ZARAGOZA 1 - REAL SOCIEDAD 2
El orfe車n donostiarra desnuda al Zaragoza en media hora
El partido apenas dur車 media hora, la que tard車 el conjunto donostiarra en endosarle dos goles a un Zaragoza que contin迆a con su nefasta racha en casa.
La Real Sociedad deshizo de arriba abajo al Zaragoza en La Romareda. De las siete derrotas en casa que ha acumulado el conjunto de Manolo Jim谷nez (estad赤stica que compone un augurio terror赤fico se mire por donde se mire) ninguna ha resultado tan extensiva y coral como la del conjunto de Montanier. Apenas pasada la media hora de juego, la Real ten赤a un jugador y dos goles m芍s que el Zaragoza: Carlos Vela hab赤a sido el responsable de casi todo. Produjo el pase a Griezmann que el fino exterior blanquiazul convirti車 en el primer tanto, provoc車 las dos entradas de H谷ctor y su expulsi車n, en disputas en las que el mexicano lleg車 un poco antes que el chico del filial llamado a filas por Manolo Jim谷nez; y extendi車 por el partido una impresi車n n赤tida de superioridad con pases, cambios de lado, trabajo y combinaciones que subrayaron el estado feliz de la Real Sociedad. Es cierto que todo lo ocurrido en esa media hora fue viento a favor para el equipo donostiarra, pero la Real lo manejo durante la hora restante de partido con una compostura lujosa. S車lo el penalti anotado por Apo?o ya en el descuento, cuando la derrota era un hecho, preocup車 a Claudio Bravo.
Jim谷nez le hab赤a dado vueltas toda la semana a la baja de Abraham y le otorg車 una enorme importancia porque, en su necesidad de que el equipo aragon谷s cambiase de forma radical su trayectoria en casa, quer赤a un lateral ofensivo, que atacara a la Real Sociedad con sus mismas armas y que pudiera contener el juego torrencial del equipo de Montanier de medio campo adelante. Paredes era el recambio te車ricamente natural, pero Jim谷nez lo prefiere ahora de defensa central y la ausencia de 迆ltima hora de Loovens le recort車 opciones. Pudo meter ah赤 a Jos谷 Fern芍ndez, cambiado de banda, pero opt車 al final por H谷ctor, un chico del Zaragoza B que ya hab赤a debutado en la Copa del Rey, en otro partido turbulento para el Zaragoza en Sevilla. A los 13 minutos, H谷ctor vio la primera amarilla por una disputa abajo, en谷rgica, con Carlos Vela. No hubo gravedad en la intenci車n, pero el mexicano le gan車 la carrera y, en su intento de golpear la pelota, H谷ctor alcanz車 al hombre. Nueve minutos m芍s tarde, el lateral perdi車 otra carrera contra Vela, fue abajo a retarlo y lo derrib車. A continuaci車n hubo de salir del campo. Su gesto, cubri谷ndose la cara mientras cruzaba el rect芍ngulo de camino al vestuario, sintetiz車 la desgracia de su primer d赤a en la 谷lite. Y el calvario que aguardaba al Zaragoza.
La Real Sociedad jug車 al f迆tbol, a partir de esos incidentes y aun antes, como si viera todo en panavisi車n, en una pantalla gigante. Illarramendi y Bergara, particularmente el primero, dominaron todo el centro de operaciones del choque. Con Xabi Prieto metido por dentro, Montanier ha hecho de la seda del donostiarra un arma a迆n m芍s afilada, una f車rmula de conexi車n con el agitador Agirretxe, con el mismo Vela y desde luego con Griezmann, que juega muy bien sin la pelota para buscar los espacios. En uno de esos le llegar赤a, enseguida, el pase del mexicano con el que bati車 a Roberto. Era la primera llegada de la Real Sociedad, otro signo de su buen aura en el choque. Despu谷s de la marcha de H谷ctor, Jim谷nez retir車 a Movilla, dej車 en el medio al pr車digo Romaric junto a Apo?o y meti車 a Fern芍ndez en el lateral. El resto de los de atr芍s 〞Sapunaru, ?lvaro y Paredes〞 se corrieron un paso a la izquierda en la zaga.
A esas horas, el control que Vela hac赤a del partido era insoslayable. Bat赤a a su contrario en cada reto, intercambiaba posiciones con Xabi Prieto, ensanchaba el terreno de juego y cruzaba balones combados para alimentar a Agirretxe. Se dice Vela, pero fue una actitud general de la Real Sociedad, que no permiti車 nada a Postiga, Monta?谷s o V赤ctor, los atacantes del Zaragoza, y que se movi車 alrededor de la pelota con gran armon赤a. Por eso, Agirretxe disfrut車 de una fila de oportunidades incontables. No fue el 迆nico. Roberto le sac車 algunas a 谷l, tambi谷n a Griezmann y a De la Bella, que se anim車 con mucha oportunidad al ataque desde su lateral y cont車 dos acciones francas de gol. El segundo de la Real, sin embargo, lo har赤a el delantero centro, como corresponde. Baj車 un bal車n ca赤do al costado izquierdo del 芍rea y, desairando la floja vigilancia de Fern芍ndez, un jugador que ataca mejor de lo que defiende, gan車 el tiempo preciso para sacar un remate diagonal, a media altura, que restall車 contra la red de Roberto. Un gol hermoso que, de hecho, termin車 el partido. Aunque fuera el minuto 33.
Ya no hubo casi nada m芍s que contar. O todo fue lo mismo: un largo ep赤logo de una hora en el que el Zaragoza se hart車 de exhibir su impotencia y que la Real manej車 con tranquilidad y pasajes brillantes. Desde el punto de vista del Zaragoza (o de su gente, que es la que paga el abono para regresar a su casa con una decepci車n cada vez m芍s frecuente y amenazadora), la derrota de ayer no tuvo nada que ver con los triunfos escuetos del Valladolid, el M芍laga, el Getafe o el Celta. Aquellos equipos fueron avispados oportunistas de los errores, el temor local o la fortuna arbitraria. La Real no. La Real extendi車 su dominio por cada rinc車n del choque. Una vez m芍s, hay que insistir: se le puso todo de cara, es cierto, pero no permiti車 ni el m芍s m赤nimo optimismo al Zaragoza, que jug車 planchado toda la tarde. Si el debut de H谷ctor en la Liga result車 traum芍tico, la vuelta de Romaric ofreci車 a un jugador con un algo m芍s de chispa f赤sica cuando tuvo la pelota, pero todav赤a lejos de las exigencias para un futbolista que ha de controlar el mediocampo y aligerar el juego de los suyos. Nombrar culpable a Romaric, sin embargo, resultar赤a injusto. Un exceso. El Zaragoza no dio para nada.
Bienvenu, que entr車 en la segunda mitad, no aport車 otra cosa que sospechas. Una vez ech車 fuera, sobre la raya, un bal車n que iba casi dentro, tocado de cabeza por Romaric. Suerte que el camerun谷s, Bienvenu, estaba en fuera de juego y eso obliga a no considerar la jugada, pero result車 una muestra que los m芍s esc谷pticos no desechar芍n. Rochina, mientras, apareci車 por primera vez en casa en una situaci車n complicada. Al menos oblig車 con un zurdazo raso, sin mucha pimienta, a mancharse la ropa a Claudio Bravo. El Zaragoza s車lo descont車 de penalti. Falto de profundidad, superado atr芍s, delante, por fuera y por dentro, escaso de profundidad y de respuestas, tuvo que anotar gracias a una torpe pena m芍xima de Bergara a H谷lder Postiga. La 迆nica concesi車n de la Real Sociedad en m芍s de 90 minutos. Apo?o la meti車 y el partido vio su final. La Real Sociedad, con su f迆tbol cristalino, ya pisa Europa. Al Zaragoza lo salva del barro ese gol final del Valencia al Celta en su partido del s芍bado, pero las amenazas en la clasificaci車n se le hacen cada d赤a m芍s notorias.