?zil manda, Benzema mata

Hay un Madrid con Cristiano y es bueno y otro sin ¨¦l, que ayer fue fabuloso. El portugu¨¦s le da al Madrid capacidad nuclear, 37 goles en 40 partidos, algo que ning¨²n otro futbolista de la plantilla posee, pero con ¨¦l sucede todo demasiado deprisa: la transici¨®n, el ¨²ltimo pase, el remate. Ayer, sin solista y con vocaci¨®n coral, el Madrid mastic¨® mejor la jugada, trabaj¨® en cadena, ofreci¨® una participaci¨®n m¨¢s amplia y cada futbolista tuvo un papel m¨¢s largo y lo disfrut¨®. Se repartieron m¨¢s las medallas y la pelota. A ratos bail¨® el tiqui-taca como m¨²sica de cumplea?os (el 109? del club) ante un Racing para el que el partido tuvo demasiado metraje. Al descanso el Madrid se fue con 17 remates y un 70 por ciento de posesi¨®n. La ley del Bar?a. Luego volvi¨® con la misma autoridad, pero menos brillo. Aun as¨ª, le dio tiempo a paladear su faena y dar la alternativa a ?lex, el novillero que viene en el centro del campo.

Y en esa m¨²sica de violines camin¨® sobre las aguas ?zil, futbolista cuya conducci¨®n elegante recuerda a la de Cruyff. Ah¨ª hay un gerente del juego blanco para muchos a?os, porque tiene el dif¨ªcil don de elegir casi siempre bien. Recorta por necesidad, que no por vanidad (aunque perdi¨® un gol, casi al final, por perseguir la obra de arte); aguanta la pelota o se entrega al primer toque seg¨²n convenga, no se ablanda para rematar y enhebra la aguja del ¨²ltimo pase. Lo que Guti era una d¨ªa s¨ª y tres no. Ayer dibuj¨® dos estupendas asistencias, bien aprovechadas por Benzema y Adebayor, compa?eros por accidente pero que sonaron bien juntos.

Al franc¨¦s le ha metido definitivamente Mourinho en su muleta y esta vez la competencia de Adebayor, que le amenaza por la v¨ªa del esfuerzo, le ha hecho mejor. Anot¨® dos goles y no acab¨® el partido. Ahora son otros los que le quitan minutos de desgaste. Estuvo magn¨ªfico en la preparaci¨®n y en la definici¨®n. Va para imprescindible aunque con notable retraso.

Granero. Tambi¨¦n result¨® Granero como pareja de Xabi Alonso. Le quit¨® espesor al juego del Madrid sin que se perdiera recuperaci¨®n. Y es que la parte ¨²til de quitar el bal¨®n es ponerlo en circulaci¨®n con sentido. Y el canterano movi¨® bien al equipo a un toque. Le arrop¨® mucho Di Mar¨ªa, muy lejos de la banda, pero con piel de camale¨®n. Fue el todoterreno que necesitaba el Madrid en la segunda mitad con ese esquema alternativo, m¨¢s profundo pero menos ancho. Dio el tercer gol, provoc¨® un penalti y se meti¨® en ese f¨²tbol combinativo, demostrando que luce en pana y en seda, por la periferia y por el centro.

El Racing anduvo de oyente en la primera mitad, trag¨¢ndose ocasiones y celebrando que el marcador no resultase irreparable. Xabi Alonso y Benzema hicieron temblar el larguero y a To?o le faltaron manos. Marcelo perdi¨® un gol a puerta vac¨ªa y ah¨ª qued¨® su bota derecha como cuerpo del delito. Luego sac¨® el orgullo del anfitri¨®n, emergieron Giovani y Kennedy y visit¨® a Casillas sin pasar por Lacen ni Colsa, pobre andamio de principio a fin. Incluso se encontr¨® un clamoroso penalti por el camino, que Casillas le adivin¨® a Pinillos. Pareci¨® pisar una placa de hielo en el momento de golpear. S¨®lo sirvi¨® para que Mourinho abroncara a Marcelo por su despiste previo.

Luego Kennedy se apunt¨® el gol que le premiaba como el m¨¢s potable de su equipo, pero la esperanza dur¨® un suspiro. El Racing sigui¨® sin encontrar a Rosenberg, un delantero de buenos movimientos pero que ve en los porteros molinos y gigantes. Benzema respondi¨® con el tercero y ah¨ª sac¨® bandera blanca un Racing que llevaba seis partidos sin perder, lo que abrillanta el partido del Madrid. Despu¨¦s fall¨® un penalti Adebayor y debut¨® el pelirrojo ?lex. Pronto volver¨¢ Cristiano y ser¨¢ una magn¨ªfica noticia. Pero como espectador ya conoce que tras el todos para uno est¨¢ el uno para todos.