Zaragoza 0 - Celta 1
Iago Aspas convierte su amenaza en una victoria
El equipo de Paco Herrera se impuso ante los ma?os y obtuvo los tres primeros puntos lejos de Bala¨ªdos. El Real Zaragoza se queda en mitad de la tabla.
Al s¨¦ptimo partido, el Celta gan¨® en La Romareda, donde todo el mundo estaba avisado de su verticalidad, de la mentira o la incompleta verdad que era la estad¨ªstica de su improductividad a domicilio. El partido tuvo un desarrollo, en esa l¨ªnea, algo equ¨ªvoco. Pudo ser empate. Pero fue otra cosa porque, cuanto m¨¢s se apoder¨® de la pelota el Zaragoza, cuanto m¨¢s territorio ocup¨®, m¨¢s creci¨® la sensaci¨®n de amenaza latente del Celta. All¨¢ arriba estaba Iago Aspas, medio aislado. Como si precisase mucha compa?¨ªa... A siete del final, acab¨® de media volea una combinaci¨®n por fuera y le congel¨® al Zaragoza toda la alegr¨ªa del ¨²ltimo mes.
Para ser dos equipos arm¨®nicos con la pelota, de buenas intenciones, el choque sali¨® muy t¨¢ctico, anudado por los ejercicios defensivos y con escasez en el ¨¢rea. Javi Varas tuvo que lucirse al inicio de la segunda a un doble remate de V¨ªctor y Postiga. Luego, ya en ventaja el Celta, alarg¨® otra mano para desviar un tiro en par¨¢bola ca¨ªda de Aranda. Roberto vivi¨® una noche similar: su protagonismo creci¨® en un toque cruzado de Iago Aspas. Antes s¨®lo asuntos menores.
Sentencia. El partido no se desat¨® hasta el final. Monta?¨¦s, Postiga y V¨ªctor lo hab¨ªan intentado todo, pero Cabral y su gente, con el auxilio de Oubi?a en la intendencia, defendieron el puesto. Cansado de su ingrato empe?o, el Zaragoza acabar¨ªa por abrir una puerta a Krohn-Dehli y Lago. Aspas, apellido que compuso un aviso toda la semana, le puso su nombre al triunfo.