?Puedo hacerle una confesi¨®n y pedirle un consejo?

Claro.

Mire, yo estaba muy ilusionado por entrevistarle y ayer se lo expliqu¨¦ a mi hijo peque?o, que no entendi¨® mi ilusi¨®n. Seguro que pens¨® que le gustar¨ªa m¨¢s que su padre entrevistara a Messi o a Cristiano. ?Es grave? ?qu¨¦ castigo le aplico?

(Risas). No hombre. Eso tiene f¨¢cil soluci¨®n. Le pone las grabaciones de mis partidos y que decida ¨¦l. Si no las tiene, hable ahora con mi asistente y le mando un dvd.

Lleva usted tres horas concediendo entrevistas y est¨¢ fresco como una lechuga. ?C¨®mo lo hace?

Es trabajo. No cansa. Adem¨¢s, si quiere que le diga un secreto, s¨®lo lo hago una vez cada cuatro a?os.

En la sesi¨®n de fotos de hace un rato ha estado hojeando el AS y cuando ha visto el nombre de Xavi ha dicho...

S¨ª, este es el bueno, este es el del que hay que hablar. Me reafirmo. Me encanta Xavi. Es excelente. El Bar?a me gusta principalmente por Xavi, y adem¨¢s Iniesta, Messi... ese equipo me recordaba a mi ¨¦poca de Santos con Zito, Coutinho, Pepe...

En la portada del diario estaba Diego Costa, un brasile?o que juega con Epa?a, ?le sorprende?

Me sorprende en la medida de que antes nadie quer¨ªa dejar de jugar en la selecci¨®n brasile?a. Pero los tiempos han cambiado. Ante todo, hay que respetar su decisi¨®n. Tiene que estar donde se sienta mejor y es en Espa?a. Ten¨ªa la posibilidad de hacerlo porque tiene la doble nacionalidad y lo ¨²nico que puedo desear ahora es que contra Brasil no est¨¦ afortunado.

?A qui¨¦n tiene ganas de ver en este Mundial?

Al Bar?a.

Querr¨¢ decir Espa?a

S¨ª claro, pero identifico mucho el sistema de juego de Espa?a con el Bar?a. El Barcelona es el equipo de Espa?a. De hecho, debe haber unos ocho jugadores del Bar?a en la Selecci¨®n. Ha marcado ese estilo. Es un equipo que me recuerda mucho al que yo jugu¨¦.

?Y a quien m¨¢s quiere ver?

Alemania sobre todo. Est¨¢ bien. Son los dos equipos que m¨¢s quiero ver.

?Usted sue?a que juega al f¨²tbol?

S¨ª claro. A menudo me pasa.

?Le ha pasado siempre o s¨®lo cuando se retir¨®?

No, siempre me pas¨®. Pero son sue?os diferentes.

?Me lo puede explicar?

Mire, cuando jugaba so?aba que estaba en un campo de f¨²tbol y que mandaba. Siempre estaba ordenando a los compa?eros o echando la bronca a alguien, pidiendo la pelota todo el rato.

?Y ahora?

Ahora sue?o que estoy en Maracan¨¢ y que marco un gol y me despierto. Qu¨¦ tonter¨ªa, ?no?

En absoluto. Y disculpe el psicoan¨¢lisis, pero ?alguno de esos goles que marca es alguno que no pudo marcar?

?A que se refiere?

A que si en sue?os finalmente el chut desde medio campo a Viktor es gol o si el bal¨®n cruzado ante la salida de Mazurkiewicz acaba entrando...

(Risas) Noooo, esos siguen sin entrar.

?Qu¨¦ echa de menos del f¨²tbol de antes?

La diferencia es la mentalidad. Ahora se preocupan m¨¢s de jugar para ganar y se olvidan del juego y del espect¨¢culo. Lo peor es el comercio alrededor del f¨²tbol.

En este sentido, usted de muy joven ya fue inmensamente famoso, a Neymar ahora le pasa algo parecido. ?Qu¨¦ consejo le dar¨ªa para que no se perdiera por el camino?

La gran suerte que tuve es que mi pap¨¢ hab¨ªa sido jugador de f¨²tbol y ten¨ªa muy claro todo. Y eso que jugu¨¦ un Mundial a los 17 a?os. Tuve un gran apoyo por su parte y para m¨ª fue una cosa normal. La fama puede ser peligrosa, pero la familia es fundamental. Pero hay otro problema.

?Cu¨¢l es?

La comunicaci¨®n, los media, las Redes Sociales. En mi ¨¦poca no hab¨ªa esta potencia y ahora los jugadores son artistas, pintores, modelos, lo hacen todo. Esa es la gran diferencia con mi ¨¦poca.

A usted le pegaron mucho en el terreno de juego, ?era m¨¢s duro el f¨²tbol antes?

No, era igual de duro, pero ahora protegen m¨¢s los ¨¢rbitros a los futbolistas. Creo que ahora podr¨ªa seguir jugando si tuviera la condici¨®n f¨ªsica adecuada, claro est¨¢.

Usted era un ni?o cuando ocurri¨® el Maracanazo y reconoce que ese d¨ªa vio llorar a su padre. ?C¨®mo afronta este Mundial?

Bien. La revancha nos la tomamos en el 70 en los cuartos de final. En el partido ese de Mazurkiewicz. La herida est¨¢ sanada, aunque de verdad me gustar¨ªa por una generaci¨®n repetir la final contra Uruguay. Eso ser¨ªa la cura definitiva.

Una cura que tambi¨¦n servir¨ªa para aplacar las protestas contra el Mundial. ?C¨®mo me explica que los brasile?os no quieran la Copa?

S¨ª que la quieren, pero hay que distinguir. El mensaje que estoy dando desde hace mucho tiempo es el de que el f¨²tbol no es culpable. La gente tiene raz¨®n en sus quejas, pero no son quejas contra el f¨²tbol. Este deporte le ha dado a Brasil lo mejor. Le ha hecho grande. Otra cosa es la corrupci¨®n de los pol¨ªticos.