SEVILLA 1- REAL MADRID 0
El Madrid sigue muy verde
Trochowski marc車 a los 69 segundos y descompuso al Madrid. Higua赤n y Ramos tuvieron buenas ocasiones para empatar en mitad de su sobreexcitaci車n. El Sevilla recuper車 su arrebato.
El Madrid quiso repetir los brotes verdes de la Supercopa y peg車 otro gatillazo. Est芍 tan verde como evidenci車 antes de los compromisos internacionales. Pudo empatar y hasta ganar por ocasiones, pero el Sevilla le sorprendi車 en el primer minuto y le pas車 por encima durante los otros 89 por tener m芍s genio y mejor disposici車n. Gran preparaci車n de M赤chel y perfecta ejecuci車n de sus hombres. Trochowski desnud車 a la defensa madridista en la primera curva del partido al materializar un c車rner de estrategia en el que el plan se bord車: arrastrar a las torres y sonrojar a Di Mar赤a. Su derechazo, fino y preciso, dej車 a Casillas sin palabras, a Mourinho sin razones y al Madrid a ocho puntos del l赤der con s車lo doce jugados.
La intensidad marc車 un emocionante partido, la intensidad hizo recuperar el arrebato al Sevilla y tambi谷n la intensidad hizo al Madrid vivir sobreexcitado en su af芍n de recortar la inesperada ventaja del Bar?a. El gol de Trochowski no s車lo le aceler車, sino que le hizo confundir el camino en busca de las soluciones. M赤chel hab赤a reforzado su centro del campo para maniatar a Xabi Alonso en la creaci車n y a ?zil con el estoque. El Madrid debi車 ir de banda a banda para forzar y cansar al rival en el laborioso trabajo de la basculaci車n. Pero no lo hizo. Se atropell車. Tan solo dio se?ales de vida a arreones con el objetivo de solventar la papeleta cuanto antes. La angustia le hizo querer sumar seis puntos en un solo partido sin entender que el presente, por s赤 mismo, no puede solucionar todo el equivocado pasado sin la ayuda del futuro.
M芍s que un gol, un jarro de agua congelada
El mazazo fue tan madrugador como doloroso. De repente, el Madrid regres車 a su versi車n m芍s gris de la Liga. Pepe y Ramos fueron los de siempre. Nunca fallan. El resto no estuvo a la altura. Arbeloa y Marcelo dejaban huecos a la espalda sin la recompensa de sumar en ataque. Xabi Alonso no encontraba diagonales que trazar y ?zil no hallaba espacio entre tanto centrocampista. Y el Madrid bien que lo not車. Ya no porque el alem芍n da profundidad para lanzar a Cristiano o a Higua赤n, sino que adem芍s, con sus apariciones, por intermitentes que sean, otorga posesi車n para pensar y ejecutar. Cristiano se tuvo que conformar con intentarlo desde lejos con m芍s potencia que colocaci車n. El 'Pipita', luego, s赤 logr車 escurrir los bultos para intentar batir a Palop. Aunque con la misma suerte. En su mejor acci車n, a pase de ?zil, regal車 un control sublime al que acompa?車 con la rapidez adecuada. Su disparo no hizo m芍s que estropear los preliminares.
El Sevilla gustaba a su gente por el genio que tanto a?oraba. El desgaste era encomiable. Sin embargo, no encontraba a nadie en el primer tiempo que ayudara a salir de la presi車n para respirar y amenazar. Por tanto, el equipo de M赤chel estaba m芍s c車modo peg芍ndola y presionando que tocando en busca de oportunidades. Hasta que se calm車 y record車 sus poderes. As赤, comenz車 a volcar el juego a la derecha donde Cicinho y Navas van subidos en moto. El internacional tuvo una gran ocasi車n para poner la Liga patas arriba mucho antes. Su ego赤smo, desconocido hasta la fecha, le hizo olvidar a Rakitic que esperaba en boca de gol. Maduro, Medel y Rakitic empujaban como nunca. Ellos ganaron al menos dos puntos.
Modric por ?zil y Benzema por Di Mar赤a
Mourinho dej車 en la ducha a ?zil en el descanso como soluci車n cantada. Lo de Di Mar赤a fue m芍s por precauci車n tras haber agotado ya las vidas que le salvaron de la expulsi車n. Modric y Benzema fueron los relevos. Y casi sin avisar, mejoraron lo presente. El croata, sin sudor a迆n en su frente, se sac車 un disparo con la derecha que se estrell車 en el palo. El Madrid volv赤a con cuchillo. El Sevilla sigui車 a lo suyo sin modificaciones. Poco hab赤a que cambiar y mucho que aguantar. Incluso mejor車. Contraatac車 con m芍s mordiente. Lo de Cicinho recuerda a Alves. Negredo tuvo la puntilla, esta vez con la amabilidad de Navas. Dud車 y, claro, fall車. Le peg車 con la derecha con la confianza m赤nima.
Para alivio del Madrid, las marcas se suavizaron. A veces. Que no era poco ante tanta chispa. El aliento no es eterno. Salvo para Navas y Cristiano. De sus galopadas pensaba vivir, o sobrevivir, el resto. Si no, hab赤a que esperar el error ajeno o el bal車n parado. El Madrid pudo sacar petr車leo con esta doble opci車n que obviaba los m谷ritos. Primero tras una falta de Alonso. Palop meti車 dentro lo que iba fuera. Dio vuelo a un desesperado globo, permitiendo a Benzema volver a centrar lo descentrado con mala fortuna de que Ramos no se lo esperaba y no acert車 a empujar. A un mil赤metro del premio envi車 con la cabeza el bal車n a la grada. Con el Sevilla boqueando, Higua赤n desperdici車 su tercera bala. El partido estaba roto. El centro del campo aboli車 su peaje. Y tambi谷n estaba loco. Cristiano de lateral, Marcelo de palomero. Para el final qued車 la reclamaci車n de Cristiano de un penalti que no pareci車 y una de esas faltas que antes eran misiles y ahora parecen lanzadas con cerbatana. El portugu谷s se quedo m芍s triste y el Madrid, m芍s alejado. Mucho. Demasiado.