REAL MADRID 2 - VALENCIA 0
Primer round para el Madrid
Benzema adelant車 a los blancos e Higua赤n marc車 el segundo con la mano. El Valencia fall車 lo que tuvo y se estrell車 contra el 芍rbitroSorteo Copa del Rey en directo: semifinales
Hay partidos tan equilibrados que se deciden por una musa o media mosca. As赤 ocurri車 con 谷ste: pongan a Benzema en el papel del ser mitol車gico y al 芍rbitro en el del insecto zumb車n. El primero marc車 un gol fundamental y el segundo permiti車 uno que podr赤a ser decisivo, pero que fue ilegal, mano de Higua赤n que empuj車 el bal車n y lanza al Madrid. Ni el f迆tbol ni la eliminatoria merec赤an una interferencia tan acusada, aunque ya sabemos que los 芍rbitros, como los rayos, son elementos incontrolables y habitualmente inconvenientes.
Contados los accidentes, el partido fue de una igualdad casi milim谷trica. Se alternaron el dominio, los acercamientos y las oportunidades. Si el Valencia gan車 en posesi車n, el Madrid venci車 en filo. Tan equilibrado naci車 el partido, que el inter谷s fue sustituido por el suspense, por la intriga nerviosa, la que teme un fantasma dentro de cada armario. La sensaci車n fue reconfortante, quiz芍 porque la Liga nos acostumbra a visitantes cargados de buenas intenciones, pero sin gol, ni u?as, ni excesivo talento. El Valencia, en cambio, lo tiene todo y, adem芍s, carece de miedo.
Probablemente, el Valencia s車lo se vio impresionado por la primera arrancada de Cristiano, a los 15 segundos del pitido inicial. Al igual que hizo contra el Celta, Apolo se hab赤a propuesto probar los efectos diab車licos del bal車n desde el primer instante. No encontr車 tantas chispas esta vez, o las apag車 el Valencia; las porter赤as de los equipos grandes son m芍s peque?as y la f赤sica molecular todav赤a no ha dado una explicaci車n al asunto.
Modric disfrut車 de la primera gran ocasi車n a los ocho minutos y la jugada le sirve como retrato deportivo: rob車, se apoy車 bien, descubri車 un claro, acarici車 el gol y chut車 fuera. Cerca, pero fuera. Ese parece su destino tr芍gico: lamer sin morder, versos sin beso, amor sin sexo.
Al cuarto de hora, el Valencia ya dominaba el partido con cierta comodidad, luciendo palmito y poderes. Curiosamente, s車lo le fallaba lo que creemos casi infalible, su 迆ltima l赤nea: Soldado y Jonas. En el caso del espa?ol, por repetido, s車lo cabe concluir que la ansiedad le anula. Para un canterano como 谷l, marcar en el Bernab谷u con la camiseta de otro equipo es mucho m芍s que una reivindicaci車n: es tener raz車n.
Jonas no necesit車 una novela para enredarse solo, le bast車 Casillas, aquel portero discutido. En la primera mitad sus remates parec赤an imantados por los guantes de Iker y luego la cosa fue a peor. El primero de sus errores, un chut casi a quemarropa, fue castigado con la severidad que acostumbra el anfitri車n de la fiesta: gol del Madrid.
En este caso fue Essien el que reaccion車 como si le hubieran tatuado con un hierro candente. Corri車 con la pelota como el Forrest de la pel赤cula y cuando le imaginamos perdido nos record車 el curr赤culo y las medallas: centr車 bien, Khedira toc車 mejor y Benzema marc車 con su g谷lida elegancia de rubia platino. El Valencia perd赤a sin haber hecho nada mal y el Madrid ganaba sin haber sido mucho mejor.
En la segunda parte cambiaron algunos detalles, pero persisti車 el gui車n. Coentrao relev車 a Marcelo, visiblemente falto de forma, y el primer arre車n del Madrid fue seguido por el control del Valencia, que utiliza el bal車n como desestresante. Cuando m芍s tranquilo parec赤a el panorama, se volvi車 a desencadenar la tormenta. Banega comenz車 las operaciones, Soldado dispar車 contra Iker y el rechace lleg車 manso a los pies de Jonas. Sin embargo, el delantero brasile?o ya estaba obsesionado con la camiseta fucsia de Casillas y el horizonte se le pintaba del mismo color. S車lo as赤 se puede explicar su error, su intento por asegurar hasta el l赤mite lo que hubiera podido empujar con un bast車n.
La contestaci車n del Madrid volvi車 a sonar como una bofetada. Esta vez, en el marcador y en la moral. Coentrao penetr車 por la izquierda y el l赤o entre Guardado y Guaita lo resolvi車 Higua赤n marcando gol con la mano derecha. Valverde fue expulsado por protestar aunque ten赤a razones para quejarse. Mu?iz Fern芍ndez complet車 una noche caser赤sima, incluidos tres fuera de juego inexistentes con los que martiriz車 a Soldado.
El destino suele compensar a quien castiga en exceso, pero nunca est芍 claro si lo hace en esta vida o en el pr車ximo partido. Si la justicia acelera los tr芍mites en Valencia habr芍 partido y fantasmas en los armarios. De otro modo, habr芍 Mu?iz.