VILLARREAL 4 - ZURICH 1
Del letargo a la fiesta
Golea al Z迆rich tras un primer tiempo en el que se durmi車 y dej車 empatar. Cani, Vietto, Bruno de falta y Gio, goleadores. Gerard volvi車 a aprovechar su ocasi車n.
El Villarreal hizo los deberes tras despertar a tiempo de una siesta que pudo costarle cara. Gole車 al Z迆rich, colista en Europa y l赤der en Suiza, por su talento en ataque y una capacidad de reacci車n envidiable. El descanso reactiv車 las conciencias. As赤, ya suma nueve victorias seguidas en casa en la Europa League, se queda a una del r谷cord hist車rico del Atl谷tico y el Benfica y ya tiene encarrilada la clasificaci車n para dieciseisavos. La motivaci車n necesaria para afrontar los pr車ximos duelos directos ante Sevilla y Valencia. La ilusi車n esperada para so?ar por un t赤tulo.
El Villarreal empez車 gustando y, sobre todo, siendo eficaz. Seis minutos tard車 en picar con un tanto que resumi車 muchas de las virtudes de este equipo. Jonathan rob車 en medio campo fruto de la presi車n. Vietto se descolg車 dando apoyos. Espinosa, el siguiente en intervenir, dio un preciso pase al hueco. Gerard rompi車 con inteligencia, quebr車 al portero en su salida y, con todo para marcar a favor, le regal車 el tanto a Cani. Olvidando que es un meritorio. Y sin importarle salir en la foto. Marcelino, que es el que le pone, y El Madrigal, que es el que le aval迆a, se pusieron en pie con su regalo. ?l fue uno de los hombres del partido porque 谷l se sac車 despu谷s de la chistera la jugada del 2-1 que cambi車 el partido.
El 1-0 hac赤a presagiar una gran noche. Fue lo mejor que le pudo pasar al Villarreal num谷ricamente. Sin embargo, an赤micamente le autodestruy車. El equipo se relaj車. Enfri車 su intensidad e incentiv車 la autocomplacencia. Con la ca赤da de brazos las marcas se perdieron en defensa y las ideas se evaporaron en ataque. S車lo Gabriel mantuvo el orden atr芍s en ese intervalo y 迆nicamente Jonathan se empe?車 en no perder el norte al galope. El Z迆rich se adue?車 del bal車n en ese primer tiempo y lo jug車 con sentido y estilo. S車lo le falt車 algo m芍s de profundidad. Bien Chiumiento. Mejor Yapi Yapo. Marcelino se fue enfadando con el paso de los minutos hasta que el empate, logrado por Schonbach de rebote, acab車 por hacerle maldecir. A pesar de que Vietto casi marca en un c車rner en el 46*. El problema no era individual, sino colectivo. Por lo tanto, con s車lo tres cambios como comod赤n, la soluci車n id車nea era esperar al descanso y escucharle.
Con la reanudaci車n compareci車 otro Villarreal. El que todos ya conocen. R芍pido, enchufado y directo. Espinosa pudo marcar en el 47* con una triangulaci車n de libro. Vietto pidi車 un penalti despu谷s que no pareci車. Como el que reclam車 Chiumiento al minuto. La mejor赤a era evidente, as赤 que las buenas noticias deb赤an llegar. Y llegaron. En el 57* el Villarreal volvi車 a trenzar otra jugada extraordinaria con un env赤o perfecto al hueco de Gerard y un pase atr芍s preciso de Espinosa que Vietto no desaprovech車. La falta de Bruno tres minutos despu谷s fue a迆n mejor ya que asombr車 por su belleza y sirvi車 para sentenciar. Un golazo a la escuadra que premia a un centrocampista may迆sculo.
Desde ese instante, el de la vuelta a los or赤genes, Marcelino comenz車 a pensar en el S芍nchez Pizju芍n, as赤 que agit車 el banquillo. Dando aire a los pilares (Vietto, Bruno y Cani) y aportando m芍s instinto asesino (Cheryshev y Gio). El Villarreal sigui車 apretando, con la convicci車n y el temor de que relajarse est芍 prohibido. Por eso lleg車 el cuarto de Gio y tambi谷n por eso lleg車 la ovaci車n final de El Madrigal. No es para menos. Este Submarino anda fino.