Un milagro del Kun Ag¨¹ero hace campe¨®n al City

En la otra acera de Manchester, los milagros tambi¨¦n existen. Sir Alex Ferguson ya entiende un poco mejor qu¨¦ sintieron los futbolistas del Bayern de Munich en la final de la Champions de 1999. El United era campe¨®n de la Premier en el minuto 90 de la ¨²ltima jornada. Pero dos goles en el descuento, de Dzeko y Ag¨¹ero, le dieron al Manchester City del jeque Mansour la primera Premier League de su historia y el primer t¨ªtulo desde 1968. Cuando ya ol¨ªa a drama, Ag¨¹ero hizo una conducci¨®n valiente dentro del ¨¢rea, no pens¨® en el penalti y se gan¨® para siempre la gloria entre los aficionados citizens. El Kun, la guinda del jeque a una inversi¨®n mastod¨®ntica de m¨¢s de 600 millones de euros, gener¨® un ¨¦xtasis nunca visto en el Etihad Stadium. Cuarenta y cuatro a?os despu¨¦s de remar contracorriente, los que llevaba sin t¨ªtulo, de asimilar durante d¨¦cadas la incontestable superioridad del vecino, el City se liber¨®. Sangre azul para el nuevo rey de Inglaterra. Para el United, que no esperaba nada de la jornada pero que so?¨® de nuevo con la flor de Ferguson, la frustraci¨®n ser¨¢ inolvidable.

Pero durante los noventa minutos no todo fue as¨ª. Result¨® dram¨¢tico ver las caras de los aficionados citizens en el Etihad Stadium cuando Mackie, despu¨¦s de una gran cabalgada de Traore, hizo el 1-2 a favor del Queens Park Rangers en el minuto 66. Ni el peor enemigo hubiese escrito un gui¨®n m¨¢s cruel para un club que parec¨ªa destinado a olvidar su mediocre historia. Ferguson y el United estaban a punto de celebrar su t¨ªtulo n¨²mero 20 y su Premier n¨²mero 13 a costa de su enemigo ¨ªntimo. Mark Hugues, el hombre que empez¨® a ver crecer como entrenador esa obra de gigante que es el City, estuvo a punto de darle el peor disgusto posible.

La sucesi¨®n de acontecimientos fue esta. Wayne Rooney marc¨® el 0-1 en Sunderland avanzada la primera parte. Nadie se preocup¨® en el Etihad. Zabaleta, en el minuto 35, adelant¨® a los blues. Se preve¨ªa fiesta azul, ¨¦xtasis. Pero lleg¨® el drama. Ciss¨¦, viejo rockero que ha ido de aqu¨ª para all¨¢ por culpa de sus graves lesiones y su poco amueblada cabeza, aprovech¨® un error de Lescott y empat¨®. El 1-2 de Mackie, con un estupendo cabezazo picado, pareci¨® insuperable. Mancini introdujo a Dzeko y Balotelli pero el City se ofusc¨® y, cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final en Sunderland, el United era campe¨®n. Coincidi¨® el pitido de Sunderland con el gol de Dzeko. Al QPR, que se jugaba el descenso (finalmente consigui¨® eludirlo), s¨®lo le faltaban dos minutos para completar la gesta. Hasta que Ag¨¹ero agarr¨® el bal¨®n y firm¨® el final feliz de este cuento de las mil y una noches que el jeque Mansour Bin Zyed empez¨® un d¨ªa. Ahora llegar¨¢n los reportajes de cu¨¢nto dinero ha costado este momento hist¨®rico del City, pero ha dado mucha felicidad. Y hasta un milagro.