Un Villarreal sin defensa se complica en diez minutos locos

El Villarreal no tuvo defensa en Z¨²rich. Por eso desaprovech¨® con sus fallos dos ventajas. Por eso perdi¨® la oportunidad de sellar el pase a dieciseisavos en un partido loco con cinco goles en diez minutos. Un caos que habla muy bien de los ataques y obliga a revisar el papel de los centrales. Por eso tambi¨¦n compromete su liderato: ahora es segundo. Y por eso encadena ya tres derrotas entre Liga y Europa que han borrado la sonrisa de su t¨¦cnico y que baja de las nubes al personal.

Al equipo de Marcelino le cost¨® mandar desde el inicio con nueve suplentes. Sin embargo, su exquisito potencial en campo contrario le puso pronto las cosas de cara. Pina, en un c¨®rner lanzado por Espinosa, hizo el primero. Suplente cr¨®nico, el manchego estaba radiante. Poco le dur¨® la alegr¨ªa. Juan Carlos regal¨® el empate dos minutos despu¨¦s con una salida en falso que recalc¨® su inactividad. El Villarreal se sobrepuso al mazazo con madurez y en el 24¡¯ Gerard devolvi¨® la ventaja con un gran zapatazo tan potente como el que ya hab¨ªa soltado antes contra el larguero. L¨¢stima que a cada acierto arriba le segu¨ªa una cantada atr¨¢s. Otra vez el portero equilibr¨® un partido plagado de errores. Un saque de una falta lejana encontr¨® la cabeza de Djimsiti entre la par¨¢lisis general. El central, que no lleg¨® a tocar el bal¨®n, confundi¨® a Juan Carlos, hizo in¨²til su tard¨ªa estirada y acab¨® por se?alarle. Marcelino echaba humo.

El Z¨²rich, ordenado y voluntarioso, se vino arriba casi sin creerlo y en el 29¡¯ volvi¨® a sonrojar a una lenta defensa en la que V¨ªctor Ruiz siempre sale en las fotos de los regalos. Esta vez lleg¨® tarde al corte por una lenta cobertura mientras que Gabriel hizo lo propio con su marca en el centro. Chikhaoui no perdon¨®. El Submarino estaba tocado. Y casi hundido cuando el colegiado no se?al¨® un penalti por agarr¨®n a Espinosa.

Marcelino intent¨® mover el banquillo tras el descanso en busca de soluciones a la vez que el Z¨²rich reestructuraba su 3-5-2 en una defensa de balonmano que complic¨® mucho las cosas. Aun as¨ª, Espinosa, Pina (solo) y Rukavina (al palo) pudieron empatar. No era el d¨ªa. Cuando por fin la defensa del Villarreal decidi¨® estar a la altura, fueron los delanteros los que bajaron el nivel. Ni Gio, atascado, ni Gerard, cansado, ni Vietto, acelerado, lograron encontrar una fisura en un rival que estaba muerto y ahora sue?a. El Borussia ya es l¨ªder a falta de dos jornadas y el Villarreal baja un escal¨®n y es segundo. Nada est¨¢ seguro por tanto. Y tampoco nada est¨¢ perdido. Las opciones de seguir adelante est¨¢n intactas.