Un cuarto de hora ca¨®tico acaba con la imbatibilidad del Atl¨¦tico

Catorce minutos fabulosos ante un rival que no sab¨ªa d¨®nde estaba, qu¨¦ pasaba a su alrededor ni c¨®mo diablos hab¨ªa llegado hasta all¨ª, le bastaron al Valencia para confirmar lo apuntado durante las seis jornadas anteriores: Nuno ha tejido un se?or equipo que a¨²n est¨¢ en crecimiento y va muy en serio. El resto del partido sirvi¨® para refrendar lo ya sabido: hasta en su peor d¨ªa, el Atleti compite siempre. Con un demoledor 3-0 abajo, se levant¨®, se aferr¨® a la vida y tuvo un penalti para colocarse 3-2 antes del descanso. Fall¨® Siqueira, Alves hizo su magia habitual y ah¨ª acab¨® la esperanza visitante. La segunda parte fue un pl¨¢cido transcurrir de minutos en el que Mestalla pudo celebrar el aparente regreso che a su lugar natural: la ¨¦lite.

Todo sucedi¨® muy r¨¢pido. Apenas se hab¨ªa sentado la gente cuando el Atleti empez¨® a dispararse en el pie como si fuera de otro. A los 6 minutos, Moy¨¢ y Miranda acudieron a la vez a por un pelotazo a ninguna parte de Mustafi. Lo que sucedi¨® all¨ª s¨®lo lo saben ellos, pero el aviso del portero o no existi¨® o se lo llev¨® el viento y el central meti¨® la cabeza donde no deb¨ªa dando lugar a un autogol absurdo. El Valencia oli¨® la sangre y se lanz¨® a deg¨¹ello.?

Apenas un minuto despu¨¦s, fue Andr¨¦ Gomes el que hurg¨® en la herida de Miranda con una delicatessen cruel. Primero le gan¨® el salto y, despu¨¦s de que Alc¨¢cer le devolviera de tac¨®n la pared, le quebr¨® sin piedad dentro del ¨¢rea antes de agradecer a Moy¨¢ el regalo de su palo. Golazo. Y no hab¨ªa acabado el castigo para el Atleti. A¨²n le faltaba el dolor de ser disparado con su propia arma. C¨®rner de Piatti y Otamendi, imperial toda la tarde, cabecea a bocajarro tras una perfecta maniobra de despiste. Si el Atleti pensaba usar la excusa del cansancio por el escaso respiro tras la Juve, el Valencia le desmont¨® la historia en un suspiro: lo que le fall¨® no fue el f¨ªsico, fue la cabeza.

Con 3-0 en el minuto 14, era grande la tentaci¨®n de encogerse, lamerse las heridas y minimizar el da?o, pero rendirse no est¨¢ en el car¨¢cter del Atleti. Al menos en el de Tiago y Koke, que levantaron a pulso a su equipo, encerrando al Valencia que, de golpe, se mostr¨® inquieto. Una gran maniobra con disparo lejano del portugu¨¦s provoc¨® el despeje forzado de Alves que remach¨® Mandzukic a la red: 3-1 y una hora por delante. Hab¨ªa partido.

Durante un cuarto de hora, el Valencia se vio agobiado, con Parejo (muy bien el resto del choque) desconectado y Otamendi resolviendo problemas a destajo cual Se?or Lobo. Tambi¨¦n andaba por all¨ª Teixeira, cayendo en la estrategia prepartido de Nuno: el Valencia jug¨® a lo que deb¨ªa y eso inclu¨ªa las faltas (22, por 14 del duro Atleti) y el ¨¢rbitro hizo justo lo que el t¨¦cnico le hab¨ªa pedido que no hiciera, permitir m¨¢s a uno que a otro. Pero lo hizo al rev¨¦s: no sac¨® amarilla por juego violento al Valencia hasta su 16? falta.

Adem¨¢s, obvi¨® un penalti por mano de Barrag¨¢n antes de, ahora s¨ª, acertar en el 44¡¯ cuando Gay¨¢ repiti¨® infracci¨®n. Siqueira pudo meter de pleno al Atleti en el partido, pero, tras quitarle el bal¨®n al tirador designado, Mandzukic, tir¨® como un principiante y no como un especialista. Eso es pecado mortal ante Alves. El Valencia lleg¨® 3-1 al vestuario y all¨ª recuper¨® la compostura. Con Arda agotado, Gabi lejos de su mejor versi¨®n, Griezmann perdido y Cerci (expulsado por doble amarilla) fuera de forma, el dominio rojiblanco en la segunda parte fue inocuo. El desenlace se hab¨ªa escrito mucho antes, en un cuarto de hora loco que pone en ¨®rbita al Valencia y debe hacer reflexionar sin dramas al Atleti. Los dos siguen donde deben: muy arriba.