champions league | barcelona 5 - shakhtar 1
Europa huele a Cl芍sico
El Barcelona respondi車 al pesimismo de Guardiola con una concluyente goleada que le deja con las semifinales en el bolsillo. El Shakthar, peligroso a la contra pero demasiado fr芍gil en defensa.

El f迆tbol es como es y hace la verdad el芍stica: hay muchas verdades. As赤 que ten赤a raz車n Guardiola al avisar del peligro del Shakhtar y ten赤a raz車n el entorno azulgrana al sentirse muy favorito. El f迆tbol permite que un jugador como Alves resulte desastroso cerca de su 芍rea y determinante en la contraria o que el Shakthar pueda lamentar no haber hecho m芍s goles y celebrar no haber encajado incluso algunos m芍s. Y permite, en definitiva, que Guardiola respire hondo. Ya no est芍 m芍s fuera que dentro de la eliminatoria. Est芍 muy dentro, tanto que hay otros dos Cl芍sicos a la vista salvo hecatombe en el Donbass Arena o suceso paranormal en White Hart Lane.
El partido fue de los ataques, que ganaron a las defensas. Y como el Barcelona atac車 casi siempre, el partido fue del Barcelona. El Shakhtar no fue mentiroso. Lucescu, viejo tah迆r, no jug車 como suele porque no tuvo el bal車n, propiedad del rival, pero tampoco plante車 un muro al estilo de aquella Supercopa que resolvi車 Pedro, por entonces todav赤a Pedrito. El Shakhtar jug車 sus bazas pero acumul車 pecados capitales: impreciso ante Vald谷s, blando alrededor de un Pyatov calamitoso. Ese equipo, creado a base de euros (grivnias en su caso), samba brasile?a y car芍cter extra赤do de las minas, asust車 menos de lo que tembl車. No marc車 cuando lo mereci車, lo hizo cuando apenas lo busc車 y se encontr車 con un Barcelona que no fue excepcional pero s赤 radicalmente superior. Un Barcelona que, adem芍s, no se enred車 esta vez en poes赤as y tuvo pegada. Marc車 a los 90 segundos de empezar y a los 90 segundos del gol del Shakthar. Y marc車 cinco goles sin ninguno de Villa, Messi o Pedro.
Lo peor que se puede decir del Barcelona es que tuvo mand赤bula de cristal, algo que no acostumbra. Parte del m谷rito est芍 en la velocidad supers車nica con la que juega el comando brasile?o del Shakhtar cuando pasa el centro del campo. Pero no hay que olvidar que el Bar?a juega muy en precario: sin Puyol, sin Abidal, con Busquets fuera de posici車n y con Pedro y Maxwell en la segunda unidad, reci谷n recuperados. Todo cuenta y por eso el Shakthar roz車 el empate en el primer cuarto de hora y dispar車 al palo antes del quinto gol azulgrana. No fue el d赤a de Adriano y no se vio a la mejor versi車n de Mascherano como tampoco se vio la mejor versi車n de jugadores que sin embargo fueron decisivos con sus goles: Piqu谷, Keita y sobre todo un Alves que vendi車 su espalda y provoc車 un v谷rtigo constante en su banda para lo bueno y para lo malo, otra vez un martillo en ataque. El lateral marc車 un gol, dio otro y cre車 un dolor de cabeza perpetuo a un Rat que vio tarjeta y se perder芍 la vuelta. Como Iniesta, que lo busc車 en la falta del 3-1. S車lo pareci車 un error hasta el gol de Keita, a continuaci車n.
Sin Chygrynskiy, con un portero de lat車n y las marcas bajo sospecha, al Shakthar se le fue atr芍s lo que busc車 en ataque con la calidad de Jadson y William y la velocidad de Douglas Costa. Luiz Adriano fall車 controles y remates y el equipo s車lo vio puerta en un remate con la rodilla de Rakitskiy, un central. Un espejismo enmarcado en un segundo tiempo totalmente controlado por el Barcelona, sin los apuros de los primeros minutos, en los que Vald谷s demostr車 su val赤a. Como siempre que se le necesita. Cuando se seren車, circul車 y presion車 arriba, el Barcelona oblig車 al Shakhtar a correr y correr, bascular y achicar agua, minutos y minutos sin lanzar contras.
Lo mejor para el Barcelona, es obvio, fue el resultado. Y su capacidad para hacer cinco goles sin ninguno de Pedro, Villa o Messi. El asturiano estuvo otra vez tan activo como falto de finura y el argentino hizo un partido soberbio al que s車lo le falt車 la guinda un gol que roz車 mientras romp赤a a su rival por el eje, jugando libre y regateando y regateando hasta encontrar huecos e inventar asistencias, como muestra su jugada del 4-1, a continuaci車n del gol ucraniano y con remate final a la escuadra de Keita. Despu谷s Xavi remach車 un centro del Alves y antes Piqu谷 marc車 en un c車rner tras remate mordido. Todo eso fue en la segunda parte. En la primera, Iniesta dej車 un recital para su hija reci谷n nacida: gol en el primer ataque del Barcelona y asistencia excepcional a Alves en el segundo, con la bendici車n de un amigo llamado Pyatov.
Gan車 el Barcelona, gan車 bien, gan車 de largo y obtuvo un resultado que deber赤a ponerle (salvo desastre) en su quinta semifinal de Champions en seis a?os. En ella se encontrar芍 al Real Madrid (tambi谷n salvo desastre). Durante algunos minutos el Shakthar pareci車 un rival muy peligroso, en otras fases apenas un juguete en manos de un equipo al que nadie discute ni el bal車n ni el juego. El viejo Lucescu, tampoco.