La agon¨ªa vale un punto

A este partido no le dio tiempo a hacerse aburrido, para lo cual ten¨ªa muchas posibilidades visita la morosidad con la que los dos equipos se pusieron en movimiento. Tal vez hubiera sido mejor as¨ª. Qui¨¦n sabe. Antes del cuarto de hora Glenn Loovens hab¨ªa visto un par de tarjetas amarillas. La segunda, una cabriola defensiva desde el suelo que dio con los huesos de Nsu¨¦ en el piso del ¨¢rea, acab¨® con esa escena tradicional del f¨²tbol moderno: penalti y expulsi¨®n. Una sacudida para el futuro del partido, que deriv¨® enseguida por los caminos de la agon¨ªa. El siguiente giro, sin embargo, a¨²n acus¨® m¨¢s imprevisibilidad: Roberto sac¨® el penalti de V¨ªctor con una estirada colosal. Y, un minuto despu¨¦s, Postiga capitaliz¨® un agujero de Nunes y Geromel para el 0-1.

Al Mallorca le quedaban por delante 75 minutos para quebrar la resistencia del Zaragoza, un g¨¦nero que a este equipo de Manolo Jim¨¦nez no se le da del todo mal. La mutaci¨®n gen¨¦tica del conjunto aragon¨¦s en su ¨²ltimo lustro de penurias, y la variaci¨®n radical del corte de futbolista que ahora se pone la camiseta, han dado a la luz a un conjunto menesteroso, que encuentra cierta comodidad maldita en los ejercicios de voluntad grupal y de reafirmaci¨®n a trav¨¦s del esfuerzo. Con tres partidos en seis d¨ªas, un parte de incidencias otra vez juguet¨®n y algunas reordenaciones t¨¢cticas contra natura, la ventaja del Zaragoza pendi¨® toda la noche de un hilo. A cinco del final, cuando m¨¢s duele, Giovani cruz¨® un bal¨®n con la tensi¨®n precisa para el cabezazo de V¨ªctor Casades¨²s. El mismo que hab¨ªa errado el penalti.

Algunos d¨ªas es mejor no salir de la cama. Y si lo haces, hay que pisar con cuidado. Loovens entr¨® en el partido se?alado por la fatalidad y con un ¨ªmpetu tan mal medido que al cuarto de hora estaba en la ducha. Cuando el Zaragoza a¨²n calculaba el precio que pagar¨ªa por las imprudencias de Loovens, anot¨® H¨¦lder Postiga. El dej¨® en muy mal lugar a los dos centrales del Mallorca. Ocurri¨® en una jugada de apariencia inocua, una falta lateral que toc¨® Apo?o, cruzada en diagonal, larga sobre el ¨¢rea. Ventajosa para centrales imperativos como Nunes. El portugu¨¦s gan¨® la posici¨®n para negociar con ventaja el bal¨®n que ven¨ªa. Pero, a ¨²ltima hora, tom¨® la extra?a decisi¨®n de agachar la testuz y dejarlo pasar. A Geromel, que le iba haciendo de sombra, lo sorprendi¨®. El error se inflam¨® y la pelota qued¨® para H¨¦lder Postiga. Consciente del tama?o de semejante oportunidad, el portugu¨¦s rode¨® a Aouate y dej¨® la pelota dentro.

El Zaragoza se agrup¨® f¨ªsica y emocionalmente en torno a ese gol y a su ¨¢rea, donde Jim¨¦nez anim¨® un enroque con Sapunaru de central y Zuculini a la derecha. Postiga qued¨® condenado a pedalear sin esperanza en el desierto. El Zaragoza ya no tendr¨ªa sino una posesi¨®n residual, que tal vez debi¨® manejar mejor. Son enmiendas algo caprichosas. Monta?¨¦s se multiplic¨®. V¨ªctor no encuentra estos d¨ªas el toque de enganche de su f¨²tbol. Apo?o y Movilla cubrieron territorio sin reparar en el gasto pulmonar. Caparr¨®s hab¨ªa retirado a Ximo Navarro para que Giovani abriera las costuras del Zaragoza. Alfaro tambi¨¦n le subir¨ªa el ritmo al equipo bermell¨®n. Sin embargo, su b¨²squeda tard¨® mucho en dar beneficios.

Fue cuando al Zaragoza le pes¨® la semana y Zuculini se desequilibr¨® frente a las preguntas que empezaron a plantearle Pereira y Giovani. A partir de ellas tuvieron Hemed y Nunes goles hechos, Abraham sac¨® otro. El Zaragoza resist¨ªa a la balacera en una ruleta rusa. El Mallorca estaba cerca, le faltaba acertar. Nunca sabremos si Jim¨¦nez, que meti¨® a Jos¨¦ Mari, habr¨ªa cerrado la v¨ªa de agua abierta por el lado del argentino. La lesi¨®n de Abraham lo oblig¨® a otras prioridades. Y al final, Giovani logr¨® escapar por esa banda zurda y puso un centro a medida para que V¨ªctor lo cabeceara a gol. Faltaban cinco. Y el empate, pese al arre¨®n del Mallorca y a una ¨²ltima oportunidad de Marc Fern¨¢ndez, ya no se movi¨®. La agon¨ªa de los dos val¨ªa un solo punto.