RAJA 3 - AT. MINEIRO 1
El Raja de Casablanca acaba con la sonrisa de Ronadinho
El equipo local sorprendi¨® al Atl¨¦tico Mineiro y jugar¨¢ la final ante el Bayern de Guardiola el s¨¢bado a las 20:30 (hora espa?ola). El exdelantero del Bar?a marc¨® de falta.
El Raja de Casablanca(3-1) jugar¨¢ la final del Mundial de Clubes contra el Bayern de M¨²nich el pr¨®ximo s¨¢bado. Los marroqu¨ªes se ganaron a base de velocidad y presi¨®n el estar en el choque decisivo. Se adelantaron en el marcador, vieron como Ronaldinho empataba, pero un discutido penalti cometido por Rever acab¨® por desatar la locura en Marrakech. En el descuento, la sentencia. Hasta el s¨¢bado, fiesta en Marruecos. Tras medirse al Bayern, veremos.
La primera parte fue rar¨ªsima. Los marroqu¨ªs quer¨ªan jugar r¨¢pido, pero no encontraban un buen ¨²ltimo pase. Atl¨¦tico Mineiro deseaba controlar el partido, pero los errores en la circulaci¨®n le condenaban a p¨¦rdidas que hac¨ªan imposible su idea. Llegados a este punto de desencuentro entre ambos, las ocasiones comenzaron a acumularse en el tramo final del acto. V¨ªctor, portero brasile?o, fue tan protagonista como Jo. Mientras el meta sacaba un remate a bocajarro de Moutaouali (36¡¯), el delantero brasile?o ve¨ªa como se le trastabillaba la pelota entre las piernas y sus intenciones quedaban en eso, en un suspiro profundo de la tor?ida del Gallo, llegada en m¨¢s de 4.000 a Marruecos.
El propio V¨ªctor fue protagonista al ver c¨®mo un remate de Moutaouali sal¨ªa lamiendo la cepa del palo derecha. Volv¨ªa a retumbar el Marrakech Stadium lleno de banderas verdiblancas. La pasi¨®n por el f¨²tbol en el norte de ?frica no tiene explicaci¨®n. Uno tiene que verlo para tratar de comprenderlo. Mientras el fondo gobernado por los Green Boys no acababa de entender el error de su futbolista, Fernandinho replicaba apretando las bufandas de los hist¨¦ricos radicales locales.
La locura lleg¨® nada m¨¢s comenzar la segunda parte. Si en la primera tuvo espacios, pero no encontr¨® la manera de aprovecharla, la ecuaci¨®n en la segunda parte fue diferente para el Raja. Pelota a la espalda de los centrales, t¨ªmido control para asegurar la posici¨®n y remate seco, abajo, donde m¨¢s le pod¨ªa doler a V¨ªctor y a los cada vez m¨¢s encogidos seguidores brasile?os. Imag¨ªnense lo que fue el estadio, la reacci¨®n del pueblo marroqu¨ª y lo que sufrieron los cimientos del estadio.
Ronaldinho. Es la esperanza del Mineiro, aunque saben en Minas Gerais que s¨®lo un milagro puede hacerlo quedar de albinegro. Suya fue la magia, poco efectiva en muchos lances, pero suficiente como para hacer los que parec¨ªa imposible: empatar. Movi¨¦ndose en un espacio reducido de terreno, pero a¨²n con las ideas claras, el Ga¨²cho monopoliz¨® el bal¨®n y con la mirada solicito (63¡¯) un tiro de falta que acab¨® colando en la porter¨ªa africana. La locura silenci¨® a los 31.000 marroqu¨ªs y despert¨® a la tropa brasile?a, algunos incluso llorando.
Pero el ex azulgrana no fue suficiente. Marradas cuatro ocasiones medianamente claras, de nuevo una contra liquidaba a los brasile?os. Rever comet¨ªa penalti sobre Iajour y Moutaouali pon¨ªa el primer pie de los marroqu¨ªs en la final del s¨¢bado. Desde ah¨ª hasta el final, fiesta local, l¨¢grimas brasile?as y la triste despedida del Mundial de Clubes de un grande, Ronaldinho Ga¨²cho.