d¨ªa y el Racing diera otra vez el paso adelante. ?lvaro volvi¨® a disparar muy desviado y se entr¨° en una fase de letargo, confusa y sin ocasiones, de la que s¨®lo lo sacaba a ratos Jorge Molina, ingresado en el campo. En una de las buenas jugadas de Jorge, Rub¨¦n conectaba mal uno de esos remates que no suele errar, solo como estaba ante Mario. El miedo al empate precipitaba a los locales y el partido se romp¨ªa en los ¨²ltimos minutos como se rompi¨® ?lvaro, que dej¨® al final a su equipo con 10. Cuando se cumpl¨ªa el final del descuento, Molina redonde¨® su buena actuaci¨®n con el 2-0 final.