GRANADA 1 - VALLADOLID 1
El portero del Valladolid Jaime desespera a un Granada sin gol
Ebert, con una golazo de falta, adelant車 al Valladolid y El Arabi empat車 para el Granada, que se queda con dos puntos por encima de los puestos descenso.
El Granada espera al Celta-Zaragoza del lunes para saber si cae a los puestos de descenso. Su negativa racha (nueve partidos sin ganar) apenas le sostiene. Y de todas las se?ales que invitan a pensar que un equipo se puede ir a Segunda, tiene la 迆nica incurable a estas alturas: la falta de gol. El punto sabe poco a Alcaraz, que vio a sus hombres chocarse una y otra vez contra Jaime, el mejor del partido. Al Valladolid la equis le sienta de maravilla, mucho m芍s despu谷s de c車mo se desarroll車 la tarde. Djukic lo tiene en su mano, todo lo que sume a partir de hoy puede ser considerado gula.
Tres d赤as de concentraci車n del equipo de Alcaraz en Marbella y la arenga a la afici車n de Quique Pina dieron como resultado una gran puesta en escena del Granada. Intenso, serio y concentrado, pill車 al Valladolid por sorpresa. En cinco minutos ya hab赤a acumulado tres ocasiones de gol. Un intento de gol ol赤mpico de Nolito y dos cabezazos de El Arabi. El primero de ellos, por cierto, frustrado por un gran Jaime, que dej車 en el banquillo a Dani. El propio Jaime volvi車 a ser protagonista sacando un misil de Ighalo desde la frontal del 芍rea.
Hab赤an pasado 20 minutos y el Valladolid no se hab赤a asomado a los dominios de Roberto. No ten赤a prisa. Eso se lo dejaba al Granada. Por eso la acci車n transcurr赤a casi por defecto en la media hect芍rea del Valladolid. Jaime volvi車 a lucir reflejos deteniendo con el hombro un disparo mordido de Mikel Rico. Mucho m谷rito. Y es que el guardameta pucelano fue el mejor de la primera mitad. Hasta en un centro de Nyom que sac車 con el pie cuando Ighalo llegaba desde atr芍s como un bisonte.
Las tuvo de todos los colores el Granada, s赤, pero le cuesta un mundo marcar. Insisti車 e insisti車. Hasta reclam車 alg迆n penalti m芍s, como una acci車n en la que Nolito cay車 en el 芍rea. No fue. Y as赤 lleg車 el descanso, con el Valladolid amarrando un punto gracias al buen hacer de su portero y sabiendo que si el Granada segu赤a sin marcar, hasta le llegar赤a su ocasi車n de llevarse los tres puntos.
El Valladolid se estir車 un poco m芍s en el arranque de la segunda parte y Ebert prob車 de lejos a Roberto, que llevaba toda la tarde como espectador. Pero eso no intimid車 al Granada, que una vez m芍s se encontr車 con Jaime, que hizo un parad車n a cabezazo picado de El Arabi. Ten赤a amargado al marroqu赤 el 芍gil Jaime, que volvi車 a hacerle otra palomita m芍s.
Sin embargo, entre acci車n y acci車n de El Arabi, hay una fundamental del Valladolid. No la olvidamos, sino que le dejamos su propio espacio en la narraci車n. Porque es reflejo de la esencia misma del f迆tbol. Ebert, que apenas hab赤a lucido su clase por Los C芍rmenes, protagoniz車 las dos mejores acciones del equipo de Djukic en todo el duelo. La segunda, una falta directa imposible para Roberto.
Y cuando peor pintaban las cosas para el Granada, El Arabi marc車. Un testarazo letal, picado, con fuerza. Esta vez ni Jaime le pudo detener. Aunque medio gol fue de Buonanotte, que dio otro aire al equipo. Gran lectura de Alcaraz que puso al argentino en el momento justo. Porque quiz芍s a Buonanotte le vienen largos ciertos partidos. Es una cuesti車n f赤sica. No obstante, tiene la chispa necesaria para reactivar al equipo en segundas partes.
Casi salvado.
El Valladolid, que es un buen equipo y sus 39 puntos as赤 lo demuestran, sigui車 rechazando golpes como pudo. Antes del empate hubo un tiro al poste de Nyom con gol (bien anulado) por fuera de juego de Ighalo en el rechace. Tras el 1-1, la t車nica fue la misma. La tuvieron Mainz y el omnipresente El Arabi de cabeza. Tambi谷n Buonanotte y hasta Aranda, que sinti車 en sus carnes lo que es medirse a Jaime. Porque si hay una figura a destacar del envite, es el cancerbero pucelano. El delantero pale?o hizo un giro sencillamente perfecto, pero a Jaime le hab赤an visitado las musas. Por eso el Valladolid se lleva un punto de Los C芍rmenes y tiene m芍s cerca el objetivo, que se puede dar por hecho. Al contrario que su rival, que sigue despe?芍ndose.