Dilma Rouseff no ir¨¢ al partido inicial por temor a ser pitada

Brasil se agita ante el inminente inicio del Mundial. La protestas en contra de la Copa parecen dif¨ªciles de parar y el Gobierno ya las da por asumidas. Valga como prueba que la presidenta Dilma Roussef ya ha anunciado que no asistir¨¢ a la inauguraci¨®n en el Arena Corinthians de Sao Paulo dentro de cuatro d¨ªas para evitar la m¨¢s que previsible bronca. En su lugar, comparecer¨¢ el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

No obstante, la selecci¨®n de Brasil tiene un plan para enganchar a la gente a su causa. Un plan con nombre y apellido: Luiz Felipe Scolari. Felipao es la figura que levanta mayor unanimidad en todo este circo y ha asumido el liderazgo de la empresa por delante de los pol¨ªticos. Su lema es claro: ¡°La gente no est¨¢ contra Brasil, est¨¢ contra la organizaci¨®n del Mundial¡±.

Fiel a este lema, Scolari lleva tiempo tratando de que el pueblo se sume a su ¡®Familia¡¯ que es como el t¨¦cnico denomina a su combinado.Si en el Mundial del 2002 el concepto ¡®Familia Scolari¡¯ sirvi¨® para aislar al grupo de los medios de comunicaci¨®n y hacerle m¨¢s fuerte, en este Mundial, la ¡®Familia¡¯ abre sus brazos al pueblo. Una hinchada que sigue siendo extremadamente rigurosa con el equipo y que ya le ha dado dos avisos en forma de ligera pitada en los dos partidos amistosos que ha disputado en la ¨²ltima semana.

Para tratar de unir al pueblo con la selecci¨®n, Scolari ha abierto las puertas del equipo. Quiere que los jugadores sean lo m¨¢s accesibles posible al p¨²blico. Por eso, ha abierto un d¨ªa a la semana Granja Comary para que desde ah¨ª se puedan hacer todo tipo de programas de televisi¨®n. No ¨²nicamente deportivos, sino de cocina, concursos o de variedades. Permite que los jugadores tengan accesos a sus Redes Sociales para crear empat¨ªa con los que deben de ser su m¨¢s firme apoyo durante la Copa.

De momento, el Plan Scolari funciona a medias. Por una parte, la gente empieza a diferenciar claramente lo que es la protesta contra los excesos de la organizaci¨®n (FIFA incluida) del apoyo a la verdeamarelha, aunque esperen m¨¢s de su juego.

Lo que est¨¢ claro es que tras el ¨¦xito de la Confederaciones, Scolari se ha erigido como el m¨¢stil al que aferrarse ante el pesimismo que invad¨ªa el f¨²tbol brasile?o hace tres a?os y ahora se mira el futuro con una ilusi¨®n que tan s¨®lo necesitar¨¢ de un peque?o empuj¨®n por parte del equipo. Esto es, empezar ganando a Croacia.