Uruguay, el Pap¨¢ de Am¨¦rica

E l Obelisco despierta con resaca. Durante la noche, la Avenida 9 de julio vivi¨® un ruidoso trasiego de los aficionados charr¨²as que entonaron el 'Volveremos, Volveremos, como la primera vez' hasta bien entrada la madrugada. El d¨ªa despu¨¦s el cielo de Buenos Aires amanece celeste, en homenaje a los campeones. Como las 'tapas' de los quioscos. La prensa internacional registra el triunfo charr¨²a en sus portadas, aderezadas con elogios para los de Tab¨¢rez. "Uruguay, campe¨®n de Am¨¦rica. Como ayer, como hoy, como siempre. La celeste dej¨® bien claro que es el Pap¨¢ de Am¨¦rica. Merecido", apunt¨® el uruguayo El Pa¨ªs.

El argentino Diario Ol¨¦ mete el dedo en la llaga: "La envidia es argentina. Uruguay hizo lo que la albiceleste no pudo: armar un equipo. Uruguay es el Rey de Copa (de Am¨¦rica)". Otro diario charr¨²a, El Observador, saca pecho en su cr¨®nica de la final: "La gloria es nuestra. Los celestes llegaron metiendo, guapeando, corriendo, pero ante todo, jugando al f¨²tbol".

Los elogios llegan procedentes del otro lado del Atl¨¢ntico. La Gazzetta dello Sport ensalza el despliegue de los celestes con una cr¨®nica titulada "Uruguay, Maravillosa Locura'". En su interior afirma: "Nadie hizo mejor que Uruguay no s¨®lo esta vez sino en toda la Copa Am¨¦rica, con su t¨ªtulo n¨²mero 15, ni siquiera las tan promocionadas Argentina y Brasil, superadas por un grupo de amigos que habla la misma lengua futbol¨ªstica".

Y mientras, las televisiones en Buenos Aires siguen repitiendo im¨¢genes de la final, de los goles de Forl¨¢n y Su¨¢rez, de los aficionados festejando el t¨ªtulo... Los comentaristas argentinos hablan con frialdad mientras escuchan los testimonios de los jugadores celestes. Loco Abreu deja de grabar por un momento y atiende a la prensa: "Me agrada pensar que mi paso por la selecci¨®n no fue en vano y que colabor¨¦ para convertir a Uruguay en el Pap¨¢ de Am¨¦rica". Forl¨¢n tampoco se muerde la lengua: "Por m¨ª que analicen, que critiquen, que discrepenPero la 15 la tenemos nosotros. Y eso no nos lo quita nadie. Somos el Pap¨¢ de Am¨¦rica". El capit¨¢n Lugano a?ade: "Ser el Pap¨¢ de Am¨¦rica es el premio al trabajo de muchas generaciones de futbolistas uruguayos. A todos ellos se lo dedicamos". Y as¨ª opinan todos. El contrapunto es que el mismo d¨ªa que Uruguay certifica su paternidad futbol¨ªstica, Argentina, la madre, se queda hu¨¦rfana al despedir a su seleccionador.

50.000 personas en el Centenario

En la madrugada del lunes en Uruguay la selecci¨®n fue recibida en el Aeropuerto de Carrasco por el presidente Jos¨¦ M¨²jica y por miles de aficionados. El equipo fue aclamado por los hinchas que salieron a las calles para acompa?ar el trayecto de unos 15 kil¨®metros desde la base a¨¦rea hasta el estadio Centenario, que dur¨® tres horas. En el estadio les esperaban 50.000 personas. Los 23 jugadores que participaron de la Copa Am¨¦rica saludaron a las cuatro tribunas y dieron la vuelta ol¨ªmpica alzando la copa, mientras euf¨®ricas caras pintadas entonaban el cl¨¢sico: "?Soy celeste, soy celeste, celeste soy yo!".