OL?MPIC 0- REAL MADRID 0
S車lo Isco dio la talla en X角tiva
El Madrid fue incapaz de marcar ante el Ol赤mpic, un dign赤simo Segunda B. El malague?o gener車 las mejores ocasiones, pero Ancelotti le cambi車.Sorteo Copa del Rey en directo: octavos
![Isco fue el motor del Real Madrid](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/MHMTK2AX5BPYDJUGOZTXRHLYGA.jpg?auth=8fbcb1b4e6b08274ba78f66c8794a454fce1feb3b6dec99f8c7345bcd051f867&width=360&height=203&smart=true)
Hubiera sido vibrante si la Copa se jugara a un solo encuentro en campo del equipo m芍s modesto. En ese caso el mundo se habr赤a quedado colgado del partido de X角tiva, de su inesperada pr車rroga, de la haza?a de los locales y de la impotencia del Madrid. Nada de eso suceder芍 porque en Espa?a se programan eliminatorias a doble partido para favorecer a los grandes. La proeza es indudable, pero el milagro improbable. Queda la vuelta en el Bernab谷u.
En su disposici車n inicial, el partido lo ten赤a todo: buen ambiente en las gradas, sombras para darse besos y chavaler赤a contenta; s車lo le faltaba hierba. Hierba natural, quiero decir, de la que amarillea y sufre alopecia. La hierba artificial es una aberraci車n de la modernidad similar a los tomatitos cherry; un material m芍s parecido a la moqueta de un hotel que al c谷sped de las praderas brit芍nicas. Lo que para ciertos equipos, castigados por climas extremos, empez車 siendo una soluci車n, para otros se ha convertido en una vaguer赤a ecol車gica, un ahorro en jardineros. La evidencia es que los equipos con talento, y el X角tiva lo tiene (Mareny角, Denis, Belda#), jugar赤an mejor sobre un c谷sped clorof赤lico.
La superficie quedar芍 como una de las m赤nimas justificaciones del Madrid. Aunque es cierto que al equipo le cost車 adaptarse a la dureza del suelo y a los viv赤simos botes de la pelota, tambi谷n lo es que tampoco le interes車 en exceso el partido, ni la exigencia que propon赤a.
El X角tiva no dio una facilidad. Desde el primer minuto, lo hizo todo como indica el manual del superviviente. Ni se achic車 ni se volvi車 loco. Atac車 con 芍nimo, pero con prudencia, y en todo momento llev車 a cabo un esfuerzo formidable por mantener el orden. Si progresivamente perdi車 fuelle, y en consecuencia metros, es porque resulta imposible mantener la atenci車n en tantos frentes y durante tanto tiempo. Por esa rendija se col車, poco a poco, el genio del Madrid.
En la primera mitad, el Real Madrid s車lo remat車 una vez entre palos; cabezazo sin peligro de Casemiro. Sumen un disparo desviado de Di Mar赤a y paren de contar. El argentino, por cierto, parec赤a empe?ado en convencer al club de la bondad de su traspaso al M車naco. Estuvo precipitado y fall車n, ajeno a cuanto suced赤a. S車lo dej車 un buen pase el minuto antes de ser sustituido por Benzema; Isco no culmin車.
Se entiende que el X角tiva encadene ocho partidos sin recibir un gol. Mendoza y Alc芍zar son centrales a la vieja usanza, machos alfa, futbolistas con pecho de superh谷roe. Tambi谷n se comprende que el equipo acumule ocho empates a cero. Su relaci車n con el gol es distante, y bien que lo agradeci車 Casillas, porque la hierba artificial es altamente abrasiva.
En la segunda parte Ancelotti acept車 el fracaso y dio entrada a Marcelo por Arbeloa. El Madrid gan車 en profundidad y en inter谷s. O tal vez s車lo se interes車 Isco. Fue bastante. El malague?o destrozaba el orden del X角tiva con cada avance o caracoleo, regate o pase al hueco; suyo fue el mejor tiro, salvado por un parad車n de Francis. El estadio entero resopl車 cuando fue sustituido por Modric, en una indescifrable decisi車n de Carletto.
Benzema, Morata y Jes谷 tuvieron ocasiones de marcar, pero el Madrid no ten赤a ni punter赤a ni balas, tampoco deseos de mancharse con sudor propio o sangre ajena.
L芍stima de Copa. En Inglaterra el X角tiva habr赤a sido aclamado por su proeza. Aqu赤 en Espa?a todav赤a tendr芍 que subir el Everest con ropa de verano.