Marruecos enloquece y ven al Raja Casablanca campe¨®n

Esto no es nada con lo que puede pasar ma?ana si ganan el campeonato. El pa¨ªs se pude volver a paralizar. Casi todos en Marruecos son del Raja, el equipo m¨¢s popular de Marruecos¡±. Habla Chirif Abdul¨ªn, un joven taxista de Marrakech que enganch¨® la noche con el d¨ªa: haberse metido en la final del Mundial de Clubes bien merec¨ªa una fiesta.

Fundado en marzo de 1949, el Raja Club Athletic naci¨® de la uni¨®n del pueblo en la resistencia contra los franceses. Eso le dio una popularidad tremenda, siendo considerado en el tiempo como el equipo del pueblo. ¡°Tratamos de jugar bien el bal¨®n¡±, dice siempre su entrenador, el veterano Faouzi Benzarti, que apunta: ¡°Lo que no vamos a hacer nunca es alocarnos. Hay que ir poco a poco a por los partidos, utilizando nuestros recursos¡±.

Con aficionados repartidos por todo el pa¨ªs, Marrakech se ha te?ido de verde, el del color del Raja. Los hoteles est¨¢n casi completos, mientras que la Tor?ida hace negocio vendiendo sus entradas, las que ten¨ªan reservadas para la final. Cuanto m¨¢s esperen, m¨¢s se llevar¨¢n, aunque pocos quieren seguir pisando suelo marroqu¨ª. ¡°Es lo peor que me pas¨® en la vida¡±, dicen. En Marruecos hay pocos recursos econ¨®micos, pero el hincha del Raja, por ver a su equipo derrotando al Bayern, es capaz de todo. ¡°Estoy pensando en vender mi casa por estar en el estadio ma?ana¡±, explica Yusuf, un jardinero que vez regresa a su puesto de trabajo tras ir a rezar por tercera vez en el d¨ªa.

A reventar. El Marrakech Stadium estar¨¢ a reventar. Las 46.000 plazas se ocupar¨¢n una tras otra, con cerca de 3.000 alemanes distribuidos en varios puntos del estadio. La afici¨®n del Raja es caliente, generando problemas en algunas de sus salidas. Sus fan¨¢ticos, incondicionales celebran, pero quieren m¨¢s. Ma?ana tienen una oportunidad de oro y no desean abandonar la felicidad.