Barcelona 2 - Celtic 1
El Bar?a vive en el alambre
Jordi Alba da el triunfo en el descuento. Samaras, con ayuda de Mascherano, adelant¨® al Celtic. El Bar?a remont¨® por sexta vez Golazo de Iniesta

El Bar?a le est¨¢ tomando el gusto a esto de vivir en el alambre. No es nada nuevo que suceda en la Champions, donde el equipo blaugrana suda sangre cada vez que se encuentra con un conjunto aguerrido que planta diez bigardos detr¨¢s de la pelota. Pas¨® hace tres temporadas ante el Inter, pas¨® la pasada campa?a ante el Chelsea y pas¨® ayer ante el Celtic. La diferencia est¨¢ en que los escoceses son m¨¢s membrillos que sus predecesores y por eso encajaron el gol definitivo en el descuento. Gan¨® el Bar?a por 2-1 con lo que los resultados, tambi¨¦n en Europa, siguen siendo mejores que el juego para los de Vilanova, la clasificaci¨®n para octavos marcha viento en popa, pero la cara de susto entre las huestes blaugrana tardar¨¢ en borrarse.
Otra de las conclusiones que se extraen del partido de ayer es que al Bar?a le sigue costando un ojo de la cara marcar y que al rival, con pasar de medio campo casi le sobra. Los locales tuvieron que tirar 23 veces a Forster para marcar dos goles. Los escoceses no chutaron ni una vez entre los tres palos y lograron un gol. La descompensaci¨®n entre esfuerzo y recompensa es obvia.
El Celtic, que en sus tres anteriores visitas al Camp Nou hab¨ªa encajado ¨²nicamente un gol volvi¨® a repetir esa receta del catenaccio escoc¨¦s, que lejos de ditirambos t¨¢cticos apela a correr como perros y ceder los saques de banda y los c¨®rners que sean necesarios. Todos los ganaron. Un c¨®rner en contra era sin¨®nimo de pelota recuperada para los de Lennon.
Velocidad. Ante esta t¨¢ctica, al Bar?a no le quedaba otra que apostar por la velocidad de combinaci¨®n para tratar de desgastar poco a poco las caderas de los escoceses, que con diez tipos detr¨¢s del bal¨®n defend¨ªan su ¨¢rea como si fuera Fort William.
Si a esto le unimos que al primer atisbo de crochet, el favorito se fue a la lona, pues miel sobre hojuelas para el plan de los brit¨¢nicos. Una de las cosas que m¨¢s tem¨ªa Vilanova, puede que la ¨²nica, respecto al juego del Celtic era el partido que sacan los de Lennon de las faltas laterales. Una explicaci¨®n que, por lo visto, el d¨ªa que se expuso pill¨® a Alexis en el lavabo. El chileno se hart¨® de conceder posibilidades a los visitantes. Un tipo generoso, el tocopillano.
Pues bien, a la primera falta m¨ªnimamente peligrosa que lanzaron los escoceses, Bartra, que al fin sali¨® de titular y fue de los mejores, no lleg¨® al despeje, Samaras pein¨® el bal¨®n y Mascherano, mediante un elegante toque de chepa, aloj¨® el bal¨®n en la red de Vald¨¦s. Tocaba volver a remar contra corriente por s¨¦ptima vez en lo que va de temporada. Y por sexta vez, se levant¨® el match ball (la ¨²nica en la que no se logr¨® fue en la Supercopa ante el Madrid en el Bernab¨¦u). El gusto por vivir en el alambre le va a costar a m¨¢s de uno una visita al cardi¨®logo.
A base de intentarlo una y otra vez, el Bar?a pudo remontar la situaci¨®n. Primero con un gol de tiral¨ªneas de Iniesta tras una pared con Messi y Xavi a una velocidad que el ojo humano no es capaz de captar y se culmin¨®, sobre la bocina, gracias a la fe de Alba, que le comi¨® la tostada a los escoceses. Triunfo, s¨ª, pero toca meditar.