El M¨¢laga acaba sufriendo ante la tard¨ªa reacci¨®n del Mallorca

El M¨¢laga, con infinito sufrimiento, se llev¨® un trabajad¨ªsimo triunfo que le devuelve a los puestos de Champions a costa de un Mallorca que sigue en ca¨ªda libre y que ve agotar con velocidad de crucero el cr¨¦dito de su preparador, Joaqu¨ªn Caparr¨®s. Fue un partido que tuvo de todo. Momentos brillantes, locos, aburridos y hasta una expulsi¨®n, la de Mart¨ªn Demichelis en el minuto 71.

Hab¨ªan pasado 10 minutos cuando una falta muy bien sacada por Isco fue d¨¦bilmente despejada por Geromel. Saviola, atento a la jugada, caz¨® el rechace sin dejar botar el bal¨®n y fusil¨® al antequerano Calatayud, que debutaba en partido de Liga. Sexto gol del Conejo en Liga.

El Mallorca, en situaci¨®n cr¨ªtica de ansiedad, se qued¨® absolutamente groggy seis minutos despu¨¦s. El inteligente Roque Santa Cruz observ¨®, con el rabillo de su ojo, como Monreal volaba por su banda izquierda; con la celeridad del rayo le cedi¨® el bal¨®n y el navarro, tras ganar la l¨ªnea de fondo, obsequi¨® un centro exquisito para que Isco, libre de marcaje, lanzase un misil que volvi¨® a sembrar de desaz¨®n el semblante del portero bermell¨®n. 0-2. El marcador se ensanchaba y la herida del t¨¦cnico mallorquinista derramaba sangre a borbotones mientras los silbidos castigaban la deplorable aplicaci¨®n de sus futbolistas.

El M¨¢laga jugaba a placer. Demasiado a placer. La revoluci¨®n propuesta por Manuel Pellegrini en su novedosa alineaci¨®n apuntaba a interesante. El debutante Lugano se compenetraba a la perfecci¨®n con Weligton, Demichelis recuperaba una posici¨®n de medio centro donde se encuentra m¨¢s liberado que siendo central y en ataque, Saviola y Santa Cruz, habituales bienes sustitutivos, se convert¨ªan en complementarios.

Era doloroso ver c¨®mo la ansiedad devoraba al Mallorca; la garra de Pina y los fogonazos del mexicano Giovani (el M¨¢laga estuvo a punto de ficharle el pasado verano y, de hecho, hasta se reunieron con ¨¦l en un hotel de la Costa del Sol) eran 'porca miseria' para equilibrar la temporal superioridad de su adversario. Pero el M¨¢laga se relaj¨® de manera inexplicable.

Giovani, que encontr¨® un chollo en la banda de Sergio S¨¢nchez, meti¨® un bal¨®n que V¨ªctor Casades¨²s, anticip¨¢ndose a Monreal, incrust¨® en el fondo de las mallas. Minuto 27. Exceso de confianza que, dos minutos despu¨¦s, casi le cuesta el 2-2. Pero el trallazo del hebreo Hemed, que volvi¨® a la titularidad tras tres jornadas de severo banquillazo, se fue al cielo de Palma.

El Mallorca achuchaba con m¨¢s coraje que talento; el M¨¢laga perd¨ªa gas y mostraba lagunas. Giovani explotaba su c¨®modo pasillo y minuto a minuto se atrev¨ªa a tomar decisiones. En este maremagnum de nervios emerg¨ªa la enorme figura del Mariscal Weligton, atento a todo. La clausura del primer tiempo fue bals¨¢mica para los malague?os, que necesitaban una reflexi¨®n por su inexplicable cambio del rosa al amarillo.

El arranque del segundo tiempo parec¨ªa una prolongaci¨®n de lo anterior; el M¨¢laga segu¨ªa en el cine y Giovani parec¨ªa desatado. A falta de frescura, los blanquiazules no ten¨ªan m¨¢s alternativa que recurrir a su oficio, a la paciencia y a impedir que el Mallorca fuera, y nunca mejor dicho, ¡®caparrosiano¡¯. ?Bingo! En el minuto 62 Nacho Monreal se fue como un rayo por su banda y solt¨® un zurriagazo que no pudo atajar Calata. Cuando m¨¢s lo necesitaba, el M¨¢laga volv¨ªa a romper el partido.

La cara de Caparr¨®s era un poema, pero, quien si no, Giovani le devolvi¨® la esperanza (minuto 70) con un fabuloso gol de libre directo. El evento dio un vuelco radical cuando Demichelis, al intentar reba?ar un bal¨®n que se le fue largo, entr¨® con los pies por delante a Javi M¨¢rquez con una brusquedad que el colegiado, Velasco Carballo, observ¨® como punible. El argentino fue expulsado. Era el minuto 72. Quedaba un mundo y el Mallorca se lanz¨® al abordaje. ?C¨®mo administrar¨ªa el M¨¢laga jugar con un hombre menos?

En el minuto 82, Willy Caballero se arroj¨® valientemente a los pies de V¨ªctor Casades¨²s en una acci¨®n que era medio gol. El M¨¢laga estaba embotellado y sufr¨ªa como un condenado a galeras. Geromel mand¨® al limbo un bal¨®n con olor a red. Calatayud que subi¨® a rematar un c¨®rner. Fue demasiado tarde