mallorca 3 - Atl¨¦tico 4
El Kun no evita la previa y el Mallorca disfruta su derrota
Quique se despide del Atl¨¦tico con una inutil victoria en Palma, que no le permite mejorar su s¨¦ptima plaza. Al Mallorca le salv¨® del descenso la victoria del Valencia en el estadio de Riazor.
Tres puntos intrascendentes para el Atl¨¦tico y una derrota dorada para el Mallorca. Las victorias sin premio son la que peor sabor dejan. El Atl¨¦tico lo sabe pues pese vencer al Mallorca y pese a gozar del Kun ser¨¢ finalmente s¨¦ptimo y entrar¨¢ en Europa (si lo hace) por la trastienda. La Liga premia la constancia y la regularidad, dos adjetivos ocultos en el ADN y la historia colchonera. Ese es el gran trauma del Atl¨¦tico que gan¨® cuando ya era tarde. Se plant¨® en la ¨²ltima jornada sin depender de si mismo y lo acab¨® pagando. Peor a¨²n, lo pagar¨¢ la pr¨®xima temporada pues no podr¨¢ hacer la gira asi¨¢tica y, por el contrario, se encontrar¨¢ varias chinas, en forma de ronda previa, en el camino hacia la Europa League. Por el contrario el Mallorca nunca pens¨® que disfrutar¨ªa tanto de una derrota. Salv¨® la categor¨ªa y seguir¨¢ en Primera gracias a un resultado ajeno, aunque en parte propio. Un ex, Aduriz, les allan¨® el camino con un gol que descendi¨® al Deportivo.
Los insulares salieron al campo como deb¨ªan, intensos, raudos y valientes mientras que el Atl¨¦tico titubeaba sin saber muy bien d¨®nde estaba, qu¨¦ quer¨ªa y cu¨¢nto se jugaba. Los bermellones amenazaron con dos c¨®rners y con un Nsue revolucionario, al que las piernas le queman cada vez que toca el bal¨®n. No obstante, pronto Mario, Tiago y Koke intentaron revertir la situaci¨®n a base de triangulaciones, paredes y aperturas a los extremos. As¨ª, casi sin quererlo, Kun convirti¨® un despeje de Juanfr¨¢n en una excelente asistencia. El argentino nunca falla, control¨®, se zaf¨® de dos rivales y cruz¨® el bal¨®n a la red. El Mallorca reaccion¨® de ipso facto con un buen cabezazo de Nsue que se encontr¨® con De Gea.
Ag¨²ero sigui¨® a lo suyo, demostrando su importancia y su condici¨®n de rey Midas. Tiene esa capacidad cuasi milagrosa de convertir pelotazos en pases medidos con regla y dibujados con escuadra y cartab¨®n. De esta forma estuvo a punto de hacer el segundo cuando no dio por perdido un bal¨®n a priori f¨¢cil para la defensa mallorquinista. Vol¨® el Kun y camin¨® Ramis, el argentino gan¨® la espalda a su defensor y s¨®lo Aouate, habilidoso en el mano a mano, le priv¨® del gol.
Juanfran hizo el segundo en una jugada similar en la ejecuci¨®n aunque distinta en la elaboraci¨®n. Esta vez no fue un despeje afortunado sino un pase entrelineas de Reyes. El sevillano dej¨® a la defensa bermellona en jaque y a Juanfran con la posibilidad del mate. El ex de Osasuna no fall¨®. Cruz¨® el bal¨®n como 10 minutos antes lo hab¨ªa hecho Ag¨¹ero y puso el segundo en el marcador.
Baj¨® el ritmo del encuentro, sobre todo, el impuesto por el Atleti y Web¨® aprovech¨® un despiste colchonero para estrellar un bal¨®n en el palo. Un incisivo Pereira tambi¨¦n lo intent¨® minutos m¨¢s tarde pero si antes hab¨ªa sido el palo esta vez fue el pie de De Gea quien repeli¨® el disparo con una estirada de balonmano.
El Atl¨¦tico pudo sentenciar el encuentro en la primera mitad, y otra vez con Ag¨¹ero como protagonista. El argentino hizo la pared con Reyes pero, con la izquierda, no supo definir y mand¨® el bal¨®n por encima del larguero.
En la segunda mitad cambi¨® el gui¨®n. El Mallorca sali¨® en tromba e intent¨® desde el inicio apretar el marcador. No le quedaba otra. Era carne de segunda, pues s¨®lo la moment¨¢nea derrota del Deportivo en Valencia le manten¨ªa en el hilo de la Primera. Lo sab¨ªan los jugadores e intentaron remediarlo con tres buenas jugadas que fabric¨® Pereira desde la izquierda. Sin embargo, unas veces De Gea y otras el desatino de los delanteros impidieron que el Mallorca acortase distancias. Pese a los fallos y el resultado, el Mallorca sigui¨® intent¨¢ndolo. Insisti¨® por la izquierda, la banda de Varela que se vio superado por Pereira y por Tejera y sac¨® al campo al Chori Castro. Llam¨® la atenci¨®n que Laudrup se jugase la vida en Primera sin el uruguayo en el once. Su velocidad, su desborde y su desparpajo son siempre buenas armas para el Mallorca y destructivas para el rival. El Atl¨¦tico, quiz¨¢ sabiendo tambi¨¦n que el s¨¦ptimo puesto era irremediable, baj¨® los brazos, se desentendi¨® del bal¨®n, organiz¨® la defensa y dej¨® la suerte, su suerte, en manos de alguna contra m¨¢gica de sus delanteros... Y le funcion¨®. Le funcion¨® porque en sus filas cuenta con dos jugadores de Champions: Reyes y Ag¨¹ero, Ag¨¹ero y Reyes. El sevillano sac¨® otra asistencia de lujo y Midas la pinch¨® con la elegancia y la templanza de los dioses, para luego, desde la esquina del ¨¢rea, batir a Aouate por el palo largo con un disparo que pareci¨® una caricia, un gol que pareci¨® sacado de un sue?o.
El tanto del Kun fue un oasis en el desierto y los goles, goles son. Valen lo mismo si la jugada es org¨¢smica y levanta a una grada que si se hace de penalti, incluso si la acci¨®n es discutible. Precisamente as¨ª, de pena m¨¢xima y por una mano que quiz¨¢ Valera no quiso hacer, De Guzm¨¢n acort¨® distancias, con tiempo a¨²n para el milagro bermell¨®n. Tanto que en el minuto 70 encontr¨® su premio con otro gol, esta vez de Web¨® y de cabeza. De Gea ni lo vio. Tampoco vio o tampoco pudo hacer nada cuando al filo del minuto 80 Pereira roz¨® el empate. Emul¨® a Ag¨¹ero, se fue de cada defensor que le sali¨® al paso pero fall¨® ante el guardameta. Y entre tanto brote mallorqu¨ªn apareci¨®, otra vez y otra vez de manera genuina Sergio Leonel el Kun Ag¨¹ero. Regate¨® a Aoute pellizcando el bal¨®n con la bota y la pic¨® para sentenciar el encuentro.
Web¨®, empe?ado en darle emoci¨®n al encuentro y la Liga, repiti¨® gol en el minuto 92. Sin embargo, el partido hab¨ªa terminado ya en el minuto 84 cuando Quique S¨¢nchez Flores sac¨® al Kun del campo. El argentino se despidi¨® de la Liga con un hat trick y qui¨¦n sabe si tambi¨¦n esos tres goles significar¨¢n su adi¨®s al Atl¨¦tico. Esa incertidumbre, y no la de entrar en Europa por la puerta de atr¨¢s, es o deber¨ªa ser la gran preocupaci¨®n atl¨¦tica.