LIGA BBVA | OSASUNA 1 - REAL MADRID 0
El Real Madrid se hunde
Un gol de Camu?as sit迆a a un Real Madrid plano de f迆tbol a siete puntos del Barcelona, una distancia sideral que aleja al equipo de Mourinho del t赤tulo quiz芍 de forma irremediable.
Siete puntos. Esa es la distancia que separa ahora mismo, y completado s車lo medio campeonato, al Real Madrid del Barcelona. Es la distancia entre el 谷xito y el fracaso, del que est芍 m芍s cerca que nunca en la Liga el equipo de Mourinho despu谷s de perder contra Osasuna. El t赤tulo se le escapa y s車lo un milagro, un suceso paranormal, podr赤a devolverle a una carrera de la que no le ha echado nadie, de la que se ha ido el solo con sus errores. Entre Almer赤a y Pamplona se ha dejado cinco puntos, los que van de la ilusi車n a la desesperanza. Para este Madrid, cada victoria es una conquista y hasta rescatar un punto resulta una empresa de altura. La derrota quiz芍 s車lo sea una consecuencia l車gica a tan alarmante ausencia de juego.
El Madrid no anda sobrado de ideas y cada ausencia de Xabi Alonso es una tortura para el equipo. La gripe atac車 a Xabi, pero quien lo sufri車 fue su equipo, que perdi車 a su verdadero referente, a quien le aporta equilibrio y cordura incluso en las situaciones m芍s comprometidas. Cuando el conjunto zozobra, s車lo el tim車n de Xabi es capaz de enderezar el rumbo de la nave. El encuentro contra Osasuna es un ejemplo m芍s de que un proyecto entregado a Mourinho y a Cristiano se hunde sin Xabi Alonso. Cada partido de f迆tbol se ha convertido en un sufrimiento para el Real Madrid.
Osasuna sali車 con fuerza, midiendo la intensidad que estaba dispuesto a poner el Madrid en el partido. Pero ah赤, el equilibrio de fuerzas con el Madrid, cuando no la inferioridad, est芍 siempre asegurado. El problema del Madrid es otro, no tiene nada que ver con la actitud o el compromiso. Es un problema de f迆tbol y es mucho m芍s dif赤cil de solucionar.
Con un centro del campo formado por Lass y Khedira, la soluci車n que adopt車 el Madrid para minimizar los da?os de la ausencia de Xabi Alonso fue pasar lo menos posible por esa zona. Busc車 transiciones r芍pidas y directas entre la defensa y el ataque. Pero para que esa maniobra se afectiva es necesario que los defensas se animen a jugar en largo y que los hombres de ataque se muevan, se ofrezcan, en definitiva, que generen espacios y que se conviertan en una alternativa constante para los pases de sus compa?eros. No siempre se cumplieron esas premisas. Como tampoco se anim車 con la frecuencia requerida ?zil a descolgarse y a dar unos pasos hacia atr芍s para convertirse en el generador de f迆tbol que no ten赤a su equipo. Cuando lo hizo, el Madrid creci車 y Osasuna lo pas車 mal. Tambi谷n agradeci車 el Madrid que Di Mar赤a se trasladara desde la banda derecha hasta el centro para hacer esa funci車n de enlace que tan bien interpreta. No est芍 el Madrid en condiciones de desperdiciar la visi車n de juego y la precisi車n en los pases del argentino.
Mourinho mont車 una alineaci車n para no tener el bal車n y un equipo que no tiene la pelota est芍 destinado a sufrir. Si juegas siempre en largo, adem芍s, te conviertes en demasiado previsible y facilitas de forma notable las maniobras defensivas del rival, que siempre recibe el bal車n de cara. Por eso, en este tipo de situaciones se hacen m芍s necesarios que nunca futbolistas como ?zil. Jugadores que proponen algo diferente y obligan al rival a pensar.
El Madrid fue un equipo roto, partido por la mitad, y s車lo las mencionadas apariciones de ?zil y de Di Mar赤a le mejoraron la cara a un equipo que anda justo de f迆tbol y en el que Cristiano no aparece con la frecuencia acostumbrada.
Osasuna asust車 m芍s que el Madrid en el primer tiempo y s車lo Benzema ofreci車 una respuesta. Un par de remates suyos y otro de Cristiano fueron los 迆nicos detalles que provocaron cierta inquietud en Ricardo antes del descanso. Osasuna lleg車 m芍s, pero no mejor. La ocasi車n m芍s clara la malgast車 Pandiani, al cabecear alto cuando estaba solo en el 芍rea.
El 赤mpetu de Osasuna fue desapareciendo conforme le fueron abandonando las fuerzas, hasta terminar la primera parte cediendo la iniciativa al Madrid y viviendo m芍s cerca de Ricardo que de Casillas.
El inicio de la segunda parte record車 al de la primera, con Osasuna m芍s enchufado y el Madrid esperando atr芍s, cediendo la iniciativa a los de Camacho para golpear al contragolpe. Busc車 su espacio Cristiano, que apareci車 m芍s y ah赤 empezaron a entrarle algunas dudas a Osasuna. Dudas que desaparecieron a media hora del final. Un pase en largo lo pein車 Pandiani y Aranda prolong車 hasta Camu?as, que arranc車 en posici車n correcta y super車 a Casillas en el mano a mano. Una acci車n sencilla que rompi車 todo el sistema defensivo del Madrid.
Con la Liga escap芍ndosele entre los dedos, lleg車 el momento de Mourinho, que hizo tres cambios de golpe. Xabi Alonso, Kak芍 y Adebayor sustituyeron a Lass, Albiol y Di Mar赤a. El Madrid pas車 a cerrar en defensa con Ramos, Khedira, Carvalho y Arbeloa. Xabi Alonso, Kak芍 y ?zil formaron el centro del campo y por delante de ellos se situaron Cristiano, Adebayor y Benzema.
El empuje del Madrid, que no su f迆tbol, encerr車 en esa 迆ltima media hora a Osasuna, que s車lo necesit車 mantener el orden y la concentraci車n para resistir los desordenados ataques del Madrid, que cuando acumul車 m芍s gente arriba, menos ocasiones cre車. Kak芍 no aport車 nada, como nada ha aportado desde que lleg車 al Madrid; apenas se not車 la presencia de Adebayor, y Cristiano, Benzema y ?zil desaparecieron por completo, como desaparecen con esta derrota casi todas las opciones de ganar la Liga del equipo de Mourinho. Y la distancia en el marcador puso ser mayor si Arbeloa no hubiera salvado bajo los palos un remate de Vadocz.
El Madrid ha ido por esta Liga sobreviviendo hasta que se ha quedado sin aire y ha comenzado a tener serias dificultades para respirar.