Liga BBVA | Atl¨¦tico de Madrid 2 - M¨¢laga 1
El Atleti, col¨ªder por insistencia
Gan¨® con un autogol de Weligton en el 90'. Falcao, enorme, adelant¨® a los del Cholo. Santa Cruz igual¨® para un buen M¨¢laga. Los rojiblancos van en serio.
En el minuto 90, el Atleti segu¨ªa acosando el ¨¢rea del M¨¢laga como si el empate fuera la peste. Y vistos los resultados de la jornada, no lo era. Muchos otros equipos, ¨¦l mismo hace no tanto, hubieran bajado el ritmo tras un par de contras inquietantes del M¨¢laga en el tramo final. No este grupo salvaje de Simeone que llevaba once c¨®rners y 30 centros al ¨¢rea de Caballero cuando Gabi se dispuso a poner el 31 en una falta lateral. Mario Su¨¢rez, imperial de nuevo, cabece¨® de regreso al ¨¢rea peque?a y all¨ª apareci¨® Falcao, que no conoce bal¨®n inalcanzable, para acosar a Monreal y Weligton hasta el punto que ¨¦ste, hist¨¦rico ante su presencia, despej¨® mal y marc¨® en propia puerta. No fue gol del Tigre, pero jam¨¢s hubiera sido gol sin el Tigre. Y el 2-1 logrado por pura perseverancia coloca al Atleti col¨ªder y ya nadie duda: va en serio. Mucho.
Se vio nada m¨¢s empezar. Falcao, desatado, avisaba a la defensa malacitana de la noche de golpes que le esperaba. No rehuye un choque. Y a menudo logra imposibles. Como en el minuto 6: buen centro de Emre (notable durante su hora de fuelle) y el colombiano le gana la espalda a Monreal para cabecear en plancha a la red. Su octavo gol en Liga, que le empata con Messi y Cristiano como pichichis. La sant¨ªsima trinidad.
El gol no aplac¨® la intensidad del Atleti, a veces alocada, pero intimidatoria. Mario Su¨¢rez mandaba con jerarqu¨ªa creciente y Falcao parec¨ªa constantemente a punto de volver a montar un l¨ªo. Cualquiera se hubiera asustado, pero el M¨¢laga no es un cualquiera.
Tan cerebral como su entrenador, supo calmar el choque con inteligencia y la precisi¨®n que a menudo le faltaba a su desbocado rival. Camacho reivindic¨® en su antiguo hogar que con paciencia hab¨ªa futbolista. E Isco hac¨ªa de cada aparici¨®n un cuadro. El ¨²nico que entorpec¨ªa el duelo era P¨¦rez Lasa, superado por el ritmo, pitando de m¨¢s para coger resuello.
En una de esas, imagin¨® un fuera de juego inexistente de Falcao cuando encaraba a Caballero. Y de inmediato (minuto 36) empat¨® el M¨¢laga con otro cabezazo, esta vez de Santa Cruz, y otro gran centro, ahora de Monreal. La jugada delat¨® los problemas de la presi¨®n constante del Atleti: Arda fue como un toro, se pas¨® de frenada y cre¨® el hueco para la llegada del M¨¢laga. Es un riesgo, s¨ª, pero uno que el Cholo asume sin remordimientos.
Partidazo. El descanso no vari¨® el panorama. El Atleti era un rinoceronte y el M¨¢laga, un zorro. Uno embest¨ªa confiando en su m¨²sculo, el otro aguardaba aferrado a su inteligencia. Ambos pudieron ganar en un partido de ritmo fren¨¦tico, pese al silbato flojo del ¨¢rbitro. Falcao y Monreal casi se besan tras tanto roce, Adri¨¢n daba s¨ªntomas inconclusos de mejor¨ªa, Isco segu¨ªa asustando, Courtois exhib¨ªa envergadura en varios centros peligrosos... No fue excelso, pero s¨ª emocionante. F¨²tbol de verdad.
Al final, embisti¨® Falcao y gan¨® el Atleti, que se va al par¨®n sumido en una felicidad absoluta: col¨ªder con el Bar?a, con cinco puntos sobre el tercero (este buen M¨¢laga), ocho sobre Madrid y Sevilla y once sobre el Valencia. Un estupendo equipo que duerme en colch¨®n de plumas. A ver qui¨¦n le baja.