Mourinho inventa una vacuna anti Bar?a: Pepe
El Barcelona censura su dureza, pero le ve clave en la crecida blanca

Si (Undiano) hubiera querido, Pepe habr¨ªa durado en el campo lo que dura un libro en casa de Sergio Ramos. Su t¨¦cnico le dijo que pegara a todo lo que se moviera a su alrededor". Esto se le¨ªa ayer en el diario Sport, con la derrota blaugrana en la final de Copa a¨²n en carne viva. Y es que el Bar?a y su entorno han fabricado un enemigo colosal, Pepe, en 210 minutos de f¨²tbol tremendo y con otros 180 a¨²n pendientes.
Pepe ha dejado en estos dos partidos im¨¢genes que ilustrar¨ªan una temporada: abri¨¦ndose paso como un tit¨¢n entre Busquets y Villa en estampa ¨¦pica; recriminando un acceso de locura a Messi cuando el argentino lanz¨® un pelotazo a quemarropa contra la grada del Bernab¨¦u (un peri¨®dico de Catalu?a se hac¨ªa eco de un tweet de un internauta que dec¨ªa: "Es como si Falete le llama gorda a la princesa Letizia"); protagonizando, presuntamente, un fort¨ªsimo cruce dial¨¦ctico con Piqu¨¦ en el t¨²nel de vestuarios; rematando como un ariete contra el palo de Pinto; disparando cortes de manga contra la grada cul¨¦ en Mestalla tras el 1-0.
Su inclusi¨®n como centrocampista ha sacudido t¨¢ctica y psicol¨®gicamente el Cl¨¢sico. Hizo diez faltas en los dos partidos, m¨¢s que ning¨²n otro futbolista, cuando en la Liga su media es de una por encuentro (la m¨¢s baja de todos los defensas titulares del Madrid), aunque el dato tenga m¨¢s que ver con su nueva posici¨®n que con un subid¨®n de adrenalina.
Su papel no fue id¨¦ntico en la Liga y en la Copa, pero en ambos casos result¨® determinante para desactivar al Bar?a. El s¨¢bado cerr¨® todos los caminos a Messi, en un rol de marcador por delante de los centrales. En Mestalla actu¨® a¨²n m¨¢s arriba, para bloquear la ruta que conduce de los centrales a Xavi y Busquets. Eso le llev¨® a recuperar y a perder la mitad de balones y a reducir en una tercera parte sus intervenciones. "A m¨ª lo que me gusta es jugar de central, pero actuar¨¦ donde me ponga Mourinho", confes¨® luego.
El entorno blaugrana presion¨® en los d¨ªas previos a la final. Johan Cruyff escribi¨® el lunes en El Peri¨®dico que si Mou le ubicaba "en el mismo sitio y con las mismas funciones, lo normal es que no acabe el partido". Sport record¨® que Mourinho "puso a un carnicero de mediocentro defensivo", pero le reconoci¨® como "el mejor del Madrid". Mundo Deportivo denunci¨® que hab¨ªa pegado "a todo lo que se mov¨ªa" y, sin embargo, le calific¨® como un "resucitador". "Con sus impetuosas salidas empuj¨® a sus compa?eros a creer en el empate. La testosterona sum¨® mucho", se le¨ªa. La Vanguardia le dio un 8 de valoraci¨®n, la nota m¨¢s alta de los madridistas. Pepe era el enemigo y el problema. Ayer las cr¨ªticas en los peri¨®dicos catalanes fueron m¨¢s suaves y apuntaron a los cortes de manga que dedic¨® a la grada cul¨¦ tras el gol de Cristiano. "Espero que la afici¨®n del Bar?a me disculpe. Me dej¨¦ llevar por la euforia", dijo tras el encuentro.
Pepe ha jugado seis partidos ante el Bar?a, con tres triunfos, un empate y dos derrotas. Ve una amarilla en dos de cada tres Cl¨¢sicos. Contra el resto de rivales le muestran una de cada tres. Esta temporada ya ha jugado 32 partidos, algo que le impidieron en las anteriores las lesiones (se rompi¨® el cruzado en 2009) y las sanciones. Aquella agresi¨®n a Casquero en la recta final del curso 2008-2009 le cost¨® una sanci¨®n de diez partidos. Sin ¨¦l, el Madrid perdi¨® cinco de los seis partidos que restaban (incluyendo el 2-6 ante el Bar?a), encaj¨® 19 goles y entreg¨® la Liga.