Cartas desde Am¨¦rica
Manuel Pellegrini conquista la Premier League y a todo Chile
Manuel Pellegrini, el conquistador. Gan¨® fuera y se gan¨® a todos dentro. El t¨ªtulo liguero del Manchester City fue acogido por sus compatriotas como la proyecci¨®n de un pa¨ªs.
Hasta los hinchas de La U, es verdad que no todos, dibujaron una mueca de satisfacci¨®n mientras ca¨ªan los goles del City que coronaban a Manuel Pellegrini como el primer entrenador sudamericano en levantar la Premier League. El ¨¦xito del Ingeniero es el de un pa¨ªs entero, el orgullo de todos los chilenos, una felicidad casi un¨¢nime desde la primera regi¨®n hasta la ¨²ltima. Si acaso s¨®lo no compartida por ese grupo de hinchas azules que tienen clavada en el alma como una afrenta el descenso de la Universidad en 1988. Fue la primera aventura como entrenador del personaje hoy condecorado, interrumpida durante dos meses por un pol¨¦mico curso que le llev¨® a Europa a perfeccionar su metodolog¨ªa (en ese periodo de fuga el equipo no gan¨® un solo partido). Pero no hay m¨¢s marcas de rivalidad futbol¨ªstica que contaminen la haza?a, que impidan convertir a don Manuel en la bandera indiscutida de todo Chile.
Los medios de comunicaci¨®n se lanzaron a proclamar a Pellegrini como el mejor entrenador chileno de todos los tiempos. Posiblemente ya lo fuera antes del alir¨®n en el Etihad Stadium, pero el domingo las dudas pendientes se zanjaron. No hubo uno solo entre los personajes de post¨ªn encuestados que discutiera la aseveraci¨®n. Fernando Riera, el seleccionador que elev¨® a La Roja (Chile patent¨® el nombre antes) al tercer lugar en el Mundial de 1962, que gan¨® dos Ligas portuguesas con el Benfica y lleg¨® a la final de la Copa de Europa en 1963, el pope absoluto hasta ahora, ¡°el m¨¢s grande todos¡± seg¨²n palabras del propio Pellegrini, qued¨® definitivamente superado.
Y eso que Pellegrini no presume de un palmar¨¦s demasiado brillante en su tierra. Una Copa y una Interamericana (una especie de Supercopa entre los campeones de Am¨¦rica del Norte y del Sur que ya desapareci¨®) con la Cat¨®lica y poco m¨¢s. Pero m¨¢s all¨¢ de los Andes nadie hab¨ªa sido capaz de llegar tan lejos: un t¨ªtulo de Liga en Ecuador y dos en Argentina, m¨¢s una Mercosur (tambi¨¦n extinguida, algo as¨ª como la Copa de la UEFA). Las buenas actuaciones en Espa?a con Villarreal y M¨¢laga, el salto al banquillo del Real Madrid, la admiraci¨®n masiva por sus formas personales y por el estilo de sus equipos, y ahora este doblete con el Manchester City en la Premier League. Chile siente que uno de los suyos ha ganado la NBA, por poner a los espa?oles en su piel. El nombre del pa¨ªs de paseo triunfal por las plazas m¨¢s ilustres del f¨²tbol mundial.
Su reinado. Una conquista que ninguno de los vecinos de continente hab¨ªa sido capaz de alcanzar. Chile fue el primer pie en pisar la luna. Ni los brasile?os ni los uruguayos ni los argentinos acertaron a conseguirlo antes, pese a la propaganda que les acompa?a. La comparaci¨®n es recurrente a estas horas. De hecho, el reinado de Pellegrini ha sido tomado por sus colegas chilenos como una reivindicaci¨®n. Una llamada para que el personal rebaje su fascinaci¨®n por lo argentino (Bielsa, Sampaoli, Berizzo) y conf¨ªe en las cualidades de los entrenadores aut¨®ctonos.
Nadie bajar¨¢ a la calle ni tan siquiera se subir¨¢ a una fuente para conmemorar el acontecimiento, pero raro es el chileno que hoy no saque pecho, que no camine presumiendo de Pellegrini.