SEVILLA - FRIBURGO
Un cl¨ªnic de Rakitic y una jugada de anuncio de Jairo
El croata llev¨® el mando del equipo hispalense. Perotti marc¨® de penalti tras el descanso y Bacca sentenci¨® en el descuento tras una gran jugada de Jairo.

Gris oscuro casi negro hasta el minuto 63, al Sevilla le encendi¨® la luz, otra vez, Ivan Rakitic. El croata, m¨¢s que imprescindible ahora mismo para Emery, se invent¨® donde no hab¨ªa un pase milim¨¦trico a Carlos Bacca, h¨¢bil para forzar el penalti y la expulsi¨®n de Diagn¨¦. La conexi¨®n la cerr¨® Perotti con el 1-0 que encarril¨® el segundo triunfo de grupo ante un Friburgo esquel¨¦tico, m¨¢s simple a¨²n que este dubitativo Sevilla.
En ocasiones, otras no, es conveniente escuchar a los jugadores. Rakitic, del que siempre se ha alabado su irrupci¨®n por sorpresa en el ¨¢rea, ha dicho a todos sus entrenadores desde que lleg¨® a Nervi¨®n que quiere jugar m¨¢s atr¨¢s, ver el f¨²tbol de cara. Ante el Friburgo retras¨® tanto su posici¨®n que en ocasiones jug¨® metido entre los centrales, como un l¨ªbero de toda la vida. Desde ah¨ª gobern¨® el partido, exhibi¨® toque, se anim¨® cuando fue necesario al ataque y termin¨® por arreglarle la tarde europea a su equipo.
Emery asume p¨²blicamente que no le sobra nada. En su plan inicial, con algunos suplentes eso s¨ª, pas¨® por alto la circulaci¨®n de bal¨®n y simplific¨® el juego de su equipo todo lo que pudo. Subidas de los laterales, Diogo (buen partido) y Alberto, pero sobre todo bal¨®n a Rakitic y desplazamiento de este a los desmarques de Jairo y Bacca. La consigna, evitar p¨¦rdidas en el centro.
Lo m¨¢s sorprendente del inicio, sin embargo, estuvo en el banquillo. Marin, en un gesto que parece ya algo m¨¢s que una rotaci¨®n, fue suplente. El Sevilla fue muy b¨¢sico pero tuvo tres ocasiones claras antes del descanso: Jairo (salv¨® Baumann), Bacca y Trochowski, que no se quit¨® de la cabeza los fantasmas de Anoeta y quiso resolver con una osada vaselina con la pierna izquierda que se qued¨® en manos del portero alem¨¢n. Lo mejor que ense?¨® el Friburgo, tan bien posicionado como vulgar, fue a su delantero Hanke, con una carrera larga en la Bundesliga y que al menos se movi¨® con sentido. Pocas veces estuvo tan justificado un 0-0 al descanso.
Marin apareci¨® en el campo en el minuto 55. Es un jugador que genera controversia por su individualismo, pero tambi¨¦n desequilibrio. Visto lo visto, el Sevilla no puede permitirse el lujo de tenerlo con el banquillo. Casualidad o no, dos minutos despu¨¦s de su aparici¨®n lleg¨® la jugada decisiva con el env¨ªo de Rakitic. Eso s¨ª, el protagonista de ah¨ª al final no fue Marin, sino Jairo, que cerr¨® con una arrancada espectacular un partido que estaba roto desde la expulsi¨®n de Diagn¨¦. Pero mejor que su jugada, para no perd¨¦rsela, fue su detalle de regalarle el gol a Bacca. Un detalle de futbolista grande para poner en las escuelas de f¨²tbol como ejemplo de compa?erismo que borr¨® minutos y minutos de mediocridad. Firme en Europa, seis victorias consecutivas, el Sevilla es l¨ªder y avista los dieciseisavos.