Rubin Kaz¨¢n - Levante
Que no se hiele el sue?o
El Levante post-Martins busca los cuartos europeos. Podr¨ªa caer la mayor nevada sobre Mosc¨² de los ¨²ltimos 50 a?os. Se espera una entrada de unas 1.000 personas.
Ni la nieve ni el fr¨ªo ni el c¨¦sped artificial ni jugar fuera de casa... nada debe ser excusa ni impedimento para estar en cuartos de final de la Europa League. Ante un partido as¨ª hay que olvidarse de todo. No hay dolor, que dir¨ªa aquel. Y enfrente hoy vuelve a estar el Levante ruso. Un Rubin Kaz¨¢n que demostr¨® en el Ciutat una solidez defensiva equiparable a la del 'JIM Team'. Los rusos no se andan con chiquitas y puede que sean favoritos al 51%, pero tendr¨¢n que mostrar una versi¨®n algo m¨¢s alegre y atrevida que la normal, ya que necesitan alg¨²n gol para tener opciones de pasar. O eso, o jug¨¢rsela a la loter¨ªa de los penaltis, que no quiere ninguno.
Tambi¨¦n mostrar¨¢ otra versi¨®n el Levante post-Martins. No le queda otra a Juan Ignacio que adaptarse a lo que hay. Sin el nigeriano, el ecosistema es otro. Y aunque no se quiera reconocer de puertas para afuera, es sabido por todos que Acquafresca es otra cosa. El italiano tiene hoy la rev¨¢lida definitiva despu¨¦s de dos parciales ligueros en los que no termin¨® de llegar al aprobado. Y m¨¢s, cuando en el banquillo tampoco hay recambio natural. Por eso se antoja fundamental la determinaci¨®n de la segunda l¨ªnea. Barkero y Rub¨¦n deben multiplicarse y El Zhar, que apunta al once, recuperar su mejor versi¨®n. De ah¨ª para atr¨¢s, lo dem¨¢s es aplicarse como bien saben hacer los azulgrana e intentar que la cl¨¢sica aparici¨®n salvadora de Keylor Navas no haga ni falta.
Sin errores.? Una clave podr¨ªa ser la estrategia 'militar' de dos equipos tal para cual. En el Ciutat se comprob¨® que est¨¢n cortados por el mismo patr¨®n y que en cuartos estar¨¢ el que menos errores cometa. Esto ya es un s¨¢lvese quien pueda. Y s¨®lo puede quedar uno. El helado y desangelado Luzhniki (el estadio es neutral ya que no es el del Rubin) decidir¨¢ hoy el futuro de un Levante que se ha ganado a pulso la honra y el respeto del viejo continente, al que se ha dado a conocer a lo grande. Aquello que empez¨® a finales de verano en Escocia casi como una broma ha terminado convirti¨¦ndose en un sue?o del que el levantinismo no quiere despertar. A ilusi¨®n no les gana nadie. Los cuartos esperan.