MIL?N 0 - AJAX 0
El Mil¨¢n, rey del catenaccio
El cerrojo de los italianos impide que el Ajax, con un ritmo demasiado lento y un jugador m¨¢s desde el 22¡¯, consiga el gol que hubiera significado el pase a octavos.

El libro del cerrojazo italiano puede a?adir un cap¨ªtulo m¨¢s a su historia. El Mil¨¢n, con un jugador menos desde el minuto 22, se encerr¨® en su campo y dej¨® al Ajax seco, a un gol de los octavos. Un tanto que parec¨ªa al alcance, pero que se estrell¨® una y otra vez contra el muro rossonero.?
Al Mil¨¢n le va el riesgo. Los italianos ten¨ªan todo a favor para lograr la clasificaci¨®n para octavos de la Champions: les val¨ªa con un empate, jugaban en casa y ten¨ªan sobre el terreno de juego a todas sus estrellas. Por eso el que ten¨ªa que arriesgar era el Ajax, que asumi¨® su papel y nada m¨¢s empezar mand¨® un bal¨®n al palo. Pero en el minuto 22 el gui¨®n se torci¨®: Montolivo le hizo una dura entrada a Poulsen que el colegiado sancion¨® con roja directa. Los de Allegri se vieron obligados a dar una vuelta al sistema, que termin¨® con el sacrificio de El Shaarawy para dar estabilidad defensiva con Poli. En s¨ªntesis, paso atr¨¢s y a jugar a la italiana.
El regalo inesperado no volvi¨® loco al conjunto holand¨¦s. Por si hab¨ªa dudas, el Ajax asumi¨® totalmente el manejo del bal¨®n y no se precipit¨®. Sus mejores ocasiones cuajaron a base de calma y de cabeza, no fuera a ser que en un descuido Balotelli o Kak¨¢ culminaran un contragolpe y echaran todo por la borda. Solo Abbiati fastidi¨® el nuevo planteamiento con dos grandes paradas.
Los italianos sab¨ªan que recurrir a un juego que no se basara en los contraataques era todo un riesgo: el Ajax presionaba muy arriba, por lo que perder el bal¨®n en campo propio era estar vendido. Solo en los ¨²ltimos minutos de la primera parte (y despu¨¦s de haber ca¨ªdo en fuera de juego casi cada vez que se acercaban al ¨¢rea de Cillessen) buscaron m¨¢s combinaciones, aunque sin diana.
En la segunda mitad, el Mil¨¢n no tuvo ning¨²n reparo en poner el autob¨²s delante de la porter¨ªa de Abbiati. Ante el cierre, el Ajax mantuvo su juego combinativo para acercarse y marcar las jugadas, pero la falta de velocidad daba muchas facilidades a su rival. Con ese panorama, los rossoneri hab¨ªan renunciado hasta a las contras. El ¨²nico que dej¨® ver su personalidad dentro del compacto bloque italiano fue Balotelli.
La paciencia de los de De Boer (quiz¨¢ desesperante para un aficionado) dio lugar a muchos acercamientos y un par de buenas ocasiones. Abbiati marr¨® una gran jugada que acab¨® con disparo de Klassen en el 67¡¯ y, apenas ocho minutos despu¨¦s, Fischer lanz¨® un tiro que pas¨® lamiendo la madera izquierda.
El tiempo se agotaba y el Mil¨¢n aguantaba, estoico, los cada vez m¨¢s desesperados intentos del Ajax. Los holandeses se olvidaron de su paciencia y de su serenidad y ametrallaban cada vez que pod¨ªan. Todo con el h¨¢ndicap de tener a Balotelli al acecho, intimidando lo suficiente como para que los visitantes tuvieran un ojo en la nuca.
El cerrojazo funcion¨® y el Mil¨¢n se mete en los octavos de final a base de aguante y dejando claro que, aunque esta temporada le falte brillo, de lo que no escatima es de oficio.