Copa del Rey | Athletic 0 - BArcelona 3 | La contracr¨®nica cul¨¦
La hora de las aficiones
Hicieron mal en minusvalorar a las aficiones del Bar?a y del Athletic. En Europa no hay tantas que valgan tanto. Y no hay muchos equipos como el que ayer se despidi¨® de Pep haciendo un partido que parec¨ªa el modelo creado por el gran entrenador de esta ¨¦poca.
Messi. Tiene una complicidad especial con el aire. Se mueve, y es el aire el que despista al contrario; como Xavi, tiene en la capacidad de finta uno de sus valores, y el otro es el control del tiempo como ritmo futbol¨ªstico. Verle jugar es ver jugar a alguien que pasar¨¢ a la historia m¨¢s por esos gestos que por sus goles, que son abundantes. Cuando mira al horizonte, mira hacia abajo, porque su horizonte es la pelota. Y cuando mira hacia delante es para ver qu¨¦ ha pasado con el disparo. Hubo un lance de la segunda parte, al atravesar el campo arrostrando contrarios, que parec¨ªa el resumen de su historia. Si hubiera marcado, la emoci¨®n hubiera congelado el estadio y se habr¨ªa convertido en la mejor despedida de Pep.
El aire. Ese es un s¨ªmbolo del Bar?a, controlar el aire, driblar cuando a¨²n no se tiene el bal¨®n. Es una virtud de los buenos equipos. Pero hay que trabajarla, convertirla en un modo de ser para que el juego halle ritmo, belleza. Y fue un partido bello, en el que esos gestos (Busquets, Messi, Xavi, Pedro) contribuyeron a generar un clima que no pudo replicar el Athletic. El encuentro comenz¨® con un trallazo de Messi, un golpe de autoridad, y por esa cuesta fue el Athletic desprendi¨¦ndose de toda esperanza. Cuando se dieron cuenta ya no pudieron sentirse en el campo, y aunque el Bar?a afloj¨® nunca rompi¨® la cadena de intuiciones que en un momento determinado hicieron de la presencia de sus futbolistas en el campo una tormenta perfecta en la que Bielsa sucumbi¨® sin remedio. Pep hab¨ªa instalado una tela de ara?a. Y ah¨ª cayeron todos, incluido Llorente, que no fue casi nadie en medio de una defensa en la que Piqu¨¦ fue un l¨ªder sobresaliente. Y sin demasiado esfuerzo, como si jugaran con el aire.
?Pedro!. El m¨¦rito del Bar?a no es dem¨¦rito del Athletic, es consecuencia de un largo aprendizaje que fue en un homenaje a quien cre¨® este sistema de belleza aplicada al f¨²tbol. Sobresali¨®, por la alegr¨ªa de su efectividad, la resurrecci¨®n de Pedro, que marc¨® dos goles y se propuso sin decirlo para que el maestro Del Bosque lo apunte en la libreta de los que tienen m¨¦ritos.
Soraya. Me gust¨® ver en el palco, desmintiendo tanta historia sobre los himnos, a la m¨¢xima representante del Gobierno, junto al Pr¨ªncipe heredero. Normalidad. ?Qu¨¦ esperaban? Era el partido de las aficiones y ¨¦stas son admirables. Tomen nota: el f¨²tbol es una bella ambici¨®n, cuyas aficiones honran el invento. Hizo bien la vicepresidenta en asociarse a este homenaje al buen f¨²tbol, que es tambi¨¦n un homenaje a un t¨¦cnico hist¨®rico, Guardiola, aficionado al mejor f¨²tbol.