La fiesta acab車 realmente mal . Espa?a perdi車 la memoria , el estilo y el partido ante una selecci車n menor pero con m芍s ilusi車n y mejor juego. Se rompi車 V赤ctor Vald谷s, desastre de proporciones incalculables para el Bar?a a corto plazo. Y Arbeloa no acab車 de portero porque el 芍rbitro puso el sentido com迆n por encima del pacto. Un mal recuerdo en el escenario del mejor recuerdo.
Espa?a viaj車 a Johannesburgo como quien visita la catedral en la que se cas車 o la habitaci車n en que naci車 su primer hijo. All赤 ganamos un Mundial, asombramos al mundo y nos trajimos a Shakira y el himno. As赤 que la Selecci車n se emocion車 mucho y jug車 muy poco , algo que se ha hecho costumbre en los amistosos de los 迆ltimos tiempos, en los que se conoce mundo y se sacan pocas conclusiones. El apetito sudafricano y la falta del mismo de los nuestros igual車 un partido que, en competici車n oficial, probablemente, hubiera sido otra cosa. Porque hay que recordar que en Espa?a jugaron diez campeones de salida, y no como tributo al pasado, sino como confirmaci車n de que La Roja ha resistido bien el paso del tiempo , y que Sud芍frica ha ido encadenando desguaces en los 迆ltimos tres a?os.
Entre vuvuzelas y m芍s cemento en las gradas del que merece el campe車n del mundo, la Selecci車n regres車 al doble pivote , con Xabi y Busquets como gestores, la suerte natural de su juego, pero no embrid車 el partido. Perdi車 la pelota ante una selecci車n de energ赤a limpia (corri車 mucho y peg車 poco) y bien trabajada en el achique y las ayudas. Tres fueras de juego en el arranque le quitaron a la Selecci車n el garbo inicial, cuando Iniesta fue un magn赤fico jefe del partido. El equipo nacional le da un plus de jerarqu赤a que no tiene en el Bar?a. Aqu赤 es casi Xavi en la direcci車n, casi Pedro en una banda y casi Silva en la mediapunta. No le desanim車 ni la afon赤a del coro.
Espa?a jug車 sin velocidad ni intenci車n y se trag車 algunas buenas contras de Sud芍frica. A Casillas le salv車 el larguero en un remate de Manyisa, desviado certeramente por Ramos, y sus reflejos en otro ca?onazo sin demasiada colocaci車n de Parker. Espa?a no encontr車 las bandas y Sud芍frica alej車 mucho a Llorente del 芍rea. Y cada metro que retrocede ah赤 achica su juego. Dej車 un cabezazo y poco m芍s antes de que le relevara Cazorla. Con un nueve de corte cl芍sico la cosa no funcion車. Munici車n para Del Bosque, que a la espera de lo que depare Diego Costa est芍 m芍s por un blanco m車vil para la plaza.
Para cuando entr車 Negredo est芍bamos asomados al abismo. Parker , en jugada de tiqui-taca y en la porter赤a que ya siempre ser芍 de Iniesta , castig車 a迆n m芍s a una selecci車n muy desmejorada. Espa?a dio un giro a la velocidad con Mata y Navas, ya con el viento muy en contra, y cuando amagaba con reconstruirse, se rompi車 Vald谷s y empez車 la bronca. La Selecci車n hab赤a hecho los seis cambios e Igesund nos negaba el s谷ptimo. La ley contra el &fair play*. De amistoso no quedaba ya nada el duelo. Espa?a meti車 a Reina y gan車 el pleito pero perdi車 la cabeza. La discusi車n nos alej車 del empate, aunque lo tuvo Albiol en el 迆ltimo suspiro, y el Soccer City nos pareci車 el para赤so perdido.