PERFIL
Puchades, coraz¨®n del Valencia y de la selecci¨®n de los a?os 50
Debut¨® en 1947 con el Valencia y pronto empez¨® a ser imprescindible en la l¨ªnea media. Estuvo presente en el Mundial de Brasil de 1950 con Espa?a.
Antonio Puchades, ex jugador del Valencia e integrante de la selecci¨®n espa?ola que disput¨® en 1950 el Mundial de Brasil, fue el coraz¨®n de su club y del equipo nacional hace sesenta a?os, en los ¨²ltimos cuarenta y la d¨¦cada de los cincuenta del pasado siglo.
Puchades, que falleci¨® esta ma?ana en Sueca (Valencia), donde naci¨® hace 87 a?os y hab¨ªa vivido siempre, llevaba alg¨²n tiempo recluido en su localidad natal, aunque hasta hace cinco o seis temporadas acud¨ªa con frecuencia a Mestalla para presenciar los partidos del Valencia.
Actualmente era uno de los integrantes de la Fundaci¨®n Valencia CF, pero ya hac¨ªa bastante tiempo que no acud¨ªa a las reuniones de su patronato. Como jugador ha sido uno de los m¨¢s emblem¨¢ticos de la historia del club.
Antonio Puchades Casanova, nacido el 4 de junio de 1925, fue un jugador de una gran fuerza f¨ªsica, que siempre derroch¨® facultades y que se convirti¨® en una de las piedras angulares de uno de los mejores equipos que ha tenido el Valencia a lo largo de su historia.
Su trabajo en el centro del campo del equipo valenciano, desde su debut en 1947 hasta su retirada en 1958, le convirti¨® en un futbolista imprescindible durante aquellas doce temporadas, en las que gan¨® un t¨ªtulo de Liga en 1947, en la que fue su primera campa?a en el equipo, y dos de Copa (1949 y 1954).
Debut¨® en la segunda jornada de la temporada 46-47 en Vigo ante el Celta (1-2) y complet¨® casi trescientos partidos con el Valencia, 258 de ellos correspondientes al campeonato de Liga. Una de las grandes an¨¦cdotas de su carrera fue la de aquel primer encuentro, para el que fue convocado por sorpresa y para el que su madre, desconocedora de los h¨¢bitos de los viajes de los equipos de f¨²tbol, le prepar¨® ropa y comida para varios d¨ªas.
No fue un goleador, ya que tan s¨®lo marc¨® cuatro tantos en Liga y seis en Copa en doce a?os, pero pronto empez¨® a ser imprescindible en la l¨ªnea media del Valencia donde se complement¨® a la perfecci¨®n con sus compa?eros, pero especialmente con Bernardino P¨¦rez "Pasieguito", un jugador m¨¢s fr¨ªo y t¨¦cnico que ¨¦l.
Para los que no le vieron jugar y a pesar de todas las diferencias que existen, el t¨¢ndem Pasieguito-Puchades tuvo una r¨¦plica en la pareja Baraja-Albelda del Valencia campe¨®n de los primeros a?os del siglo XXI.
Puchades fue el prototipo del jugador de la tierra que militaba en el Valencia de aquella ¨¦poca. Fue un hombre muy aferrado a su pueblo, ya que siempre vivi¨® en Sueca, localidad situada a treinta kil¨®metros al sur de la capital, en la comarca de La Ribera.
Sueca aport¨® en aquellos a?os otros jugadores importantes al club coet¨¢neos de Puchades, entre los que destacaron Paco Sendra y Daniel Ma?¨®. Con la selecci¨®n disput¨® veintitr¨¦s partidos, un registro considerable para la ¨¦poca, y estuvo en el Mundial de Brasil en 1950, donde la selecci¨®n espa?ola fue cuarta y logr¨® su mejor clasificaci¨®n hist¨®rica hasta el t¨ªtulo de 2010.
Puchades jug¨® todos los encuentros de la selecci¨®n en aquel Mundial y a su conclusi¨®n todav¨ªa le quedaba casi una d¨¦cada de f¨²tbol, ya que permaneci¨® en el Valencia hasta 1958, cuando concluy¨® su carrera con un partido homenaje ante el Olimpique de Niza.
Adem¨¢s de con Sendra, Ma?¨® o Pasieguito, Puchades comparti¨® equipo con otros grandes valencianistas de la ¨¦poca como Vicente Asensi, Ignacio Eizaguirre o Silvestre Igoa, que tambi¨¦n estuvieron en Brasil, as¨ª como con Epi, Mundo, Amadeo, Segu¨ª o el holand¨¦s Wilkes. En el momento de su retirada en el Valencia jugaban Pesudo, Piquer, Mestre, Juan Carlos Quincoces o Fuertes.
Tras doce a?os en el club valenciano, se alej¨® del f¨²tbol y se dedic¨® a sus negocios y a la agricultura en Sueca, donde permaneci¨® hasta el final de sus d¨ªas. Puchades ha quedado en el recuerdo del valencianismo por su pundonor, su regularidad y el profundo afecto que siempre mostr¨® hacia el club en el que complet¨® toda su carrera profesional.