schalke 04 3 - valencia 1 | champions league
El Valencia no supo so?ar
Ricardo Costa adelant車 a un Valencia que no supo rematar a un rival que pareci車 menor pero aprovech車 sus recursos y sus ocasiones. Al equipo de Emery se le fue una oportunidad de oro.

Camino del siglo de historia el Valencia ha visitado cuatro veces los cuartos de final de la Champions. ?sea que no es f芍cil llegar. No todas las temporadas se presentan ocasiones pintiparadas para estar entre los ocho mejores de Europa. O no se est芍 o no se llega a octavos o el rival resulta aterrador. No era este el caso porque esta eliminatoria, m芍s all芍 del ruido medi芍tico que ha generado por el regreso a Espa?a de Ra迆l, m芍s all芍 de la m赤stica del Veltins Arena y su clamor que retumba desde el coraz車n de las minas del Ruhr, lo era: una oportunidad de oro que se va al limbo y de la que se acordar芍 el Valencia cada vez que se mire al espejo. Es un equipo mejor que el Schalke o al menos lo pareci車. Se le puso la eliminatoria de cara en la ida y se le puso cuesta abajo en la vuelta. Pero el Schalke 04, el plomizo, previsible y sufrido Schalke de Magath estar芍 en cuartos y se reir芍 de las cuentas, las c芍balas y las impresiones. Y el Valencia, supon赤amos que con m芍s recursos (m芍s f迆tbol) est芍 fuera de Europa. Por no saber so?ar.
Se podr赤a hablar de las mil vidas de Ra迆l aunque Ra迆l apenas tom車 protagonismo y se dedic車 al trabajo de fontaner赤a en la zona de tres cuartos. El que quiera poner el acento en Ra迆l lo tendr芍 que hacer m芍s en virtud de su aura que de su f迆tbol. Porque f迆tbol, f迆tbol, apenas tuvo el Schalke y no tuvo mucho el partido lo que sugiere que, a la postre, el gui車n se termin車 pareciendo a lo que hab赤a pensado Magath. El Valencia se adelant車 pronto y despu谷s de lograr lo m芍s dif赤cil cay車 en un ritmo mon車tono que mantuvo vivo a un rival que empat車 primero y se adelant車 despu谷s en la fase m芍s imprecisa de un Valencia que cuando jug車 fue superior por una simple cuesti車n de recursos. Despu谷s de no querer cuando pudo finalmente no pudo cuando quiso: Aduriz, Mathieu y Tino Costa lo tuvieron en sus botas: al limbo. Casi un castigo divino por tantos minutos de rutina y confort.
Si lo mejor de Ra迆l fue su insistencia en la b迆squeda de remate en un mill車n de balones colgados, algo mejor estuvo un Jurado tan intermitente como casi siempre y mucho mejor estuvo Escudero, una presencia constante en la izquierda y unos pulmones de los que Magath no deber赤a prescindir tanto como acostumbra. No tuvo, y eso es lo malo para el Valencia, much赤simo m芍s el Schalke. Farf芍n insisti車 por la derecha, centr車 mil veces y marc車 el empate con una falta impecable cuando su equipo estaba pendiente de eso, la carambola o la acci車n puntual. Esta fue la acci車n puntual y la carambola lleg車 con el segundo gol, un rechace que emboc車 el laborioso Gavranovic. El bal車n toc車 los dos postes, entr車 y sentenci車 al Valencia. El propio Gavranovic remat車 al poste dos veces en busca de una sentencia que sell車 con elegancia Farf芍n, el mejor de su equipo, sobre la hora.
El Valencia termin車 desfondado y descorazonado. Se cans車 de intentarlo y acab車 metiendo mortero en ataque con Soldado y Aduriz juntos. Emery, no demasiado l迆cido, busc車 el v谷rtigo cuando su baza era el f迆tbol. Debi車 tener m芍s el bal車n, mover m芍s a un rival que bascul車 sin descanso y probar m芍s a defensas de tan poco garant赤a como el limitado Uchida o el jur芍sico Metzelder. El Valencia pareci車 un equipo de otro nivel cuando Banega oxigen車 en la medular y se filtraron entre l赤neas Mata y Joaqu赤n. Pero mostr車 esa cara muy poco, no lo suficiente para ganar, apenas lo justo para pensar en lo que tuvo que ser pero no fue. Ni en la ida ni en la vuelta.
Y lo peor fue que el partido se hab赤a puesto muy de cara ante un rival que no asustaba lo m芍s m赤nimo cuando Ricardo Costa puso la cabeza casi sin querer a un centro de Topal. Quedaba una hora de partido pero no parec赤a tiempo para que el artr赤tico Schalke marcara un gol: hizo tres para escarnio de un Valencia que debi車 buscar sangre, subir el ritmo y manejar el bal車n en el centro del campo y no en su zona de centrales. En lugar de eso dej車 que el partido cayera en minutos de nada, un nocivo e insustancial lapso del que sal赤an centros al 芍rea de Guaita que eran invitaciones al accidente. De eso sac車 petr車leo el Schalke y por eso est芍 en cuartos, donde parece un rival m芍s que apetecible para los grandes tiburones del continente. Claro que al Valencia tambi谷n lo supon赤amos superior y ha terminado a un lado del camino sobrevivido por el Schalke y por Ra迆l, que suma y sigue en la vieja Europa.