REAL MADRID 1 - BARCELONA 1 | LIGA BBVA
El Real Madrid sobrevive
Un cl芍sico escaso de f迆tbol se resolvi車 con dos penaltis transformados por Messi y Cristiano. Albiol fue expulsado y se perder芍 la final de Copa. Mu?iz no se?al車 un penalti a Villa.
![<b>EXPULSI?N.</b> Albiol vio la roja por este derribo a Villa dentro del 芍rea.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/XAAS2ICVONIITPX34HGOR2LWQY.jpg?auth=e1a396270064915cdcea8b1dd02e934597d7102568fcfa1046095f1102590026&width=360&height=203&smart=true)
Se silenciaron las palabras y habl車 el f迆tbol. Era el momento de poner las cartas boca arriba, de descubrir qui谷n iba de farol y qui谷n llevaba la mano buena. La ret車rica se le acab車 al Real Madrid cuando comenz車 a rodar el bal車n. Fue entonces el momento del Barcelona, que dej車 la Liga vista para sentencia, si es que no lo estaba ya antes. Si no gan車 el cl芍sico fue porque le falt車 ambici車n, decisi車n y tambi谷n algo de f迆tbol para rematar al Madrid cuando lo ten赤a tumbado en la lona. Tambi谷n tuvo su influencia la nefasta actuaci車n del 芍rbitro, Mu?iz Fern芍ndez, que lo enred車 todo y no dej車 satisfecho a nadie. No pit車 un claro penalti a Villa, se?al車 otro dudoso de Alves a Marcelo y perdon車 la expulsi車n del lateral azulgrana. Si pit車 penalti debi車 mostrarle la segunda amarilla. Otra muestra m芍s de la incongruencia de los 芍rbitros. El Madrid s車lo reaccion車 cuando se vio derrotado, con todo perdido. Efectu車 entonces un lavado de cara que acab車 por dejar un recuerdo agradable entre su afici車n. Sucedi車 cuando ya jugaba con diez, por la expulsi車n de Albiol, pero sobre todo, con ?zil en el campo. En un equipo que no anda sobrado de f迆tbol, la presencia del alem芍n se antoja indispensable. Se resolvi車 todo con dos penaltis, transformados por Messi, que nunca hab赤a marcado a Mourinho, y por Cristiano, que nunca hab赤a marcado al Barcelona. Medicamento para calmar los egos.
El encuentro se disput車 en un tablero de ajedrez, con los entrenadores moviendo piezas e intentando adelantarse con cada maniobra a la del contrario. Pero con una notable diferencia, el Barcelona nunca renunci車 a su estilo. El Madrid se protegi車 en el centro y descuid車 el ataque. Le entreg車 el bal車n al Barcelona y busc車 el contragolpe de forma descarada. Renunci車 a llevar la iniciativa y levant車 una muralla apenas unos metros por delante del 芍rea hasta completar un dibujo que en defensa fue un 4-5-1.
Decidi車 el Madrid buscar el triunfo sin discutir de f迆tbol. Busc車 anular las virtudes del Barcelona amontonando hombres en el centro del campo para intentar anular la l赤nea de pase. Pero lo hizo demasiado atr芍s, lo que produjo dos graves consecuencias para el Madrid. Primero, con esa t芍ctica facilit車 el inicio de las jugadas del Barcelona, que lo pasa mal cuando le presionan arriba. Es entonces cuando m芍s problemas tiene para efectuar las transiciones entre la defensa y la zona de creaci車n. Cuando el Madrid adelant車 la presi車n le hizo da?o a los de Guardiola. Y segundo, defendi車 tan atr芍s, que cuando rob車 el bal車n se encontr車 con todo un universo por conquistar. Pase en largo y a rezar para que una cabalgada de Di Mar赤a o de Cristiano, que maquill車 con su gol otra nefasta actuaci車n en un duelo de altos vuelos, finalizara con uno de ellos clavando la bandera en territorio enemigo. Fue el planteamiento de un equipo peque?o que llega al Bernab谷u atemorizado por el escenario y el rival. Un grave error de c芍lculo cuando eres el Real Madrid y el Bernab谷u es tu casa.
Pepe, que de forma inexplicable se fue sin ser amonestado, comenz車 como mediocentro, con Khedira a su derecha y Xabi Alonso a su izquierda. Lo que el Madrid gan車 en m迆sculo lo perdi車 en ideas. En concreto las de ?zil, relegado al banquillo. Fue una evidente declaraci車n de intenciones que dej車 al contragolpe como 迆nico argumento ofensivo. Lo padeci車 Benzema y lo sufri車 todo el p迆blico, que apenas vio en su equipo la m芍s m赤nima intenci車n de crear, de inventar.
La acumulaci車n de hombres en el centro del campo convirti車 cada arrancada de Messi en una carrera de obst芍culos y por ah赤 s赤 logr車 entorpecer algo el Madrid el juego del Barcelona. Tampoco favoreci車 las maniobras ofensivas del Barcelona un c谷sped demasiado seco y alto, que fren車 el bal車n.
Si el Madrid sab赤a a lo que no quer赤a jugar, el Barcelona tambi谷n tuvo claro siempre cu芍l deb赤a ser el camino para llegar al gol. Lo suyo fue un ejercicio de paciencia, de esperar el momento, que sabes que terminar芍 llegando si atraviesas fases con un 80% de posesi車n a favor. No fue la representaci車n m芍s brillante que se le recuerda al Barcelona, pero tampoco le hac赤a falta para dominar a un Madrid que pareci車 sentirse inferior durante la mayor parte de la noche.
El Barcelona no necesit車 la mejor versi車n de ninguno de sus futbolistas para dominar al Madrid. Apenas apareci車 Iniesta, Pedro tampoco estuvo muy activo y Villa fue quien m芍s hizo porque el Madrid no recibiera un gol en el primer tiempo. ?l y el 芍rbitro, Mu?iz Fern芍ndez, quien no se?al車 un claro derribo de Casillas a Villa. Una vez m芍s, el portero fue el mejor de su equipo y con dos afortunadas intervenciones evit車 dos tantos de Messi antes del descanso. Como lo evit車 Adriano en la misma l赤nea a cabezazo de Cristiano.
El segundo tiempo comenz車 con un lanzamiento de falta de Cristiano al poste, al que respondi車 el Barcelona con el primer tanto de la noche. Un bal車n largo a Villa acab車 con el delantero derribado por Albiol. Penalti y expulsi車n del central. Messi ejecut車 desde los once metros y ah赤 empez車 a recuperarse el Madrid y a perder el control el Barcelona.
Pepe se retras車 hasta el centro de la defensa, ?zil sustituy車 a Benzema y Keita reemplaz車 a Puyol, la gran novedad en la alineaci車n del Barcelona y que se retir車 lesionado. Busquets pas車 a actuar como central y con esa maniobra el Bar?a perdi車 consistencia en el centro del campo y, sobre todo, seguridad en la zaga.
Arbeloa y Adebayor sustituyeron despu谷s a Di Mar赤a y a Xabi Alonso en el Madrid, que agradeci車 las ideas de ?zil, relegado de forma inexplicable a la suplencia, y por primera vez se vio con posibilidades de salir vivo del choque, que no de la Liga. Se arrug車 el Barcelona, se estir車 el Madrid, al que ya no le pod赤a ir peor y los de Guardiola comenzaron a temer por un triunfo que cre赤an tener asegurado.
La recompensa a ese arranque de orgullo del Madrid, otro m芍s y no ser芍 el 迆ltimo, la obtuvo a falta de apenas diez minutos, cuando Mu?iz indic車 un dudoso penalti por derribo de Alves a Marcelo. Lo transform車 Cristiano para poner fin al primer cap赤tulo de una serie que continuar芍 el mi谷rcoles con la final de la Copa del Rey. Pero eso ser芍 otra historia.