BETIS 1 - GRANADA 2
El Granada vence la batalla del Villamar¨ªn
El equipo de Anquela supera a un mal Betis con un golazo de Mikel Rico a poco del final y sale del descenso. Torje hizo el 0-1 y Rub¨¦n Castro empat¨®.
Sufr¨ªa el Granada en su segundo proyecto en la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol, en la oportunidad de Anquela de demostrar que lo que hizo en el Alcorc¨®n no fue casualidad. S¨®lo dos victorias, un oasis en 10 jornadas, y muchas dudas en la nueva versi¨®n granadina. Hasta que lleg¨® el partido en el Benito Villamar¨ªn. Entonces, el Granada cambi¨® su historia. El del Betis no fue un partido normal para ellos. Cualquier partido entre equipos andaluces se entiende como una guerra y el Granada, lejos de amedrentarse por jugar ante un Betis formidable este a?o, descubri¨® todo su arsenal. Y son buenas cartas las que tiene Anquela en la mano cada domingo. Como Mikel Rico, sost¨¦n de un equipo que anoche gan¨® con justicia la batalla del Villamar¨ªn (1-2).
Era, adem¨¢s, el partido de regreso de Dani Ben¨ªtez, condenado tres meses por su sangre caliente. El zurdo avisaba que no era el salvador de los innumerables problemas de su equipo, pero en cierto modo se equivoc¨®. Ben¨ªtez descosi¨® a Nelson, perdido desde que un pelotazo le aplast¨® la oreja contra su cr¨¢neo, y por all¨ª creci¨® sin control el Granada. El desborde defensivo del Betis hizo que la fren¨¦tica delantera granadina encontrase opciones casi sin querer buscarlas. Y en s¨®lo ocho minutos cay¨® el primero. Un centro de Ben¨ªtez confundi¨® a Paulao y Adri¨¢n. Ni central ni portero asumieron responsabilidades y en pleno desorden Torje fusil¨® al meta b¨¦tico.
El madrug¨®n de la jornada, de repente en viernes, sentaba muy mal al Betis, perdido en su propia casa. Con Be?at y Salva Sevilla desaparecidos nada funcionaba y el Granada agradec¨ªa todas esas facilidades. Sin embargo, no aprovech¨® ninguna. La labor de Anquela va m¨¢s all¨¢ de mantener al equipo en Primera. El proyecto del Granada tiene un peligro, pues la gran cantidad de jugadores cedidos que visten su camiseta convierten al equipo en un escaparate repleto de futbolistas con fecha de caducidad. Cuando aflora ese mal es cuando se tuercen las cosas. Cada uno busca su gloria, se diluyen las buenas asociaciones y el equipo se fragmenta. Con todo a favor, ni Torje ni El Arabi ni Brahimi, elegantes, j¨®venes y talentosos futbolistas, acertaron a juntarse con ¨¦xito presos de la codicia que da poder marcar un gol. Por algo ser¨¢ que fueron los tres cambios de Anquela.
La terrible tensi¨®n sobre el c¨¦sped aliment¨® un partido que carec¨ªa de ritmo y ese segundo tanto del Granada pudo llegar en el inicio de la segunda mitad. El Granada hab¨ªa aislado toda la calidad del Betis embruteciendo el partido, donde Iriney manda. Buscaba, adem¨¢s, asestar un nuevo golpe en otro arre¨®n tempranero. La idea, aunque bueno, no cuaj¨®. Primero fall¨® Ben¨ªtez, despu¨¦s El Arabi no lleg¨® a un excelente centro de Torje. El perd¨®n del rival fue un aguijonazo para el Betis. En dos llegadas, Perquis tropez¨® con To?o y Jorge Molina bes¨® el poste. La amenaza se torn¨® real cuando el Granada a¨²n se sacud¨ªa el susto de encima. Un cabezazo de Rub¨¦n Castro golpe¨® de lleno al Granada, que de pronto se dio cuenta que estaba tirando el partido.
Pero le quedaba una baza a Anquela. En medio de la anarqu¨ªa asom¨® Mikel Rico, una figura indispensable para este Granada. El vasco asumi¨® la importante tarea que se le asign¨® y su equipo lo agradeci¨®. En una internada de Nyom, El Arabi no consigui¨® rematar y el bal¨®n termin¨® en los pies del medio. Rodeado de rivales en el punto de penalti, acosado por Ca?as y agobiado por la idea de perder m¨¢s puntos, Rico sac¨® temple de su orgullo. No se puso nervioso, tumb¨® al centrocampista del Betis y marc¨® un excelente gol con la zurda. La muerte por Mikel Rico le lleg¨® a los b¨¦ticos cuando menos lo esperaban. El Granada no se desmoron¨®, volvi¨® a buscar la f¨®rmula del embarullamiento. Esta vez funcion¨®. Adem¨¢s, To?o se encontr¨® con la fortuna de un nuevo poste. No hab¨ªa opci¨®n para un al Betis. Anquela lo hab¨ªa dise?ado a la perfecci¨®n y el Granada por fin respira aire limpio, sabedor de que, de momento, no es carne de descenso.