EL REPORTAJE
El penalti de Djukic que dio la Liga al Bar?a cumple 20 a?os
El s芍bado 14 de mayo de 1994 Gonz芍lez, del Valencia, detuvo una pena m芍xima en el minuto 90 al serbio que pas車 a la historia porque vali車 un campeonato
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Justo ahora que la Liga est芍 a punto de decirse. Justo ahora que otro equipo ajeno a la bipolaridad predominante puede dar levantar el t赤tulo. Y justo ahora que las primas a terceros vuelven a estar en boca de todos, se cumplen 20 a?os del penalti de Djukic que dio una Liga al Bar?a, que rindi車 al Deportivo en l赤nea de meta y que presuntamente enriqueci車 a un Valencia que no se jugaba nada en la 迆ltima jornada de la temporada 1993-94. Aquel s芍bado 14 de mayo de 1994 se vivi車 el final de campeonato m芍s dram芍tico e inesperado, y se empez車 a cocinar la m芍s fabulosa de las revanchas.
El 迆ltimo minuto de aquel Depor-Valencia en Riazor a迆n se recuerda como si no hubiera pasado el tiempo. El Depor llegaba l赤der con un punto de ventaja sobre el Barcelona, que a esa misma hora, por el horario unificado, jugaba en casa frente al Sevilla. El equipo de Arsenio Iglesias estaba bloqueado como pocas veces se le vio en una Liga que comenz車 a encabezar contra pron車stico desde la jornada 14 y que no supo rematar debidamente por dos tropiezos en las 迆ltimas curvas contra Lleida y Rayo. Tras 90 minutos temblorosos, en una de las 迆ltimas jugadas, con 0-0 en el marcador, Bebeto recogi車 al borde del 芍rea un bal車n de espaldas a la porter赤a y tras atraer a varios rivales decidi車 abrir el juego a la desesperada aprovechando la subida por la banda izquierda del incombustible (y exvalencianista) Nando. El lateral buscaba m芍s el penalti que una buena asociaci車n. Serer, torpemente hizo el resto. L車pez Nieto no dud車 y se?al車 el punto de castigo de forma salvadora para el Depor ya que Romario y compa?赤a hab赤an acabado a esa hora en el Camp Nou con un rival que se adelant車 por medio de Suker. ※Es curioso. En M芍laga me pidieron los d赤as previos que ayudase al Depor. Fue claro. No me lo pens谷§, dijo despu谷s el colegiado. La emoci車n embarg車 a algunos. Bebeto se tir車 al suelo de rodillas. Arsenio se llev車 las manos a la cara para frotarse los ojos. Se vivieron los segundos m芍s tensos y emocionantes que se recuerdan en Riazor.
Encontrada la 迆nica rendija para atar el campeonato, todos los focos en A Coru?a buscaban a Bebeto. Por eso de ser la estrella fichada para momentos como estos. Pero la sorpresa salt車 cuando Djukic fue quien cogi車 el bal車n para intentar batir a Gonz芍lez, el suplente de Sempere que hab赤a llegado a la titularidad una jornada antes por expulsi車n y que, curiosamente, hab赤a detenido un penalti a Iv芍n Rocha, del Valladolid. Nadie a esa hora reparaba en la importancia de que fuera uno u otro el lanzador. Lo crucial, m芍s que el medio, era el fin. Hasta que el central serbio hinch車 el pecho con m芍s miedo que tranquilidad y se dirigi車 a golpear el bal車n con la temeridad de haber imaginado antes mil formas de ejecutar el penalti y no tener ninguna clara. Gonz芍lez adivin車 sus intenciones. Se lanz車 a su derecha y se encontr車 con un disparo sin fe. El portero ataj車 el bal車n ayudado por la nula fuerza con la que hab赤a sido golpeado. Se levant車 de inmediato y celebr車 su estirada con el pu?o cerrado y la energ赤a que equival赤an a haber logrado la mism赤sima Copa de Europa. Los jugadores del Valencia no disimularon la alegr赤a. Hubo alguno como Arroyo que hasta se revolc車 por la hierba. Los del Depor, por contra, no ten赤an fuerzas ni para apurar el descuento. Djukic no sab赤a donde meterse. Pulul車 por el campo hasta que el final dio con sus huesos en el suelo.
El pitido del colegiado desat車 una ola de l芍grimas. El Depor volv赤a a ser subcampe車n, como en la temporada 1949-50, cuando otra vez dej車 de hacer los deberes en la 迆ltima jornada desaprovechando el empate del Atl谷tico (campe車n). Y mientras Riazor enmudec赤a, Lendoiro era consolado y Bebeto hu赤a al vestuario, el Camp Nou volv赤a a estallar de j迆bilo por otra Liga inesperada. Nu?ez se abrazaba en el palco a sus directivos mientras Gaspart segu赤a el desenlace en un servicio y los jugadores, apelotonados en el centro del campo en torno a una radio, volv赤an a cantar el alir車n tras ganar al Sevilla 5-2 y despu谷s de haber obrado otro milagro como los de Tenerife. Espa?a, salvo amplio sector cul谷, era esa noche del Depor por lo mismo que ahora empuja al Atleti. Por haber disfrutado de una proeza. Por eso, la noche fue triste y larga. La rabia se apoder車 del ambiente, as赤 que la mayor赤a comenz車 a pedir explicaciones. ?Por qu谷 Djukic? ?Por qu谷 corri車 tanto el Valencia? ?Por qu谷 Bebeto no dio la cara?
Algunos quisieron entenderlo. La mayor赤a, no. Pocos recordaban ya que los lanzadores de penaltis del Depor, por este orden, eran Donato, Djukic y Bebeto. Pocos quisieron aceptar que Donato hab赤a sido sustituido en el minuto 74 por Alfredo Santaelena y que Bebeto hab赤a fallado pocas semanas antes dos penaltis ante el Oviedo y el Aston Villa y que no hab赤a metido ninguno en toda la temporada, cosa que Djukic s赤 hizo con el 迆nico que lanz車 (en el Calder車n, 0-1). El caso era buscar responsables. Ajustadas las cuentas en casa, hab赤a que mirar al Valencia. Por su af芍n en ganar sin jugarse nada y por una celebraci車n que daba pie a la sospecha. El autob迆s del Valencia fue despedido con piedras. Los jugadores, con insultos. Un distanciamiento entre aficiones que fue aliment芍ndose con el paso del tiempo a la misma velocidad que fueron conoci谷ndose detalles de las horas previas a aquel desenlace liguero.
Hay contradicciones pero cada testimonio guarda un punto en com迆n sobre lo que sucedi車 antes de la jornada 38. El historiador Carlos Fern芍ndez, en un relato confirmado por m迆ltiples fuentes, lleg車 a asegurar que el pacto entre el Bar?a y el Valencia se fragu車 el martes de 10 de mayo de 1994 en un piso de Valencia. A los millones de pesetas por cabeza (hasta 20 dicen algunos) se un赤an otros siete aportados por un empresario catal芍n que ir赤an destinados al portero si no encajaba. Las cantidades var赤an dependiendo de quien las cuente. ※Fue un dinero amargo§, reconoci車 Giner, central aquella noche del Valencia, que explic車 algunos detalles en el Confidencial: ※Recogimos el dinero en mitad de la autopista entre Valencia y Barcelona. Lo guardamos en casa de uno del equipo y lo fuimos repartiendo§. Despu谷s se supo que el t谷cnico che, Hiddink, no quiso su parte y que Penev, de baja por un c芍ncer testicular, lleg車 a decir: ※?Tres millones? ?Una Liga vale por lo menos diez!§. Gonz芍lez, diana de las cr赤ticas, se sincer車 a?os m芍s tarde y reivindic車 un nuevo plan que ahora defienden, entre otros, el presidente de AFE, Luis Rubiales: ※Ser赤a bueno que se normalizaran las primas. Incentivar por ganar es l赤cito§.
Lo cierto es que la llegada del Valencia a A Coru?a (v赤a Barcelona), con algunos jugadores metiendo con guasa un billete de 5.000 pesetas en el bolso de Juan Cruz Sol (delegado), fue una se?al que pocos entendieron. Pero el f迆tbol, como dec赤a Boskov, es f迆tbol y la revancha no tard車 en llegar. El Depor le gan車 al Valencia la final de Copa una sola temporada despu谷s. Logr車 la Liga en la campa?a 1999-2000 con un gol clave en la misma porter赤a donde Djukic fall車 aquella noche. Y el central, ahora entrenador, vio c車mo su trayectoria se enderezaba. Gan車 la Liga, la Copa y la Supercopa precisamente en las filas del Valencia. Supo rearmarse psicol車gicamente: ※La imagen de la jugada me persigui車 durante mucho tiempo. Fue el peor momento de mi vida. Era una obsesi車n insana. Un d赤a decid赤 que no pod赤a seguir pensando en eso. No quer赤a volverme loco§, repite siempre. Y para colm車 ajust車 cuentas con Gonz芍lez. Para empezar, el portero no sigui車 en el Valencia pese a ser el protagonista de la 迆ltima jornada y reivindicarse con otro penalti detenido. Y luego, en los primeros pasos del serbio en los banquillos, lleg車 al H谷rcules para suplir al Boquer車n Esteban, cuyo preparador de porteros era precisamente# Gonz芍lez. M芍s tarde, ya como t谷cnico del Valencia, la Junta decidi車 dar una rueda de prensa en plena crisis despu谷s de un nuevo tropiezo del equipo en casa ante el Valladolid con un fallo de Banega desde los once metros incluido. El presidente fue tajante: ※Djukic seguir芍. ?l no tira los penaltis§. Raz車n no le faltaba. Desde aquel 14 de mayo de 1994 Djukic no volvi車 a lanzar ninguno.