El¨ªas se gana su oportunidad

En el descanso, a¨²n con 0-0, el Atl¨¦tico anunci¨® en los videomarcadores el fichaje de Falcao. "Un d¨ªa tarde", pens¨® el Calder¨®n, que llevaba toda la primera parte viendo c¨®mo su equipo jugaba razonablemente bien, met¨ªa buenos balones al ¨¢rea y all¨ª no los remataba nadie. As¨ª que los errores de planificaci¨®n enrarec¨ªan el ambiente, con gritos contra el palco y nervios generalizados. Y, entonces, apareci¨® El¨ªas. S¨ª, ese El¨ªas.

El futbolista al que el Atl¨¦tico estuvo intentando colocar hasta el ¨²ltimo instante en la operaci¨®n de Falcao y s¨®lo jug¨® ayer por la negativa del Oporto, marc¨® dos goles como dos soles que dejan la eliminatoria contra el Guimaraes muy encarrilada. Alguno dir¨¢ que fue casualidad, que hay que seguir haciendo chistes a su costa. Pero tal vez influyera m¨¢s que le colocaron en su sitio (con libertad por delante de los mediocentros) y no de extremo o lateral. El caso es que ahora sit¨²a a Manzano y Caminero en una tesitura curiosa. Con Falcao, sobra un extracomunitario y el elegido para irse es ¨¦l, pese a que Salvio (desaparecido ayer) y Miranda han hecho peor pretemporada. Veremos si recapacitan.

Hasta la aparici¨®n de El¨ªas, el Atleti fue un buen equipo con menos p¨®lvora que una pistola de agua. Con Tiago y, sobre todo, Gabi manejando el bal¨®n con criterio y los laterales llegando sin parar (Filipe y Silvio pueden ser un fil¨®n para el majestuoso cabeceador que es Falcao), la pelota paseaba buscando novio por el ¨¢rea de Nilson. Pero nada, ni un amante fugaz.

Manzano al fin prob¨® el 4-3-3 y fue prometedor. En ataque, Reyes y Adri¨¢n permutaban continuamente sus posiciones mientras Salvio se limitaba a apartarse. El centro del campo, pese a que Mario Su¨¢rez a¨²n est¨¢ cogiendo ritmo, dio una sensaci¨®n desconocida en el Manzanares desde tiempos de Antic: empaque. Y las ocasiones fueron llegando. Sobre todo a bal¨®n parado: Mario no us¨® el afro con contundencia en un cabezazo f¨¢cil y Dom¨ªnguez tuvo m¨¢s potencia que punter¨ªa en dos c¨®rners. La m¨¢s clara la invent¨® Salvio, con una diagonal y un zurdazo cruzado precioso que revent¨® el larguero.

Sin embargo, el foll¨®n del descanso pareci¨® apagar al Atleti en la reanudaci¨®n. El Guimaraes, que se hab¨ªa limitado a defenderse con orden, se estir¨® un poco. Y acab¨® pag¨¢ndolo. Se fue arriba en un c¨®rner que provoc¨® una contra y su mejor central, Joao Paulo, acab¨® en la calle por frenar a Adri¨¢n por lo criminal y no por lo civil.

Tramo decisivo. Fueron cuatro minutos clave. En el 64', la roja. En el 65' entr¨® El¨ªas. En el 66', con el Atleti a¨²n despistado por el cambio, Targino, solo solito solo, dio en el palo. Y en el 68', Adri¨¢n, cuyo verano es para enmarcar, maniobr¨® junto a la l¨ªnea de fondo y puso un centro perfecto al segundo palo. El cabezazo de El¨ªas (picado y gesto perfecto) no desmereci¨®.

Al poco, Gabi meti¨® un gran pase a Adri¨¢n, que ha hecho del recorte en el ¨¢rea su firma, y El¨ªas aprovech¨® la dejada del asturiano para sentenciar. El Calder¨®n esprint¨® de la incredulidad a la locura. No quiero imaginar qu¨¦ hubiera sucedido si Nilson no evita in extremis el hat-trick del brasile?o en el tramo final, Ya dio igual. Un desheredado hab¨ªa rescatado al Atleti.