Mundial de Clubes | semifinal | al sadd 0 - barcelona 4
Excelso Messi, amargo Villa
El Guaje sufri車 una lesi車n que podr赤a dejarle fuera de la Eurocopa. Adriano, bigoleador, Keita y Maxwell hicieron los tantos del Barcelona, que el domingo jugar芍 la final ante el Santos.
No es culpa del Barcelona que la FIFA programe entrenamientos en Jap車n para que los equipos que acuden al Mundial de Clubes se adapten al pa赤s, al horario y al clima, superen el jet lag o no s谷 cuantas excusas m芍s para hacer caja en lugar de citarles para el 迆nico partido que merece la pena, la gran final, un partido el del domingo que, hasta entonces, quedar芍 ensombrecido por la grave lesi車n sufrida por David Villa.
Ni tan siquiera este duro golpe deber赤a afectar al equipo de Guardiola, que no precisa de excusas para seguir haciendo lo que sabe all芍 donde le manden, y que no es otra cosa que jugar al f迆tbol igual de bien independientemente de que el rival sea el Al Sadd o se llame Real Madrid. Ante el equipo catar赤 el Barcelona de hoy fue otro diferente al del Bernab谷u pero fue el de siempre, una noticia que deber赤a preocupar mucho a sus rivales. Con Thiago, Keita, Pedro y Villa en el equipo titular, Guardiola opt車 por dar descanso a Xavi, Cesc, Piqu谷, Busquets y Alves, casi nada. Pero el cambio de cromos no afecta un 芍pice ni al dibujo ni al estilo, innegociable desde hace tanto tiempo que -y que me perdone el se?or Xavi- cualquiera que entra en el equipo cumple su rol con sobresaliente.
El que no sabe de treguas es Messi, cuya ambici車n y entusiasmo no conocen l赤mites, y lo mismo se prepara para jugar en el Bernab谷u que se desfonda en Jap車n ante un rival sin entidad. Porque con Xavi de espectador y muy marcado el argentino por la f谷rrea defensa que dispuso el t谷cnico rival en torno a su figura, Messi, lejos de acomodarse en la frontal del 芍rea, no dud車 en ratrasar un par de metros su posici車n para asociase con Iniesta y abrir los huecos necesarios en la defensa catar赤.
Desde el pitido inicial el gui車n fue el establecido, con el Bar?a monopolizando el bal車n y la posesi車n, y creando ocasiones por inercia con el paso de los minutos ante un rival que no era tal, asustadizo y atrinchero, pero al que tampoco nada se le puede exigir ante un Barcelona empe?ado en ridiculizar a todo el que se le pone enfrente.
Tras amagar en varias acciones, el primer gol lleg車 del modo m芍s absurdo posible, un tanto de chiste con la firma de Adriano que demuestra el escaso nivel de un torneo que deber赤a decidirse directamente con la final entre los dos mejores, esto es, el Santos y el Bar?a, aunque insisto, eso no es culpa de los equipos, que m谷ritos de sobra han hecho para estar en Jap車n.
El portero del Al Sadd, un tal Saqr, y un defensa llamado Belhadj, se asustaron en un centro medido al segundo palo de Pedro desde la banda izquierda. Con todo a su favor, ambos se enredaron hasta el rid赤culo en una pelota que habr赤an despejado con s車lo soplarla; el regal車 lo aprovech車 Adriano para abrir la lata.
Era el minuto 25. Para qu谷 alargar la agon赤a, debi車 pensar el meta catar赤, quien acto seguido dedic車 otra pifia con un despeje impropio de este nivel; el rechace qued車 a merced de Villa, que la empuj車 a placer, aunque en claro fuera de juego.
A estas alturas ya era evidente que no era la noche del Guaje, que hab赤a perdonado el primer gol del partido en el comienzo y con quien la mala fortuna se ceb車 en el minuto 37. Eterno luchador, empe?ado en no ceder en su pugna por la titularidad con Alexis, Villa se exprimi車 en la carrera por un bal車n largo hasta que su pierna izquierda dijo basta. El asturiano se ech車 la mano a la zona de la tibia con gesto serio y consciente de lo que ocurr赤a; su expresi車n era el fiel reflejo de la frustaci車n, del jugador derrotado en plena batalla y cuya temporada puede haberse terminado encima de una camilla, en un campo de Jap車n y en un partido intrascendente. Pese al gran momento de Alexis, que tambi谷n se tuvo que retirar lesionado en el minuto 71 al poco de sustituir al asturiano, el Bar?a y la Selecci車n echar芍n mucho de menos a Villa si finalmente no puede estar en la Eurocopa.
Ajeno a la gravedad de la lesi車n, el equipo de Guardiola sigui車 a lo suyo y Adriano repiti車 como goleador en una hermosa acci車n en la que se apoy車 en Thiago y que culmin車 con un buen dispar車 raso dentro del 芍rea.
S車lo con la semifinal sentenciada, el rival se quit車 el cors谷 y se atrevi車 a pisar el 芍rea de Vald谷s en dos acciones consecutivas al borde del descanso, dos jugadas en las que la defensa cul谷 qued車 retratada ante un rival temeroso, cohibido y falto de calidad; si esas concesiones se tienen con Neymar, la historia ser芍 distinta.
En el segundo acto nada cambi車, ni el tempo del partido, ni la ambici車n del Barcelona, que a paso lento pudo regalar una goleada al entregado p迆blico japon谷s.
Con el banquillo pendiente de las noticias que llegaban de Villa camino del hospital, sobre el c谷sped el equipo porlong車 la pachanga a lomos de Messi, espl谷ndido una noche m芍s ejerciendo su propio papel e interpretando la partitura de Xavi, algo que hoy por hoy s車lo est芍 al alcance del mejor jugador del planeta. La mejor prueba, su bal車n al hueco para que Keita firmara el tercero, un pase de lujo que el jugador de Mali envi車 a la red con un toque sutil ante la salida desesperada del portero.
En su obsesi車n por agradar a todos, digamos que Messi permiti車 incluso que Saqr subsanara parte de sus grotescos errores con una falta directa que el meta catar赤 despej車 en bonita estirada.
Lejos de calmarse y anestesiar el duelo, mediada la segunda parte el Bar?a toc車 a rebato para descargar una hermosa oleada ofensiva que combin車 el toque, la velocidad y las paredes en la frontal, con un juego vertiginoso por las bandas avivado por las incorporaciones de Cuenca y Maxwell.
Fue Maxwell precisamente el encargado de hacer el cuarto, hermoso gol pero no tanto como los que s赤 debieron acabar en la red, sobre todo uno de Messi en una chilena que, de haber entrado, habr赤a arruinado los actos de entrega del Bal車n de Oro.
El partido muri車 sin m芍s historia, con un Bar?a de exhibici車n liderado por un Messi estelar que se cita en la final del Mundialito ante el Santos de Neymar. Ese duelo deber赤a servir para devolver el nivel a un torneo desprestigiado por la presencia de equipos semiprofesionales comon este Al Saad, rivales que s車lo sirven para ir cogiendo ritmo y propicios para que ocurran desgracias como la de Villa.
Por si la ilusi車n del Bar?a por el f迆tbol y su inagotable ambici車n por el triunfo no fueran suficientes, en la desolaci車n del Guaje debe encontrar el conjunto de Guardiola la motivaci車n extra para anular a Neymar y alzarse el domingo con su segunda Copa del Mundo, una Copa por Villa.