Josefina: "Ser¨ªa un sue?o para mi hijo ir al Madrid"

La vida de la familia de Coentrao no ha sido un camino de rosas. Sus padres tuvieron que emigrar a Francia cuando ¨¦l ten¨ªa 14 a?os. El peque?o Fabio insisti¨® en quedarse al cuidado de su t¨ªa para poder seguir jugando al f¨²tbol. Sus padres se llevaron lejos a sus otros dos hermanos, Antonio y Rui, que ahora viven y trabajan en Francia. En cambio, el salto al estrellato de Coentrao en el Benfica le ha permitido traer de vuelta a Vila do Conde a sus progenitores.

El extremo creci¨® en el barrio de Caxinas de esa peque?a localidad de pescadores cercana a Oporto. "Su padre trabaj¨® toda la vida en el mar", dice su madre, Josefina, a AS. "Transportaba bacalao a Canad¨¢, para las tropas de aquel pa¨ªs. Yo trabajaba en una f¨¢brica de conservas. Para nosotros es una gran alegr¨ªa ver a nuestro hijo triunfar en el Benfica. No s¨¦ si ser¨¢ verdad o no lo del Madrid, pero seguro que mi hijo cumplir¨ªa un sue?o yendo a ese equipo. Es lo mejor que le pod¨ªa pasar", contin¨²a Josefina. "Cuando lo pas¨® peor fue en Zaragoza, en 2008. Pero en el Benfica la gente est¨¢ como loca con ¨¦l".

El esfuerzo de sus padres impidi¨® que Fabio pasara penurias. "Puedo asegurar que siempre fue un chico muy humilde, aunque de peque?o todo el mundo sabe que era travieso". El lateral benfiquista tiene una cicatriz en la cara como recuerdo de aquel nerviosismo de la infancia. Nadie en Vila do Conde habla mal de ¨¦l, pero s¨ª recuerdan con humor las peripecias del peque?o Fabio.

Intr¨¦pido. Su t¨ªa Fernanda Serrao, con la que vivi¨® luego, hablaba as¨ª en un reportaje para O Jogo: "Si le dec¨ªas que no se metiera en un sitio era el primero en el que entraba".

Aquel car¨¢cter intr¨¦pido le ha marcado en su juego. Es el futbolista que m¨¢s camisetas vende, con diferencia, en el Benfica. Y no s¨®lo es por su calidad, sino por su car¨¢cter. De peque?o ya demostraba su tenacidad: "Le gustaba ir a pescar con ca?a con su padre a la playa de Caxinas. Sol¨ªa volver con m¨¢s peces que su padre (Bernardino), que dedic¨® su vida al mar". Y adem¨¢s fue educado en la responsabilidad. Su madre no perdonaba que no fuera a misa (a la iglesia del Se?or de los Navegantes) y para asegurarse de que as¨ª fuera le preguntaba cada domingo la indumentaria del cura.

Pero Fabio tambi¨¦n pas¨® un momento cr¨ªtico. Se le acus¨® de llevar una vida disipada. Por ello tuvo problemas en el Zaragoza. Ahora, tras contraer matrimonio y el nacimiento en diciembre de su primera hija todo ha cambiado. ?l mismo lo asegur¨®: "Acabo mi trabajo y s¨®lo tengo ganas de ir a mi casa con mi mujer. Mi hija es toda mi vida". Se llama Vitoria, como el ¨¢guila que sobrevuela el Estadio da Luz cada domingo. Parece que la peque?a crecer¨¢ en Madrid junto a su padre, un joven de origen humilde que se cri¨® en el barrio de pescadores de Caxinas.