Juicio en San Mam¨¦s

No pregunte en la puerta de San Mam¨¦s por el cl¨¢sico de las 20 horas entre Barcelona y Real Madrid, que lo mismo le dan con el bocadillo en la cabeza. Y es que La Catedral no est¨¢ para dispersar su atenci¨®n. En esta ocasi¨®n solo hay ojos para el Athletic-Osasuna, un duelo trascendente en el que hay m¨¢s que tres puntos en disputa. Rojiblancos y rojillos se juegan llegar al par¨®n con un punto de tranquilidad y van a tomarse la cita como si fuera una final. Los leones son los que exponen mayor cuota de responsabilidad. Y no solo por jugar ante sus aficionados.

El Athletic apenas ha tardado tres meses en reventar el generoso cr¨¦dito que consigui¨® la pasada campa?a. Pero m¨¢s que por resultados (el curso pasado tampoco es que tuviera un comienzo primoroso) lo ha hecho por cuestiones internas y de procedimiento. La revelaci¨®n y transmisi¨®n de parte de la charla que ofreci¨® Bielsa a sus jugadores al d¨ªa siguiente de perder la final de Copa ha levantado por los aires el tapiz de la confianza del vestuario, porque fue all¨ª donde se grab¨® y porque lo hizo uno de sus integrantes.

El lezamagate ha puesto en guardia a los aficionados y prevenido a los futbolistas, conscientes de que en escenarios de este tipo no queda otra que soltar un partidazo y hacerse con el bot¨ªn para apaciguar ¨¢nimos. Eso s¨ª, a menudo, las situaciones l¨ªmite suelen traducirse en ansiedad y nerviosismo, que es lo que tratar¨¢ de provocar Osasuna, igual de necesitado de puntos que el Athletic.

Los dos t¨¦cnicos mover¨¢n sus piezas. Bielsa apostar¨¢ por Herrera para la creaci¨®n y Pu?al dar¨¢ su sello al juego de los rojillos.