El campe¨®n cae eliminado con dignidad, pero sin hero¨ªsmo

Cay¨® el campe¨®n con dignidad, pero sin hero¨ªsmo. Ante un rival encerrado por propia iniciativa, el Atleti mand¨®, claro, c¨®mo no iba a hacerlo: 0-2 en contra y el Rubin esperando con nueve hombres en su ¨¢rea. Mand¨®, pero sin autoridad ni recursos. Un se?or tocando un tambor sin capacidad de sorpresa. Ni un m¨ªsero viol¨ªn. Qued¨® la sensaci¨®n de que con que Simeone hubiera decidido llevar a Mosc¨² a alguno de sus centrocampistas creativos (Arda o, en menor medida, Koke) el desenlace hubiera sido feliz. Decidi¨® jug¨¢rsela a doble o nada en la Copa y ahora el partido del mi¨¦rcoles en el Pizju¨¢n marcar¨¢ si una temporada con pinta de extraordinaria, lo es o acaba en meramente satisfactoria con la casi atada Champions.

Una pena porque el escenario era propicio para la gesta. Para empezar, el campo contrario no era tal. Al jugarse en Mosc¨² porque sus diez grados bajo cero eran primaverales comparados con la que ca¨ªa en Kaz¨¢n, s¨®lo 1.500 aficionados acudieron al desierto Luzhniki. Uno les llamar¨ªa valientes si no llega a ser porque los 26 atl¨¦ticos que viajaron a Rusia convertir¨ªan a Ulises en un excursionista y ponen muy caro el adjetivo. Y el Rubin dej¨® claro desde el inicio que ¨¦l s¨ª cre¨ªa en la remontada: todos metidos en su ¨¢rea excepto el pobre Rond¨®n, enviado a su suerte 50 metros por delante.?

Pero el plan de Berdyev no era temerario ante un Atleti que en 180 minutos de dominio s¨®lo le marc¨® un gol in extremis. Sin Arda ni Koke, para el centro del campo rojiblanco esos nueve enemigos parec¨ªan 90, una muralla que s¨®lo imaginaba sobrepasar con balones colgados o disparos lejanos. El c¨¦sped, ni para las vacas, que era artificial. S¨®lo Adri¨¢n recordaba que el bal¨®n rueda, dando claros s¨ªntomas de mejor¨ªa pese a su tendencia a equivocarse en la ¨²ltima decisi¨®n, el ¨¢rea es su kryptonita.

Por simple insistencia, las ocasiones fueron cayendo. Un disparo de Falcao que el extravagante, pero resolutivo Ryzhikov desvi¨® a c¨®rner; un remate a bocajarro marrado por Falcao despu¨¦s de que Adri¨¢n decidiera no tirar ¨¦l y una aparici¨®n milagrosa de Kysliak en otro pase de la muerte del asturiano. Aunque la m¨¢s clara la regal¨® el portero con una salida muy de liga de barrio que acab¨® con Kuzmin sacando bajo palos un bal¨®n que, tras un rebote, se colaba.

La mejor noticia al descanso era la confirmaci¨®n de que Sa¨²l, a sus 18 a?os, est¨¢ ya para tener protagonismo en el primer equipo. Tambi¨¦n Manquillo meti¨® presi¨®n a Juanfran. A falta de ?liver, la cantera ya llega. El partido ped¨ªa un revulsivo para la segunda parte pero cuando Simeone mir¨® al banquillo record¨® que se los hab¨ªa dejado en Madrid. As¨ª que el panorama no cambi¨®, pese a que Rond¨®n se las ingeni¨® para dar un par de sustos en su solitaria batalla contra el mundo.

Sa¨²l se invent¨® la ocasi¨®n m¨¢s clara, pero C¨¦sar Navas impidi¨® el gol, que acabar¨ªa llegando, c¨®mo no, en la ¨²nica jugada que tuvo m¨¢s que ver con el f¨²tbol que con el deseo. Magn¨ªfico Adri¨¢n y Falcao remacha. Demasiado tarde. Era ya el minuto 84 y ni siquiera la roja directa a Navas rescat¨® al Atleti. Un barullo a pies de Miranda, un tiro fuera de Cebolla y nada m¨¢s. El campe¨®n cay¨® porque en realidad nunca le interes¨® demasiado retener el cetro.?