ATL?TICO-REAL MADRID
Supercampe車n rojiblanco
Un gol de Mandzukic le da al Atl谷tico su segunda Supercopa de Espa?a ante un Madrid con Cristiano de suplente y en el que James fue lo m芍s peligroso.

El Atl谷tico sigue encadenando haza?as. Ya no le quedan complejos, ni nubes negras, ni registros negativos. Despu谷s de quince a?os, volvi車 a ganar al Madrid en el Calder車n; despu谷s de 28 partidos seguidos, Casillas perdi車 un derbi. La victoria, adem芍s, sirvi車 como exorcismo de lo ocurrido en Lisboa. Ramos cabece車 en el minuto 92 y la tir車 fuera. Un minuto despu谷s, un c車rner sobre el 芍rea de Moy芍 acab車 en amarilla a Cristiano. Nuevos tiempos. Y mejores, por lo que se ve.
La novedad es que el gol lleg車 antes de la batalla. Mandzukic marc車 antes de que se cumpliera el segundo minuto. No fue a traici車n porque ya hab赤a avisado en el primero. La jugada naci車 en la pizarra del Cholo (pase largo de Moy芍) y dej車 en muy mal lugar a los centrales del Madrid, que ya no levantaron cabeza. Ni Varane pudo con Mandzukic, ni Ramos con Griezmann (1,76). El franc谷s fue quien pein車 para que el croata encarara a Casillas y lo batiera de tiro cruzado, su primer gol con el Atl谷tico en jugada.
Los pases largos y las acciones a bal車n parado fueron una cruz para el Madrid durante todo el partido. En ese sentido, el equipo pareci車 poco trabajado, y de eso toca acusar a Ancelotti. Por otra parte, la disposici車n fue id谷ntica a la del partido de ida. El Atl谷tico se defend赤a bien y el Madrid atacaba mal. Nada agradece tanto un defensa como un contrario previsible. Y los de blanco, en cada avance, se anunciaban con cornetas.
El Madrid tard車 en entender que el Atl谷tico lo domina todo menos lo inesperado. Es decir, alternar posiciones, sumar a Carvajal, conectar con James. Provocar chispas. No lo logr車 hasta el minuto 24, justo cuando se desat車 una peque?a tormenta que termin車 con la expulsi車n de Simeone.
Deteng芍monos en el hecho. Simeone es una persona que cae bien. La familiaridad viene de lejos y de su autenticidad no se duda. Tampoco de su inmenso m谷rito como entrenador, quiz芍 el mejor del mundo si calculamos el rendimiento en funci車n de los recursos. Sin embargo, se desfigura cuando sobreact迆a, cuando quiere ser, al mismo tiempo, entrenador y Che Guevara. Despu谷s de ganar la Liga, y despu谷s de que el Atl谷tico se haya gastado 95 millones de euros, el Cholo deber赤a abandonar la guerrilla. Adem芍s, 谷l mismo ha desmontado su teor赤a: el Atl谷tico s赤 puede luchar contra Madrid y Barcelona, y ganarlos, como se comprob車 la pasada temporada, como se ha visto en esta Supercopa.
Su expulsi車n fue escasamente heroica. Protest車 sin mesura y hasta palme車 la cabeza del cuarto 芍rbitro, mitad cachete, mitad colleja. Si busca un acto valeroso, la pr車xima vez deber赤a palmear el cogote de S芍nchez Arminio y olvidarse de los intermediarios. Por fin, cuando fue invitado a abandonar el campo, aplaudi車 al 芍rbitro y jale車 a la grada. Perdi車 la raz車n y en origen la ten赤a: Juanfran esperaba permiso para entrar al campo y el Madrid apretaba como nunca.
Ces車 la tormenta, pero el Madrid entendi車, al menos, c車mo soplaban algunos vientos. James particip車 de las cuatro oportunidades m芍s relevantes de su equipo: dos zurdazos, un cabezazo y un pase a Bale.
Con todo, no lo perdamos de vista, el Atl谷tico era el due?o del choque. Las mejores ocasiones eran suyas, concretamente de Ra迆l Garc赤a, que pudo conseguir el segundo y el tercero. Mientras su rival ara?aba, el anfitri車n hac赤a uso de la artiller赤a, del poder que siente quien se sabe superior, m芍s alto, m芍s le赤do y mejor entrenado.
En la segunda parte, Cristiano entr車 por Kroos y el Madrid pas車 de lo previsible a lo ca車tico. Perdi車 el control y el Atl谷tico encaden車 ocasiones a la contra. Jurar赤a que hasta se divirti車. La cosa empeor車 para los de blanco cuando Ancelotti sustituy車 a James, el mejor del equipo, para dar entrada a Isco. Tambi谷n de eso hay que acusar al italiano. La impotencia de los madridistas contrast車 como nunca con el aplomo de los rojiblancos, merecid赤simos ganadores de la Supercopa. Simeone no necesita la boina del Che para seguir derribando barreras.