Barcelona
El Barcelona busca ahora un l¨ªder que encabece la reacci¨®n
Los futbolistas pasan a ser el centro de las cr¨ªticas. Los n¨²meros de Messi son irreprochables, pero no bastan. Xavi y Puyol, est¨¢n tocados y Vald¨¦s ha dicho que se va.
El cerco se estrecha sobre la plantilla del Barcelona. Hu¨¦rfanos del paraguas de la direcci¨®n t¨¦cnica por motivos extradeportivos, los jugadores han quedado expuestos a la cr¨ªtica. La falta de l¨ªderes carism¨¢ticos en la plantilla ha acabado por desnudar a un equipo que no ha sabido dar un paso al frente y que parece no estar ayudando lo suficiente a que Jordi Roura supere el trago de dirigir interinamente el equipo. Acostumbrados a vivir bajo la sombra de Guardiola primero y Vilanova despu¨¦s, los jugadores han perdido la musculatura moral y se miran buscando a alguien que d¨¦ un paso al frente. Todo el empuje que vivi¨® el vestuario cuando se supo que Vilanova reca¨ªa ha ido perdiendo gas y la ausencia del t¨¦cnico se est¨¢ haciendo demasiado larga.
En principio, deber¨ªan ser los capitanes los que asumieran este liderazgo, pero Puyol y Xavi arrastran problemas f¨ªsicos y eso les hace estar en un segundo plano porque sus apariciones en el equipo no son demasiado continuadas, V¨ªctor Vald¨¦s ha dicho que se va del Bar?a y s¨®lo Iniesta est¨¢ en disposici¨®n de asumir este rol por calidad futbol¨ªstica y su condici¨®n de titular insdiscutible.
Tras la derrota contra el Madrid en Copa fue Andr¨¦s el que sali¨® en rueda de prensa y en el Bernab¨¦u pudo estar m¨¢s o menos acertado, pero siempre pidi¨® el bal¨®n tras reclamar su regreso a la posici¨®n de centrocampista. No obstante, parece dif¨ªcil ver a Iniesta dando el golpe en la mesa.
Si los capitanes por el motivo que sea no han comparecido, qu¨¦ se puede esperar del resto, que o son demasiado j¨®venes, o son extranjeros o bien se han visto relegados a jugar minutos de relleno. Ha quedado claro que el Bar?a ha ido perdiendo paulatinamente muchas de las virtudes que le hicieron un equipo ¨²nico y que Roura no ha sabido atajar esa sangr¨ªa porque se ha sentido demasiado solo.
La estrella. Caso aparte es Messi, jugador que con los n¨²meros en la mano sigue siendo irreprochable. 50 goles en lo que va de temporada, 39 en la Liga y 16 jornadas seguidas anotando en el campeonato. Su incidencia en el juego del equipo es tal, que parece que todo se arreglar¨¢ cuando vuelva a marcar tres tantos por partido. Y eso es la excepci¨®n, incluso para un depredador como ¨¦l. A Messi se le pide que sea l¨ªder en el campo y nunca ha hecho adem¨¢n de querer exportar su soberan¨ªa m¨¢s all¨¢ del c¨¦sped.
Tras el partido del s¨¢bado en el Bernab¨¦u los t¨¦cnicos explicaban que sal¨ªan satisfechos del trabajo hecho por el Bar?a, en una actitud que volv¨ªa a remitir a la falta de autocr¨ªtica y a la autocomplacencia. Cierto es que el Madrid en su campo es temible, pero existen lagunas en el juego del Bar?a que hacen que esta explicaci¨®n sea un s¨ªntoma preocupante.
La fragilidad defensiva (13 partidos seguidos encajando goles) acentuada por el consabido calvario en los balones a¨¦reos sumada al alarmante aumento en las p¨¦rdidas de bal¨®n y la falta de ocasiones de gol son motivo suficiente para que alguien alce la voz. Se buscan l¨ªderes.