FEYENOORD 2 - SEVILLA 0
Ahogado en La Ba?era
Desconocidos, los de Emery naufragaron. Toornstra y El Ahmadi ejecutaron a Sergio Rico. El Sevilla necesita al menos un punto ante el Rijeka para pasar.
El Sevilla se ahog車 en De Kuip, La Ba?era, estadio con liturgia en Europa donde la foto del partido, adem芍s del jolgorio de la grada holandesa, fue el rostro de Emery despu谷s de encajar el 2-0. Emery, que lleva muchos a?os en el oficio, sabe de buena tinta que su equipo se le ha ca赤do y se ha metido en la m芍quina del tiempo, como si hubiera retrocedido un a?o atr芍s, el momento m芍s cr赤tico que vivi車 desde que es entrenador en Nervi車n. El naufragio de Rotterdam le cost車 el liderato de grupo al Sevilla, que est芍 en un aprieto porque necesita al menos un punto ante el Rijeka de Kramaric para estar en dieciseisavos. Ser赤a una fatalidad, pero una situaci車n as赤 aviva cualquier fantasma (Fenerbahce, CSKA, Sporting de Braga, Hannover 96). El Sevilla, bien lo sabe, podr赤a haberse ahorrado el sofoc車n.
Pero puede decirse que se lo gan車 a pulso porque no se person車 en Rotterdam hasta el minuto 60. Como si fuera uno de los 110 sevillistas confinado sin poder acudir al estadio, no dio se?ales de vida. Desconocido, sin identidad ni plan de juego, como si hubiese vuelto a sus peores tiempos, dej車 pasar la primera hora de juego sin hacer nada sustancial. Ni rastro del equipo agresivo y comprometido de hace apenas semanas. Ni rastro del fenotipo del equipo campe車n en Tur赤n. Emery no se dej車 influir por los 迆ltimos malos resultados del equipo y mantuvo su sistema de rotaciones (jugaron Sergio Rico, Arribas, Kolo, Aspas y Gameiro). Tal vez fue inapropiado porque el Sevilla anda algo confundido. Como si necesitase establecerse ahora sobre una base fija para recuperar s車lidos principios. El inicio fue un horror. Ni el Feyenoord supo atacar ni el Sevilla manifestar su te車rica superioridad. Los estertores de la primera parte fueron un avisol. Clasie roz車 el 1-0 en el 44*.
Estuvo r芍pido Sergio Rico, pero la ca赤da del Sevilla se ve赤a venir. Desaplicado en defensa, sin orden ni intensidad, el Feyenoord fabric車 el 1-0 con una maniobra de todos sus delanteros, cuerda incluida de Boetius, que remat車 a quemarropa Toornstra. Entonces todos cayeron en la cuenta de lo que se estaban jugando y vinieron las prisas. Salieron Bacca y Deulofeu y se anul車 mal un gol a Mbia, el h谷roe de guardia que otra vez hab赤a salido al rescate. La jugada, dif赤cil para el asistente (el bal車n parado de Reyes iba al coraz車n del 芍rea donde dos jugadores estaban en fuera de juego pero el camerun谷s no), fue invalidada. Krychowiak dispar車 desde fuera del 芍rea. Fue el 迆nico instante en el que el Sevilla le puso coraz車n al partido. Pero el deseo es desorden. Boetius perdon車 el 2-0, que firm車 El Ahmadi con una volea que describi車 una par芍bola imposible para Sergio Rico. Y entonces apareci車 el rostro de Emery, que iba mucho m芍s all芍 de la impotencia de la derrota. Lo suyo era una preocupaci車n estructural. Necesita un cambio.