El entuerto accionarial del Valencia CF tras la sentencia
La sentencia que anula el aval de la Generalitat abre un nuevo panorama social entorno al Valencia y deja infinidad de preguntas sin respuesta.

¡°El Consell siente como una liberaci¨®n¡±. La frase del vicepresidente del Consell de la Generalitat Valenciana deja a las claras el entuerto en el que habita el Valencia Club de F¨²tbol, cuya mayor¨ªa accionarial pasar¨¢ a manos de Bankia en caso de que la Fundaci¨® VCF vuelva a no pagar en agosto el plazo de un pr¨¦stamo de 81 millones de euros. Y ello a ra¨ªz de una sentencia del Juzgado n¨²mero 3 de lo Contencioso-Administrativo de Valencia desvelada hoy y por la cual se anula la condici¨®n de avalista de la Generalitat Valencia en dicho pr¨¦stamo y cuya garant¨ªa eran las acciones del club.
Para entender el sentimiento de ¡°liberaci¨®n¡± de la Generalitat Valenciana hay que retrotraerse en el tiempo y, sobre todo, quedarse con una cifra: 81 millones de euros m¨¢s intereses (unos 20 millones m¨¢s). Esa es la cantidad que la sentencia libera de pagar a la instituci¨®n p¨²blica valenciana, todo un respiro en los tiempos que corren y m¨¢s cuando cada vez menos ciudadanos entend¨ªan que la Generalitat pagara las 'deudas del f¨²tbol' cuando infinidad de gremios est¨¢n pendientes de percibir subvenciones y multitud de acreedores de la instituci¨®n p¨²blica siguen sin cobrar.
?Por qu¨¦ la Generalitat Valenciana ten¨ªa tal carga econ¨®mica? La respuesta la encontramos en la f¨®rmula ideada en 2009 para llevar a cabo una ampliaci¨®n de capital de 92 millones de euros. En aquellos tiempos el Valencia, con Manuel Llorente y Javier G¨®mez como cabezas visibles, propusieron a sus accionistas una ampliaci¨®n por dos fines y con una condici¨®n sine qua non.
Por una parte el Valencia necesitaba liquidez para evitar entrar en Concurso de Acreedores. Por otra, la principal, la ampliaci¨®n de capital se gest¨® para evitar que una empresa uruguaya llamada Dalport se hiciera con el poder accionarial del club.
Dalport se hab¨ªa hecho con el control de los t¨ªtulos de Juan Soler y Vicente Soriano, entre otros grandes accionistas de la ¨¦poca con los que alcanz¨® un acuerdo. Pero a los gestores del Valencia (Llorente y G¨®mez), como tambi¨¦n a las instituciones p¨²blicas (con Francisco Camps entonces de presidente de la Generalitat) y financieras (con Jose Luis Olivas como presidente de Bancaja, principal acreedor del club), no les daba cr¨¦dito alguno tal empresa uruguaya. Y de ah¨ª que incluyeran una condici¨®n para que la ampliaci¨®n de capital tuviera validez: esta deber¨ªa completarse en su totalidad, es decir, el club deber¨ªa ingresar 92 millones de euros.
Con tal f¨®rmula se lograban dos cosas: primero, que el club pudiera incluir en sus cuentas unos ingresos de 92 millones y evitar as¨ª entrar en situaci¨®n de quiebra financiera; segundo, obligaba a Dalport a tener que desembolsar en una primera ronda de la ampliaci¨®n de capital en torno a 50 millones de euros para mantener su cuota de poder accionarial.
En la primera ronda de venta de t¨ªtulos los accionistas del Valencia, en peque?os paquetes su mayor¨ªa para poder beneficiarse de los descuentos en los pases, desembolsaron 18 millones de euros. Dalport no puso ni uno. Fue entonces cuando se lleg¨® al acuerdo que en parte ahora el Juzgado n¨²mero 3 de lo Contensioso-Administrativo de Valencia ha convertido en papel mojado.
La operaci¨®n para completar la ampliaci¨®n de capital en su totalidad y por lo tanto dejar en nada las acciones que ten¨ªa en posesi¨®n Dalport de Juan Soler y Vicente Soriano se puso en marcha. Bancaja (hoy Bankia) concedi¨® un pr¨¦stamo de 75 millones de euros a la Fundaci¨® VCF para que ¨¦sta comprara el sobrante de las acciones del Valencia CF. Y este pr¨¦stamo estar¨ªa avalado por el Instituto Valencia de Finanzas, organismo de la Generalitat Valenciana, que en caso de tener que pagar por impago de la Fundaci¨® VCF recibir¨ªa como garant¨ªa las propias acciones. Dicho y hecho. Y as¨ª de primeras la Fundaci¨® VCF pasaba entonces a convertirse en el m¨¢ximo accionista del club de Mestalla.
?Qu¨¦ condiciones ten¨ªa el pr¨¦stamo? Durante los cinco primeros a?os de vigencia, la Fundaci¨® abonar¨ªa solo 4,2 millones de intereses y amortizar¨ªa capital en agosto de 2014 (unos 35 millones) y 2015 (unos 38 millones). Adem¨¢s, la Fundaci¨® VCF pagar¨ªa anualmente unos 500.000 euros al Instituto Valenciano de Finanzas por ejercer de avalista en el pr¨¦stamo.
?C¨®mo iba a poder pagar la Fundaci¨® VCF tal montante econ¨®mico? En la respuesta radica en gran medida el ¡®marr¨®n¡¯ que recientemente le cay¨® a la Generalitat Valencia y del que ahora se sienten ¡°liberados¡±. La idea inicial era bien sencilla: el Valencia CF destinar¨ªa una parte de su presupuesto a pagar tal deuda de la Fundaci¨®.
Pero la premura de tiempo con la que hubo que poner en marcha aquella ampliaci¨®n de capital para evitar que Dalport se hiciera amo y se?or del Valencia y, en consecuencia, que pudiera comprar a su antojo sus activos (derechos federativos de jugadores, parcela de Mestalla, nuevo estadio, Ciudad Deportiva de Paterna¡), provocaron que los servicios jur¨ªdicos cometieran el grave error de no leer la letra peque?a (o si lo hicieron que cruzaran los dedos para que nadie m¨¢s lo hiciera).
?Y qu¨¦ dec¨ªa la letra peque?a? El Valencia no pod¨ªa dar ni un euro a la Fundaci¨® VCF porque se pod¨ªa entender como asistencia financiera y se podr¨ªa incurrir en un delito societario. Y como a las primeras de cambio un grupo de accionistas no solo impugnaron la ampliaci¨®n de capital sino que adem¨¢s anunciaron que presentar¨ªan una demanda si el Valencia CF hac¨ªa alg¨²n tipo de donaci¨®n a la Fundaci¨® para que ¨¦sta pagara el pr¨¦stamo, el 28 de agosto de 2010, ya en el primer plazo, la Fundaci¨® VCF no pudo hacer frente a los 4,2 millones de euros.
?C¨®mo se solucion¨® entonces? Hay una expresi¨®n valenciana que define lo que se hizo: ¡°Pata y avant (patada y hacia delante)¡±. La Fundaci¨® VCF solicit¨® un nuevo pr¨¦stamo de seis millones que sum¨® a los 75 millones (81 en total). Lo hizo con el ¨²nico fin de poder pagar los intereses atrasados y ganar dos a?os hasta nuevo pago. La crisis no hab¨ªa llegado a¨²n a la banca. Pero s¨ª en 2012.
El verano pasado la Fundaci¨® VCF tampoco pudo hacer frente a los 4,2 millones del vencimiento del pr¨¦stamo (cabe decir que el presupuesto de la Fundaci¨® VCF en su quehacer diario asciende a solo dos millones de ingresos). Buscaron f¨®rmulas pero todas estaban al filo de la asistencia financiera. Llamaron de nuevo a la puerta de la Generalitat para ampliar el pr¨¦stamo, aunque esta vez los que anta?o les recib¨ªan (el gabinete de Camps) ya no estaban y el gobierno valenciano (ahora con Alberto Fabra) prefiri¨® que se ejecutara el aval antes que dar luz verde a otro pr¨¦stamo. Entre otros motivos, porque no quer¨ªan hacer suyo un error de gesti¨®n anterior y poder justificar como herencia recibida ante la opini¨®n p¨²blica la ayuda a un club deportivo privado como es el Valencia CF.
Y as¨ª fue. El pasado mes de enero, una vez la Fundaci¨® VCF ya hab¨ªa anunciado p¨²blicamente que no podr¨ªa hacer frente al pago de agosto de 2012, la Generalitat Valencia ingres¨® en sus cuentas cinco millones de euros para que Bankia se los pudiera cobrar. Desde entonces el Consell del gobierno valenciano se convert¨ªa oficiosamente en due?o de las acciones del Valencia CF, aunque oficialmente los t¨ªtulos siguieran en poder de la Fundaci¨® VCF (cuyo patronato, por cierto, sufri¨® una remodelaci¨®n en febrero y al frente de la cual se qued¨® en calidad de presidente en funciones Mateo Castell¨¢, Director general de Deportes de la Generalitat).
El propio Jos¨¦ C¨ªscar, vicepresidente del Consell, anunci¨® a principios de marzo que la Generalitat ten¨ªa una ¡°hoja de ruta¡± sobre el futuro social de la Fundaci¨® y en consecuenca del Valencia, el cual desvelar¨ªa ¡°antes de Fallas¡± (empiezan el viernes). Pero el juez de lo Contensioso-Administrativo de Valencia se les ha adelantado y les ha ¡°liberado¡±. Anula el aval que ca¨ªa sobre la Generalitat y por lo tanto la sentencia convertir¨¢ a Bankia en due?a de las acciones del club a partir del pr¨®ximo mes de agosto si la Fundaci¨® VCF no le paga, porque no olvidemos que a d¨ªa de hoy est¨¢ al corriente de pagos gracias a la ayuda econ¨®mica percibida en enero por el que era su avalista: la Generalitat.
La sentencia, l¨®gicamente, abre un nuevo panorama social entorno al Valencia y deja infinidad de preguntas sin respuesta, como por ejemplo, ?deber¨¢ Bankia devolver a las arcas de la instituci¨®n de todos los valencianos los 4,2 millones del pago del ¨²ltimo plazo?, ?deber¨¢ la Generalitat devolver a la Fundaci¨® los 500.000 euros anuales que percib¨ªa el Instituto Valencia de Finanzas por su condici¨®n de avalista?, ?quiere o le interesa a Bankia ser la m¨¢xima accionista de un equipo de f¨²tbol, en este caso el Valencia CF?