Un gol de Vitolo en el minuto 88 alivia al Sevilla en Liberec

Un Sevilla de soldaditos pero sin arquitecto salv¨® los muebles y el liderato de milagro en Liberec con un gol de Vitolo en el minuto 88. Fue un desenlace final furioso y con cierto m¨¦rito al que colabor¨® una serie de acontecimientos concatenados. Con 1-0 y un Sevilla moribundo, el inexperto Slovan se dej¨® sorprender por un contragolpe en el que Gameiro, astuto, encontr¨® un buen socio en Bacca. La fe del colombiano le ayud¨® a tocar el bal¨®n antes que Kovar, portero y salvavidas del Slovan hasta entonces. Mike Dean, mod¨¦lico ¨¢rbitro ingl¨¦s que dirigi¨® el partido con un temple que se agradece, le sac¨® roja. El recambio, Hrosso, result¨® un amigo que concedi¨® su palo en el 1-1. Suspiro hispalense.

El Sevilla termin¨® felicit¨¢ndose por el resultado porque no dio la talla durante gran parte de la tarde. Condicionado por el partido de Liga ante Osasuna, al que llegar¨¢ con poco m¨¢s de 60 horas de descanso viaje de vuelta y piernas cargadas incluido, Emery dispuso un once experimental en Liberec y no result¨® porque hace tiempo, demasiado ya, que el Sevilla tiene una apariencia de jugadores resultones que fracasan cuando se les mezcla. Un vino sin cuerpo.

El Slovan ten¨ªa un plan y casi le sali¨® mejor de lo esperado. Una combinaci¨®n primorosa entre Pavelka, Rybalka y Rabusic cogi¨® sin defensa a Javi Varas (1-0, minuto 20) y meti¨® en un problema en el Sevilla, con dos mediocentros de perfil plan¨ªsimo y con Reyes, que reaparec¨ªa, falto de motor. Perotti, activo y con pasi¨®n, pic¨® pero anduvo mal con el estoque. El recurso final fueron los desmarques largos de Gameiro, al que faltaron cent¨ªmetros en dos ocasiones en la primera parte. Luego volver¨ªa.

Lejos de mejorar, el Sevilla empez¨® la segunda parte disparatado. Iborra y Crist¨®foro (el uruguayo se enmend¨® algo al final) radicalizaron su inoperancia en la creaci¨®n y el equipo se descontrol¨®. Varas salv¨® el partido en el minuto 58 despu¨¦s de un remate de Sural precedido de un error impropio de Pareja, fr¨¢gil y sin demasiada ayuda en un pase bombeado de Cala que empez¨® por venderle.

La carga final lleg¨® con Bacca, jugador con amor propio que al menos puso presencia en medio de la anarqu¨ªa. El Sevilla concedi¨® un buen pu?ado de contragolpes a Delarge, que result¨® una pesadilla. Perotti, harto de la banda, se fue de conductor al centro del campo y Emery se ri?¨® con todos para que su equipo, hu¨¦rfano de su ¨²nico metr¨®nomo que es Rakitic, jugase al menos con orden. Parec¨ªa imposible hasta que lleg¨® el error de c¨¢lculo checo y la carrera de Gameiro, que luego remat¨® su buen partido con la asistencia de gol a Vitolo.

El empate dejar¨¢ en los libros un partido aparentemente intrascendente. La peor noticia para el Sevilla es que, m¨¢s all¨¢ de onces experimentales, su competitividad est¨¢ bajo sospecha y le espera, como un lobo, Osasuna y la atm¨®sfera del Pizju¨¢n. Atentos.