Alcoyano 1 - Real Madrid 4
Gan¨® uno y se lucieron todos
Dign¨ªsimo partido del Alcoyano. Jos¨¦ Rodr¨ªguez, de 17 a?os, marc¨® el tercero del Real Madrid. El Jugador del Alcoyano Javi Lara fue la estrella del partido. Doblete de Benzema.
La diferencia entre un equipo de Primera y uno de Segunda B no se establece ¨²nicamente por cuestiones t¨¦cnicas. Eso que llamamos calidad, de modo gen¨¦rico, incluye tambi¨¦n un tipo de calidad f¨ªsica. El Alcoyano, y lo advirti¨® pronto, no se enfrentaba s¨®lo a una conjunci¨®n de talentos, sino a una colecci¨®n de cuerpos seleccionados. Durante m¨¢s de media hora inclin¨® a su favor la batalla del f¨²tbol puro, la circulaci¨®n de la pelota y el movimiento sin bal¨®n. Sin embargo, hasta en esos momentos de control absoluto, observ¨® que sal¨ªa peor parado de los choques y de los saltos, de los balones divididos y de las carreras cortas o largas. No es que sus camisetas fueran m¨¢s holgadas; la realidad es que el Madrid rellenaba las propias de m¨²sculos y chocolatinas.
El m¨¦rito del anfitri¨®n fue hacer tan evidente su dominio que el Real Madrid se vio obligado a jugar balones largos para evitar la pelea del juego corto. As¨ª lleg¨® el primer tanto del Madrid. Ad¨¢n alcanz¨® la frontal contraria con el saque de puerta, Selvas fall¨® en el despeje de cabeza y Arkaitz complet¨® el error craneal con una asistencia a Benzema. Hubiera sido un gol injusto en caso de intervenir la suerte, pero la suerte fue minor¨ªa entre tanto desatino.
El Alcoyano sigui¨® tocando y el Madrid continu¨® con su apuesta por el f¨²tbol ingl¨¦s de principios del siglo pasado. El reducido tama?o del campo, en principio un inconveniente para un equipo grande, se convirti¨® en un aliado. Ese cambio en los papeles previstos deber¨ªa hacer sentir muy orgulloso al equipo local. No hizo sangre a su adversario, pero le oblig¨® a correr detr¨¢s de la pelota como no acostumbra. Si no marc¨® fue porque los delanteros con gol casi siempre pisan alfombras mullidas.
No ocurre lo mismo con los centrocampistas. Javi Lara no s¨®lo marc¨® un gran gol, de falta directa y con leve complicidad de Ad¨¢n. Adem¨¢s, dio una exhibici¨®n de clase y sensatez, ni un adorno gratuito, a pesar de las mechas. Dice muy poco de los ojeadores que un muchacho de 26 a?os con tantos recursos no haya militado nunca en Primera Divisi¨®n (Real Uni¨®n, ?cija, Elche, Lucena). Y no es el ¨²nico jug¨®n entre sus compa?eros. Tac¨®n, Julio de Dios, Rem¨®n, Piera o David Torres definen la personalidad de un buen equipo que hace coincidir virtud y debilidad: baila mucho y pega poco.
Golpe. Estoy por asegurar que el gol de Kak¨¢ despert¨® al Alcoyano de su sue?o imposible. Su zurdazo cruzado demostr¨® que la diferencia entre los contendientes no era s¨®lo un asunto f¨ªsico. El talento importa y encuentra cualquier rendija. A partir de esa conclusi¨®n, el Alcoyano se olvid¨® del marcador y recuper¨® el prop¨®sito inicial: pasar un buen rato jugando al f¨²tbol.
El castillista Jos¨¦ Rodr¨ªguez, de 17 a?os, marc¨® el tercero con una solvencia asombrosa. Le lleg¨® un bal¨®n y lo col¨® por el palo de los buenos, como si fuera f¨¢cil. Bast¨® el gol y un gran pase en profundidad para que se nos descubriera como una perla brillant¨ªsima.
Benzema cerr¨® la cuenta a pase de Morata, que deshizo enredos anteriores. Fue un buen final para una noche sin perdedores, llena de jugadores con la cabeza alta.