Europa League | Oporto 5 - Villarreal 1
Falcao hunde al submarino amarillo en O Dragao
El colombiano marc¨® cuatro de los cinco tantos de la goleada del Oporto al Villarreal. Los de Garrido, que se adelantaron por medio de Cani, perecieron ante la avalancha de f¨²tbol lusa.

El Villarreal recibi¨® un varapalo descomunal en el encuentro de ida de las semifinales de la Europa League al perder en O Dragao por cinco goles a uno ante un Oporto que dio una aut¨¦ntica lecci¨®n de f¨²tbol basada en la solvencia defensiva, en la solidez en la medular y en la explosividad en ataque. El colombiano Radamel Falcao fue la estrella del partido anotando cuatro de los cinco goles de los suyos. Los de Garrido se marcharon al descanso por delante en el marcador gracias al gol logrado por Cani, pero fueron arrollados por su rival tras el intermedio. Este resultado complica sobremanera la clasificaci¨®n al equipo castellonense que, salvo hecatombe lusa en El Madrigal, se quedar¨¢ por segunda vez en su historia a las puertas de una final europea.
El partido comenz¨® con la alta intensidad que se le supon¨ªa. No hubo que esperar ni un solo minuto para que el conjunto local pusiera en apuros a Diego L¨®pez con una ocasi¨®n que acert¨® a desbaratar el guardameta espa?ol. Los hombres de Villas-Boas comenzaron con una presi¨®n muy definida en su l¨ªnea de ataque que no permiti¨® sacar el bal¨®n jugado al Villarreal y que le oblig¨® a sortear la posesi¨®n en la mayor¨ªa de ocasiones. Los de Garrido no se amedrentaron y a punto estuvieron de inaugurar el marcador poco despu¨¦s con un mano a mano de Nilmar ante Helton que desperdici¨® el brasile?o. Locales y visitantes se mostraron s¨®lidos en defensa con las ayudas y coberturas necesarias de los hombres del centro del campo para contener las embestidas de los delanteros rivales.
El Submarino busc¨® en todo momento romper la l¨ªnea de presi¨®n establecida por su oponente para hacerse con la posesi¨®n del esf¨¦rico y poder comenzar a hacer su habitual f¨²tbol de toque para activar sus dos bandas, in¨¦ditas en el primer tramo de la primera mitad. Los castellonenses que se desataron justo en el ecuador de la primera parte, gozaron de dos oportunidades muy claras de forma casi consecutivas. En ambas ocasiones la zaga local evit¨® el primer gol cuando el bal¨®n ya se dirig¨ªa a la red de Helton. Con la pelota en su poder, el Villarreal supo aprovechar la velocidad de sus hombres de ataque para explotar los espacios surgidos de la adelantada defensa del Oporto. A medida que se agrandaba la figura del conjunto espa?ol sobre el c¨¦sped, disminu¨ªa la del luso.
Cuando todo indicaba que el marcador al descanso ser¨ªa el empate a cero inicial, apareci¨® Cani para adelantar a los suyos en el ¨²ltimo suspiro del primer asalto con un remate de cabeza tras un centro desde la banda derecha de Nilmar. El centrocampista espa?ol se encarg¨® de romper la inexplicable igualada que campeaba en el electr¨®nico a tenor de los el¨¦ctricos y din¨¢micos primeros cuarenta y cinco minutos en los que las ocasiones de gol estuvieron presentes a borbotones. Tras el intermedio, el comienzo del segundo acto fue todo lo contrario del final del primero. A los cuatro minutos Diego L¨®pez cometi¨® un claro penalti sobre Radamel Falcao que el propio delantero colombiano se encarg¨® de convertir en el empate.
Tras el empate, los hombres de Villas-Boas se reactivaron y volvieron a subir varias marchas para robarle la posesi¨®n del bal¨®n al Villarreal y arrinconarle en su campo para instalar el desarrollo del juego en las proximidades de la porter¨ªa defendida por Diego L¨®pez. Mientras que el Oporto se mostraba fresco, los jugadores de Garrido comenzaron a dar muestras del cansancio provocado por el esfuerzo f¨ªsico realizado en el comienzo del encuentro. Ese desgaste sumado a la bajada de intensidad en los visitantes permiti¨® a Guar¨ªn marcar el segundo tanto de la escuadra lusa a media hora de la conclusi¨®n. Acto seguido, un resbal¨®n de Falcao evit¨® que el colombiano lograra el tercero ante un Diego L¨®pez batido.
El Oporto volvi¨® a ser el mismo equipo hiperactivo e imparable que fue en el primer tramo del encuentro. La solvencia en defensa, la fuerza en la medular y la explosividad en ataque del conjunto portugu¨¦s tuvo como resultado una avalancha de f¨²tbol que el Villarreal no pudo contener y ante la que pereci¨® concediendo el tercer gol a su rival. Los de Garrido, muy tocados, vieron como Hulk armaba el contragolpe y Falcao ejecutaba de nuevo a Diego L¨®pez. El delantero colombiano puso la guinda a su fant¨¢stica actuaci¨®n logrando dos goles m¨¢s con dos remates de cabeza ante la pasividad de una defensa espa?ola que vagaba por el c¨¦sped de O Dragao. El Villarreal termin¨® el partido roto y ahogado por la mejor versi¨®n de su rival, que ya tiene pie y medio en la final del pr¨®ximo 18 de mayo en Dubl¨ªn. A los de Garrido s¨®lo les queda so?ar con una remontada ¨¦pica para no quedarse a las puertas de su primera final por segunda vez en su historia.